Noemí Galera: "Los concursantes de 'OT 2020' vienen menos producidos que otros años"

Hablamos con la directora de la academia sobre las novedades de esta edición.

La academia de 'Operación Triunfo' está a punto de volver a abrir sus puertas a dieciséis nuevos aspirantes que conoceremos este domingo durante la Gala 0 de 'OT 2020'. Un año más, al frente de la academia estará Noemí Galera como directora.

La catalana se muestra feliz de volver con el programa de su vida y deja claro que el descanso que han tenido les ha venido muy bien para recuperar fuerzas y aprender de los errores cometidos.

En esta entrevista, Noemí nos analiza algunas de las novedades con las que arranca la nueva edición del talent show y hablamos con ella sobre el triunfo y el fracaso.

¿Cómo afrontas esta edición, estás preparada?

Noemí Galera: Nos ha ido muy bien este descanso para descansar, para ver las cosas con distancias y para saber en qué podíamos mejorar. Es una edición que va a ser muy chula. No sé si el casting es el mejor de todas las ediciones, ojalá sea así, pero creo que están más preparados que nunca. Hay mucho músico. Casi todos tocan instrumentos. Eso está muy bien para que pongan la semilla en la Academia y sus carreras discográficas en el caso de que las tengan nace ahí mismo. 

¿Estáis más relajados que en 'OT 2018'? ¿Sentís menos presión que entonces?

N.G.: Yo creo que sí. Sobre todo no venimos cansados. No nos dio tiempo de respirar que ya estábamos metida en otra edición y con todas las polémicas que tuvo la edición. Que luego cuando se acaba, con la distancia, ves que tampoco fue para tanto. Me quedo con el subidón del reencuentro con los profesores y creo que eso se retransmitirá en el programa. 

Cuando salió la fotografía de los 30 aspirantes se criticó mucho la imagen de ellos porque decían que eran todos chicos modelo....

N.G.: Pero, ¿por qué? Se decía que todos eran guapísimos, de revista... Pues yo creo que es la edición que son menos de revista. Cada uno ha venido como es, natural y menos producidos que en otras ocasiones.

¿A tí te entran por los ojos por el físico?

N.G.: No. Está variado. Hay de todo. Cada uno es de su padre y de su madre. No son treinta personas prototipo de modelo de Zara.

Decís que este año están muy preparados, pero en los últimos años ya tocaban y componían... ¿qué hay de diferencia?

N.G.: En este caso, es más general. También hicimos un llamamiento y, quizá personas que no se habrían presentado en otras ocasiones, sabiendo que aquí se va a potenciar más la composición e incluso estrenaremos algún tema suyo, se han animado. Ha dado la casualidad de que casi todos tocan un instrumento o se han formado.

Entre los 30 aspirantes hay una chica que tenía una discapacidad auditiva, ¿es un intento de tener una academia más inclusiva?

N.G.: No, no. Le pusimos la pegatina y ella no dijo nada. Nos gusta y está entre los 30. No obstante, no es el primer año que tenemos gente así. Ya estuvo Encarna por ejemplo.

¿Te acuerdas de cuando eras jurado?

N.G.: Claro que me acuerdo. Es una jodienda muy gorda.  Ser jurado implica estar un día mínimo estudiando las actuaciones y ensayos. Luego hay gente como Nina que estoy segura de que se verá el 24 horas y se lo estudiará todo. Pero es un trabajo difícil y desagradecido.

¿Vives más tranquila ahora que entonces?

N.G,: Mucho más. Trabajo más intensamente porque vengo cada día a la Academia y son tres meses prácticamente sin descanso. Es más agotador, pero mucho más agradecido. 

¿Crees que la industria está preparada para otras dieciséis carreras musicales?

N.G.: Si lo que les enseñamos, gusta, sí. Pero, ¿qué es una carrera musical? ¿Que sea número uno en ventas? También se puede trabajar en la música de muchas formas. Vega es compositora básicamente y vive de eso. Hay tantas maneras. La industria musical tiene muchas vertientes. De todas formas yo si salen dos que ya son TOP estoy feliz.

¿Qué tiene de malo el fracaso?

N.G.: No tiene nada de malo. Y cuando tú fracasas, aprendes. El otro día un amigo me preguntaba si estaba nerviosa. Sí, lo estoy, pero sólo pido aprender de los errores y tener sentido común. A veces pasan las cosas tan rápido en la Academia, que esperas no perder la perspectiva. 

