Antonio Naranjo se sale del redil con lo que señala de Elisa Mouliaá y pone el acento en un claro detalle

Elisa Mouliaá está copando gran parte de la atención mediática tras la declaración ante el juez del pasado jueves, 16 de enero, por la denuncia que la actriz y presentadora interpuso contra Errejón por presunta agresión sexual. Y muchos rostros televisivos están entrando en la conversación social, entre ellos Antonio Naranjo. 

Elisa ratificó su denuncia en sede judicial, reiterando que el exportavoz de Sumar le tocó sin su consentimiento. Declara que se sintió violentada, invadida y abusada por parte de Íñigo y, además, dejó caer que podría haberle puesto algo en su copa. Precisamente, respecto a la supuesta sumisión química que pudo sufrir aquella noche, asegura que no lo descarta porque tiene muchas lagunas. 

Por su parte, Íñigo Errejón perjuró ante el juez que había consentimiento por parte de Mouliaá, al contrario de lo declarado por la actriz; que en 'De Viernes', donde acudió 24 horas después, se mostró satisfecha con su declaración y afirmó que "Errejón tuvo mucha agresividad" en el juzgado: "Sacó cosas de mi pasado de forma tergiversada que nada tienen que ver con la realidad".

Entretanto, Elisa ha recibido numerosas críticas en redes sociales, donde muchos están poniendo en solfa su testimonio por sus frecuentes intervenciones televisivas. Le acusan de ganar dinero a costa de un tema tan delicado. No obstante, ella aclaró en el programa de Telecinco que cualquier retribución se va a destinar íntegramente para a la asociación de mujeres maltratadas. 

Y ante todos esos ataques y cuestionamientos a Elisa Mouilaá, Antonio Naranjo ha querido sacar la cara por ella en redes sociales, desmarcándose de esa corriente crítica y posicionándose del lado de la joven. 

"Me parece repugnante ver y leer tantos ataques. Nadie denuncia por gusto", empieza escribiendo el periodista y colaborador televisivo en un post de la red social X. De este modo, muestra su crédito a la denuncia. 

"Y diga lo que diga el juez, una evidencia: el impresentable Errejón dimitió aludiendo a sus excesos personales y sus compañeros le llamaron "depredador sexual". Y él se calló", señala Antonio Naranjo a continuación, poniendo el acento en ese significativo detalle.