Amazon Prime Video es una de las plataformas que más está destacando con proyectos hechos en nuestro país. Sobre todo en los últimos meses. Ahí tenemos los ejemplos de 'Memento Mori', que se ha convertido en un auténtico éxito en la plataforma; o 'Romancero', una rara-avis que llevó al límite el surrealismo de su propuesta, con un reparto entregado a la causa. Pero si había una serie que esperábamos, esa es 'Los Farad', con Miguel Herrán al frente.
El joven actor malagueño, ganador del Goya en 2016, ha destacado en series como 'Élite', 'La casa de papel' o en la película 'Modelo 77' (por esta última volvió a ser nominado a los Goya). Uno de los actores más interesantes de su generación, y que se compromete en cada proyecto en el que trabaja. "La base de una buena interpretación, por supuesto, es no juzgar a tus personajes. Yo no puedo coger y decir: 'No, esto yo no lo haría así' o 'es que no le entiendo'. Tú tienes que llegar al entendimiento de tu personaje por el cual él lleva a cabo la acción que tú jamás harías". Así explicó su trabajo en una entrevista reciente en eCartelera.
En 'Los Farad' da vida a Oskar, un monitor de gimnasio que sueña a lo grande. Esta serie ha sido creada por Mariano Barroso, último presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Y tiene de apoyo al guionista Alejandro Hernández, que ya participó en varios de los últimos proyectos de Alejandro Amenábar, como la serie 'La Fortuna'. Una dupla que solventa con creces la historia que tienen entre manos, vagamente inspirada en el libro 'El Traficante’ de David López Canales.
La nueva serie española se encuentra ya disponible en la plataforma de streaming desde este martes 12 de diciembre. Y se puede además ver de forma íntegra, dado que ha estrenado los 8 episodios que componen su primera temporada de golpe.
¿De qué va 'Los Farad'?
Marbella, años 80. Oskar es un chico que sueña con montar un gimnasio y termina adentrándose en el fascinante mundo de la Costa del Sol, con su jet set, sus excentricidades y su geopolítica. Oskar consigue todo eso gracias a los Farad, una familia que le ofrece un futuro, con el más inesperado de los oficios: el tráfico de armas.
Un thriller que no se toma en serio
Que una serie sobre el tráfico de armas en la Marbella de los 80 comience con una nada sutil referencia a esa obra maestra que es 'El crepúsculo de los dioses', nos tiene que hacer ver que no va a tomarse demasiado en serio. Bueno, seamos justos. Se toma en serio lo estrictamente necesario. Y eso no es algo malo, sino todo lo contrario. Porque ayuda a que el ritmo sea ágil y el guión se deshaga de artificios innecesarios para el devenir de la trama.
Tenemos a Óskar, brillantemente interpretado por un desbordante Miguel Herrán. Un monitor de gimnasio con grandes sueños y ambiciones. Y además, que ejercerá como hilo conductor de la serie y de la trama principal, ya que también hace la voz en off. Aunque es difícil usar ese recurso sin caer en la sobreexplicación, 'Los Farad' le saca partido, con unos comentarios a veces cínicos e irónicos, que hacen que justifique su presencia.
Su primer encuentro con Sara Farad (interpretada por una sorprendente Susana Abaitua) es el desencadenante de toda la trama. Y nos lanza el mensaje de esa causalidad que tiene el destino de ayudarnos a conseguir lo que queremos. Pero claro, siempre hay que tener cuidado con lo que uno desea. Y ahí está uno de los aciertos de 'Los Farad': mostrarnos cómo llega Oskar de ser un mero monitor a codearse con la jet-set marbellí.
Marbella, un personaje más
Si hay algo que destacar en 'Los Farad' aparte de sus brillantes actuaciones y su ritmo endiablado, esa es su ambientación. Sí, puede que a veces caiga en la caricatura fácil (en eso nos recuerda, curiosamente, a 'WonderWoman 1984'), pero lo curioso es que la Marbella de los 80 era así, y seguramente más exagerada. Cacerías de leones, drogas, cardados imposibles, looks que parecen salidos de 'Corrupción en Miami'... y todo con el telón de fondo de la Guerra Fría, otro de los aciertos de la serie.
Con una estética muy similar a videojuegos que recrean ese aire ochentero (nos vienen a la mente unos cuantos), el guión se mueve como pez en el agua entre las decisiones de su protagonista. Con similitudes a 'Acapulco', serie de Apple TV Plus, el personaje de Miguel Herrán va medrando y acercándose cada vez más a los Farad, con un patriarca interpretado por Pedro Casablanc que está en su salsa. De hecho, es uno de los puntos más divertidos e interesantes de la serie.
También cabe destacar la actuación de un Fernando Tejero más secundario, pero igual de importante, como Manuel, tío del protagonista. Y eso es algo que tener en cuenta. En 'Los Farad' todos los personajes tienen importancia, todos tienen un trasfondo, y todos aportan a la trama y a las decisiones de Oskar. Gracias por supuesto a la labor en el guión de Alejandro Hernández. O también encontramos a un muy diferente Adam Jezierski, que por momentos nos recuerda a Alden Ehrenreich, tanto en su actuación como físicamente.
El final de la serie, aunque cerrado, da pie a una más que probable segunda temporada, esta ya ambientada en los 90. En 'Los Farad' no se hacen juicios de valor, ni hay colores políticos. Lo único que destaca en todos los personajes es la ambición, el ansia de poder y de estar por encima de sus semejantes. Nadie quiere dejar el lujo atrás una vez que lo ha conseguido, y si tiene que ser con tráfico de armas, bienvenido sea. No hay consecuencias. O ellos no las ven. No ven quién muere a manos de esas armas que venden como si fueran caramelos, algo que ayuda a que empaticemos más con los personajes, y nos interesen tanto sus relaciones intrafamiliares.
En definitiva, 'Los Farad' es una serie sorprendentemente divertida, y con ritmo ágil que hace que se pase en un suspiro. No esperéis una 'Narcos' hecha en España, porque dista mucho de la crudeza de la serie de Netflix. Es... otra cosa. Y acierta en casi todo lo que se propone.
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