En la edición pasada tuvieron que cancelar conciertos y el programa se llama Operación Triunfo. ¿Cómo se les prepara entonces para el fracaso?

N.G.: ¿Tú crees que Miki no ha triunfado? ¿Alba Reche? ¿Natalia? No se llama Operación Triunfo de 16 concursantes. Se llama Operación Triunfo. ¿Qué es el triunfo? Poesía eres tú. Triunfo es ser feliz con tu trabajo. Ellos se tienen que centrar en estos tres meses. 

Antes comentabas que hay que aprender de los errores, ¿qué habéis aprendido del año pasado?

N.G.: A no precipitarse, a dejarlos a ellos respirar porque a veces los hemos sobreprotegido. Hay que dejarles ser ellos mismos.

¿Habéis concienciado a los que entran de que van a estar encerrados tres meses?

N.G.: No porque ellos son mayores y saben dónde van. Nadie les está engañando.  

¿Te preocuopan los datos de audiencia sabiendo que competís contra un reality?

N.G.: Que iban a poner competencia es lo normal. Ya lo esperábamos. Hay público para todo. 

¿Pero te afecta el resultado?

N.G.: Claro que te afecta. Porque dices: 'Esta gala está quedando de puta madre.Mañana haremos un 19%'. Y luego resulta que no. Pero vamos a intentar hacerlo lo mejor posible y si sale bien, estupendo. 

¿Y sobre qué vayáis en domingo, qué opinas?

N.G.: ¿Sabes qué pasa? Que a mí en domingo me viene estupendo. Los sábados y los domingos hay ensayos y por las mañanas no hay tanto movimiento de profesorado. Con lo cual yo podré estar con mis hijos. 

¿Cómo evitas la quemazón de todas las polémicas que suelen surgir?

N.G.: Cuando comienza la gala me desinstalo el Twitter del móvil. Lo tendré en el despacho porque me interesa saber que opinan los fans y la prensa. Pero me mataba los trayectos de mi casa a aquí y estabas todo el día mirando. Y es lo de siempre: puedes mirar 200 mensajes positivos, que como haya uno negativo te quedas con éste. Y no quiero entrar en ese juego.

Este año los profesores podeís decidir no salvar a un nominado, ¿cómo lo valoras?

N.G.: no ha sido una decisión nuestra. De todas formas habrá que esperar a cuando llegue la ocasión para ver qué hacemos.

¿Y el hecho de que pueda haber más de cuatro nominados, ¿cómo lo valoras?

N.G.: Creo que está bien porque a sí ellos no se relajan. Y lo de que el favorito no tenga inmunidad también. Dará más emoción y hará que ellos se lo curren más y no se relajen. De todas formas, todas las galas no serán así.

¿Qué supone para ti la vuelta de Nina?

N.G.: Estoy encantada. Nina y yo nos conocemos desde antes de 'OT' y tiene gracia porque nos cambiamos los papeles. Ahora ella me va a entender a mí y yo la voy a entender a ella. Ella es muy trabajadora, las valoraciones que hará serán en positivo para los chicos. También estoy encantada de que vuelva Javier Llanos, que fue mi compañero en las ediciones de Telecinco.

¿Le has dado algún consejo a Iván Labanda para que no suceda lo que pasó en la edición anterior?

N.G.: Creo que es fundamental que ellos entiendan lo que están cantando y lo que están explicando con la letra de la canción. De todas formas, Iván tiene muy claro lo que quiere y se lo lleva preparando mucho tiempo. Conoce muy bien a Manu y conmigo hemos conectado mucho. Creo que va a dar grandes momentos.

¿Y a Zahara como la ves como profesora?

N.G.: Pobre, que me olvidé de ella en la presentación... Está con muchas ganas. Me ha dicho que tiene ya las clases estructuradas y que me las iba a pasar. Está ilusionada y con nervios y eso es lo mejor que puede pasar. Además creo que es alguien que conecta mucho con la que gente que nos ve.

¿Ha sido un alivio no tener que hacer la selección de Eurovisión?

N.G.: Para el equipo no sé, pero para mí desde luego. Me gusta mucho Eurovisión y me lo paso bomba. Pero siempre coincidía con el final de las ediciones, que ya estás cansado. Me alegro mucho que vaya Blas Cantó, va a hacer un gran papel, lo conozco desde pequeño, que le hicimos nosotros el casting para Eurojunior... Tiene que ir alguien que realmente tenga ganas. Eso es fundamental.