Hoy decir el nombre de Ana Obregón es sinónimo de polémica. Toda la trama con su hijo, su nieta y su ex marido Alessandro Lecquio ha llenado titulares y plagado las redes sociales de comentarios, divididos entre críticas y apoyos a la actriz y presentadora. Pero, a finales de los 90 y comienzos de los 2000, Obregón era una de las celebrities más importantes de la televisión en España. Ampliamente imitada, su posado veraniego vendía revistas por sí solo. Y no solo eso, sino que además, creó y protagonizó su propia serie entre 2002 y 2005, con un éxito de audiencias arrollador: 'Ana y los siete', ficción que emitió TVE.
Combinando comedia costumbrista y drama familiar, en la serie conocemos la historia de Ana, una joven que trabaja como stripper para ganarse la vida mientras sueña con ser actriz. Por circunstancias del destino, acaba siendo contratada como niñera de los siete hijos de Fernando Hidalgo, un viudo millonario interpretado por Roberto Álvarez. La química entre ambos fue uno de los secretos de su éxito. Funcionaban bien juntos y, pese a tener un guion pobre a veces, y con un humor demasiado poco arriesgado, se convirtió en un auténtico hito en nuestra televisión.
La serie jugaba con el contraste entre la vida secreta de Ana y su faceta tierna y protectora como cuidadora de los niños, todo enmarcado en un tono muy optimista. Quizá por eso funcionó tan bien a comienzos de los 2000, una época pre-crisis en la que éramos mucho más ingenuos y buscábamos un entretenimiento mucho más fácil. La audiencia la respaldó, especialmente entre el público familiar y juvenil, alcanzando cuotas de pantalla superiores al 30% en sus mejores momentos y picos de 5,3 millones de espectadores. Además, sigue dando dinero a RTVE. Concretamente, generó 12.678 euros para la televisión pública en el año 2023.
Entre los protagonistas infantiles teníamos a Aarón Guerrero, el mítico Chechu de 'Médico de familia'; Claudia Molina, la hija mayor; o Ruth Rodríguez, que interpretó a la más pequeña, Lucía, la favorita de Ana, y la que más tiempo pasaba con ella. O los gemelos Alejandro y Guillermo, cuyos nombres eran los mismos en la vida real. Ambos debutaban en el mundo de la interpretación, y sus personajes eran los más traviesos de todos los hijos adoptivos de Ana durante la serie. "Era la primera vez que hacíamos algo. Fue una época muy bonita", explicó Alejandro en una entrevista para Fórmula TV. "Bonita, pero también dura. Eran ocho horas, aunque ahora ya han cambiado cómo trabajan los niños en la televisión".

Pero, tras el final, aunque muchos de sus compañeros siguieron trabajando, Alejandro y Guillermo Gallego decidieron dejar la actuación para centrase en los estudios. "Nos alejamos de la televisión porque no quisimos seguir", explicaron en la misma entrevista. Y, mientras Alejandro se licenció en Arquitectura Técnica, Guillermo hizo lo propio en Telecomunicaciones, siendo también profesor asociado en la Universidad de Comillas. Y, aunque tienen un grupo de WhatsApp compartido con el resto del reparto de 'Ana y los siete', no se ven tan a menudo como querrían. De hecho, su último reencuentro fue en el programa 'Días de tele', el pasado 2023. Ana Obregón visitó el plató de TVE y, en una videollamada conjunta, pudo volver a toda la familia que había creado en la serie.
"Roberto (Álvarez) les llenaba el camerino de caramelos y chuches para que no repitieran las tomas y nos fuéramos pronto a casa", explicó la actriz sobre el rodaje de 'Ana y los siete'. "No me lo creo. Estoy en shock. ¿Pero sois vosotros? ¿Qué han hecho con los gemelos?", dijo totalmente sorprendida por el cambio físico de ambos. Y es que habían pasado casi 20 años desde el final de la serie. Ambos actores comenzaron la ficción con 8 años y, actualmente tiene más de 30.

"Nosotros no lo veíamos como una persona mayor que continuaba o no su trabajo", explicaba uno de los gemelos en Fórmula TV sobre el abrupto final de la serie debido a los problemas entre Ana Obregón y TVE. "En ese momento ella moría y venía otra niñera que cogía el protagonismo de la serie. Iba a ser lo mismo pero sin Ana [...]. Nunca vimos los capítulos nuevos. La serie se debería haber cerrado. Otro personaje no iba a tener la misma aceptación que tenía Ana Obregón. Pero hubo discrepancias a la hora de continuar, y como la idea es de Ana, decidieron cortar".
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