Rocío Carrasco responde sin rodeos a la pregunta de si se ha equivocado con sus hijos

La protagonista de la docuserie ha concedido una entrevista a Carlota Corredera, a quien ha confesado cómo se siente tras la emisión de los 12 episodios

Rocío Carrasco ha vuelto a sentarse en el plató de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva‘ tras la emisión de todos los capítulos de la docuserie. La hija de Rocío Jurado lo hace justo un día después del 15 aniversario de su madre y tras reencontrarse con sus raíces: Chipiona. Carrasco ha concedido una entrevista a Carlota Corredera en la que se ha sincerado sobre cómo se siente. Todo esto en una noche marcada por las actuaciones de Blas Cantó y Gjon’s Tears.

«Estoy bien, estoy nerviosa pero muy agradecida. También orgullosa con la gente que me ha tocado trabajar. Estoy orgullosa de las mujeres de este país porque yo he tenido la oportunidad de alzar la voz públicamente pero otras mujeres no lo tienen. Las valientes son ellas», ha empezado diciendo Rocío Carrasco tras reencontrarse con Carlota Corredera en plató.

Rocío Carrasco se siente esperanzada: «Espero que después de esto la justicia me acompañe«

Sobre como se siente, declara que está «más serena», pero sobre todo «satisfecha con el trabajo que he hecho yo conmigo misma, un trabajo emocional muy fuerte de recolocar mis pensamientos y mis vivencias». Además, la protagonista de la docuserie dice sentir esperanza: «Espero que después de esto la justicia me acompañe y que vaya conmigo de la mano. Que ese esfuerzo que hemos hecho muchos sirva para algo». E insiste en que durante la grabación del documental le asustaba defraudar.

A la pregunta de si es feminista también se ha mostrado muy clara: «Pues me he dado cuenta de que sí», ha dicho con una tímida risa. «Me muero por aprender y por saber y por poner en práctica. Si puedo aportar más granitos de arena me gustaría hacerlo», ha contado.

Carlota Corredera tampoco ha dudado en preguntarle si ya es capaz de verbalizar el nombre de Antonio David Flores, su maltratador. «Prefiero que no. Me provoca miedo, dolor… Me provoca cosas demasiado malas como para nombrarlo y como para pensar. Creo que durante todo este tiempo del documental a mi me ha servido para soltar lastre y para ir vaciando esa mochila y esa mente que no paraba de dar vueltas. Creo que todo esto me ha servido, pero esto no es una cosa de la noche a la mañana porque es un proceso largo», le ha contestado entre lágrimas.

«Nunca me hubiese perdonado hacer daño con la verdad a mis hijos»

Pero si algo duele a Rocío Carrasco es su distancia con sus hijos, a los que no ve desde hace años. Sobre si se siente más cerca de sus hijos, declara que «es difícil». «No puedo contestarte porque ni siquiera yo lo sé. Ni siquiera yo lo sé», dice entre lágrimas. Y aclara que por lo menos ahora sus hijos, si quieren, podrán ver la realidad: «Las decisiones ahora las tienen que tomar ellos sabiendo la verdad, no que las tomen otros por ellos con mentiras. Ahora cuanto menos pueden pensar lo que ya pensaban antes». No obstante, ahora se siente en paz: «Me siento en paz conmigo misma y me siento en una gran parte liberada. Me siento escuchada y creída y para mi es el principio de algo muy importante, que es una nueva vida».

Por otro lado, reconoce haberse equivocado con sus hijos: «Me he equivocado en esa protección a ellos». Aunque dice tener «sentimientos encontrados» porque «nunca me hubiese perdonado hacerles daño con la verdad. Para mi era más importante sus mentes que la realidad. Se hubiesen dado desde muy pequeños la clase de padre que tenían y yo no quería que eso pasara porque les iba a hacer daño. Yo nunca les aclaré a mis hijos lo que pasaba porque no quería ser partícipe de ese sufrimiento que me parecía horroroso. Yo lo he hecho con la mejor intención del mundo. Para mí era más importantes sus mentes que la realidad».