Crítica a 'Ciudad de sombras' con Verónica Echegui (Netflix): Un oscuro thriller de escenas brillantes y guion tramposo

Netflix estrena el último proyecto de Verónica Echegui, un thriller policiaco situado en una Barcelona oscura y peligrosa. Seis episodios de misterio y crimen.

Este 12 de diciembre llega a Netflix 'Ciudad de sombras', su nuevo thriller policiaco ubicado en nuestro país. Esta vez, concretamente, en Barcelona, como ya pasara con la maravillosa 'El cuerpo en llamas'. Aunque, si esta anterior estaba basada en hechos reales (un true crime en toda regla), 'Ciudad de sombras' es una serie de seis capítulos basado en la novela 'El asesino de La Pedrera' del escritor catalán Aro Sáinz de la Maza. Y, como tantas ficciones del mismo estilo, se apoya mucho en la ambientación, consiguiendo que la propia Barcelona sea un personaje más, por muy manida que esté esa expresión.

Y es que a lo largo de los seis capítulos, funciona muy bien esa Barcelona áspera contra sus propios habitantes, cayendo en el capitalismo más salvaje del siglo XXI, con una mirada crítica a cómo funcionan las grandes ciudades en pleno 2025 (aunque la historia transcurra hace algunos años). El guion, que ha sido llevado a cabo por parte de Clara Esparrach y Carlos López, va serpenteando entre una conspiración local a una a gran escala, contándonos la desaparición y posterior asesinato de varios empresarios. De hecho, así comienza 'Ciudad de sombras', con un asesinato brutal en plena fachada de La Pedrera.

Un hombre que es crucificado y calcinado para que todo el mundo pueda ver el horror. Al igual que 'El cuerpo en llamas', el fuego sirve como elemento purificador, y también terrorífico, como también pasaba en la decepcionante '1992' de Alex de la Iglesia. En 'Ciudad de sombras', la historia usa el recurso como una metáfora de la propia quema del país, pero tampoco vamos a adelantar aspectos de la trama. Tras descubrir el cadáver calcinado, los Mossos de Esquadra Milo (que vuelve al cuerpo tras haber sido suspendido) y Rebeca investigarán los hilos que conectan dicha muerte con ciertos acontecimientos que van a tener lugar en la Ciudad Condal en los días previos a la visita del Papa.

Así que toda la serie es una investigación a contrarreloj para mantener la ciudad a salvo, y también para encontrar al culpable (o culpables) de la trama de terror que está teniendo lugar. Por momentos, hay escenas que recuerdan a David Fincher, o incluso a las adaptaciones de las novelas de Dan Brown. Y el interés se mantiene durante los primeros episodios, pero luego acaba cayendo en lugares comunes y fáciles, que hacen que el ritmo decaiga, y la propia trama haga aguas. Pero se solventa con dos episodios finales repletos de acción, y que resuelven todo de una manera más o menos satisfactoria. Aunque recordemos que el autor ya ha publicado varias novelas con los mismos protagonistas. 

Entrando en el terreno interpretativo, encontramos a Isak Ferriz dando vida al agente Milo. Ya ha demostrado en otras ocasiones que es capaz de dar vida a cualquier personaje, y que se le dan especialmente bien esos que tienen aristas de las que pinchan. Pero en 'Ciudad de sombras' quien destaca especialmente es Verónica Echegui. La actriz, que falleció este año a causa de un cáncer a los 42 años, da un recital de contención con su Rebeca Garrido. Su personaje fue creado directamente para la serie, por lo que se siente mucho más libre que su compañero, y puede jugar mucho más con ella. Echegui siempre ha sido una actriz muy versátil y vuelve a demostrarlo en esta serie de Netflix una vez más.

Los secundarios, con Ana Wagener, Manolo Solo o una sorprendente María Adánez, dan más lustre aún a esta ficción, que se ve de una sentada, ya que sus capítulos no superan los 50 minutos de duración, y además son solo seis. Así que es perfecta para un fin de semana. Y Jorge Torregrossa, que se encarga de la dirección, demuestra lo aprendido en otros títulos como 'Fariña' o la propia 'El cuerpo en llamas', que sería la comparación más fácil que podríamos encontrar. En España siguen haciéndose buenos thrillers, aunque hay veces que buscamos parecernos demasiado a lo que se hace fuera, sobre todo con el ojo fijado en Estados Unidos. 

Verónica Echegui, Isak Ferriz y Ana Wagener, los protagonistas principales de 'Ciudad de sombras'.

Y eso es precisamente un error. Porque ahí tenemos ejemplos como 'La caza' o 'Hierro'. Cuando encontramos algo distintivo de nuestra sociedad, de nuestro país, el interés por la trama crece, y mucho. 'Ciudad de sombras' tiene momentos brillantes, y tanto el acabado visual como la banda sonora o los planos nocturnos de la noche barcelonesa están a un muy buen nivel. Además del tándem formado por Ferriz y Echegui, que tira de la serie hacia delante. Lástima que se quede a medio gas por un guion a veces tramposo, y por alargar demasiado ciertas tramas paralelas que no aportan nada a la trama final. Pese a ello, es un buen añadido al catálogo de Netflix España y funcionará muy bien en sus primeras semanas.

De qué va 'Ciudad de sombras'

Un macabro crimen ha ocurrido en La Pedrera - Casa Milà: un cuerpo quemado ha aparecido en la fachada del emblemático edificio de Gaudí. El inspector Milo Malart (Isak Férriz), hasta ahora suspendido por indisciplina en los Mossos, regresa a la actividad en la ciudad condal para, de la mano de la subinspectora Rebeca Garrido (Verónica Echegui), tratar de dar con el autor del crimen.

Sigue toda la información de El Televisero desde Facebook, X o Instagram

Sobre la firma

Juan Arcones

Desde pequeño, siempre he amado escribir por encima de todas las cosas, y por suerte (y con mucho trabajo), estoy cumpliendo mi sueño día tras día. No solo escribiendo y publicando libros (el último, 'El día después de todos' con Penguin Random House), sino escribiendo ahora en El Televisero sobre cine y series.

Más Información

Mario Casas en 'La pija y la quinqui'
Estrenos semanales diciembre