El concursante americano Michael se convierte en el undécimo expulsado de 'MasterChef 8', tras la "zancadilla" de José Mari y Andy en la prueba de exteriores.
'MasterChef 8' ha emitido este lunes una de las galas que se grabaron tras el parón por la crisis del coronavirus. El programa ha vivido una nueva expulsión en una noche muy bronca y tensa por el "boicot" de José Mari y Andy para "cargarse" a Michael. El concursante americano se convierte así en el undécimo expulsado, tras las marchas de Teresa, Carlos, Sara Lúa, Sonsoles, Fidel, Saray, Rosa, Adriene, Mónica y Sito.
Michael y Andy se han jugado la expulsión en la prueba de eliminación de la gala 10, bajo la supervisión del chef Ricardo Sanz, pionero e inventor de la fusión japo-española. Los delantales negros se han medido en duelos 'a muerte' de dos en dos, que ha dejado en la picota a los dos aspirantes. Antes Michael aseguró que José Mari había "boicoteado" su capitanía en la prueba de exteriores y arrastró a Andy con su actitud. Acabando la noche en la fulminante expulsión del americano.
Los veredictos del jurado sobre los platos de Michael hacían presagiar que colgaría el delantal. El californiano se ha encontrado perdido y en uno de los retos los jueces coincidían en apuntar que "tenían muchos defectos y no se parecen en nada al original". Ha sido en el tercer y definitivo reto donde Michael ha acumulado más errores, al cocinar Saiko Sushi.
"He cortado el alga un poco más pequeña y no la he podido poner entera", se excusaba el americano ante los jueces. Pepe Rodríguez sentenciaba su cocinado: "te ha faltado entender la prueba, el enrollado que era la dificultad. No has entendido el proceso. Tiene una complejidad que había que entender. Se suma que el arroz está duro".
"Es un trabajo muy preciso, como un nudo marinero. Nunca habías hecho makis y hay muchos errores", añadía Jordi Cruz. Mientras Samantha resumía en una durísima frase su elaboración: "Es incomible".
"Estoy muy triste, pero lo siento, lo entiendo y lo acepto. Al menos lo he hecho, he practicado. No vine solamente para salir en la tele, yo vine a cocinar", ha comenzado valorando Michael su paso por 'Masterchef 8' tras conocer su expulsión.
"Nunca me voy a detener. Siento que he crecido mucho, no sólo en la cocina, sino en toda la experiencia. Este maldito coronavirus que nos ha tenido a todos confinados ha sido una piedra en el camino. Pero estoy muy agradecido al programa por darme esta oportunidad", ha proseguido el expulsado. En su despedida tampoco ha faltado un 'dardo' a sus 'enemigos': "He conocido a una gente maravillosa, algunos más que otros. Me llevo una experiencia inmensa".
Además ha querido dedicar unas palabras a su madre, que le echó de casa en su adolescencia por ser gay: "no sé si me estará viendo en California, pero ojalá esté orgullosa de su hijo", ha comentado emocionado. Y ha terminando mojándose sobre el ganador de esta edición: "Quiero que gane Iván. Tiene la garra para cocinar, pero una competencia muy fuerte. Él tiene una manera muy correcta que me gusta".
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