En la misma línea que Ana Rosa Quintana, su compañero Joaquín Prat también se ha pronunciado sobre la boda "maldita" de Anabel Pantoja.
La boda de Anabel Pantoja se ha convertido en uno de los temas más sonados del universo rosa desde el viernes. Su 'sí quiero' a Omar Sánchez ha provocado un auténtico cataclismo con epicentro en la isla canaria de La Graciosa y con su onda expansiva alcanzando Castilleja de la Cuesta, en Sevilla, donde vive su primo Kiko Rivera; y, cómo no, la finca Cantora. Sobre los efectos de la misma han hablado Ana Rosa Quintana y Joaquín Prat solo 48 horas después.
Y es que, lo que debía ser un día muy especial por lo que supone un enlace, se tornó en un momento marcado por las ausencias y los desplantes como consecuencia de la muerte de Ana Martín, la madre de Isabel Pantoja. Kiko e Irene Rosales decidieron no acudir a última hora a la celebración y se atrincheraron en su domicilio. Pero además de ese plantón sorpresa, también hubo reproches y un enfrentamiento.
Reproches porque el DJ consideraba que su prima Anabel no debía seguir adelante con la ceremonia por la muerte de la abuela. Lo entendía como una total falta de respeto. Un cabreo que le ha llevado a romper lazos con ella nuevamente, no tener la cortesía de escribirle un mensaje de apoyo y felicitación tras su boda con Omar y, por si no fuera suficiente, dejar de seguirle en redes sociales.
Un movimiento al que Rivera acostumbra, que no debería sorprender, pero que daña y mucho a la recién casada. "Me gustaría que si tiene algún problema conmigo me lo diga claro porque yo ya más no puedo hacer", reaccionaba Anabel en el 'Deluxe'. "Me dijo que él no celebraría la boda, pero no se enfadó por el hecho de que yo lo hiciera, o al menos eso creía yo. Ni siquiera me ha mandado un mensaje felicitándome o diciéndome que estaba muy guapa", añadió.
Con esa nueva contienda abierta entre los primísimos, abordada en el magazine matinal de Telecinco, Ana Rosa y Joaquín Prat se han pronunciado y han expresado su gran asombro. "La pobre, vaya boda más accidentada...", han sido las palabras con las que la ha calificado la presentadora. Prat, sin dar crédito tampoco, espetaba: "Es que, claro, es una boda que parece que estaba maldita, con todos los respetos".
Además, Quintana se ha dirigido especialmente a Irene Rosales cuando ha mostrado su enfado a la prensa que estos días le persigue en cada uno de sus movimiento para saber lo que verdaderamente piensan ella y su marido del enlace de Anabel. "¡No voy a hablar absolutamente nada! ¡Al final le voy a dar un porrazo al coche y me voy a enfadar!", exclamaba a los reporteros apostados a las puertas de su domicilio.
Un malestar con los medios que Ana Rosa ha afeado:"Este discurso que ha hecho, disculpadme, tiene sentido si es una señora que es mujer de no sé quién, que no sale en los medios, que no tiene nada que ver y que ni es noticia... Ella tiene que entender que está en los medios de comunicación, lo que no se puede es coger lo que nos interesa y lo que no nos interesa, no".
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