Crítica de ‘Zorro’: Miguel Bernardeau se luce en una serie digna heredera de ‘Águila Roja’

Después de mucho esperar, y de mucha expectación, por fin llega el ‘Zorro’ de Prime Video. Una nueva versión del clásico personaje creado por Johnston McCulley. Le hemos visto en numerosas encarnaciones a lo largo de los años, siendo una de las más recordadas la adaptación protagonizada por nuestro Antonio Banderas. ‘La máscara del Zorro’ se convirtió en seña de identidad del actor malagueño, y lanzó a la fama a Catherine Zeta-Jones. ¿Conseguirá lo mismo este ‘Zorro’ de Prime Video, que llega este 25 de enero a la plataforma? Además de estrenarse el primer capítulo en abierto en TVE el próximo domingo 28 de enero.

Uno de los aspectos más criticados de este revival patrio del mítico héroe ha sido, sin lugar a dudas, el fichaje de Miguel Bernardeau como protagonista de la serie. Porque choca con la imagen del célebre justiciero. De ello os hablaremos más adelante, pero algo podemos confirmar: el actor cumple. Sobre todo gracias a estar arropado por un buen plantel de secundarios. Paco Tous, Luis Tosar, Rodolfo Sancho, Elia Galera, Fele Martínez, Peter Vives. Pero también Cecilia Suárez, Cristo Fernández, Renata Notni, Dalia Xiuhcoatl, Emiliano Zurita, Francisco Reyes y Ana Layevska. Un reparto multicultural que refleja a la perfección esa California de finales del siglo XIX.

Secuoya Studios es la productora detrás del proyecto, que consta de un total de 10 episodios, de cerca de 45 minutos de duración cada uno. En ellos se nos relata la historia de ese nuevo Zorro, un joven español que busca vengar el asesinato de su padre por una misteriosa figura. Y esa trama de venganza irá tomando fuerza a lo largo de los episodios, mezclándola con la obligada trama romántica (que ralentiza un poco el conjunto) y un debate sobre la apropiación cultural.

Con un aire a cine de aventuras clásico, por momentos nos recuerda a los mejores momentos de ‘Águila Roja’, la célebre serie de TVE. De hecho, el planteamiento podría ser incluso similar, y eso no solo pone en buena posición a ‘Águila Roja‘, sino que es un cumplido para la propia ‘Zorro’. La pregunta ahora es: ¿merece la pena? Sí, como una serie de aventuras familiar para pasarlo bien.

¿De qué va ‘Zorro’?

Zorro representa una emocionante aventura llena de acción, valentía y el espíritu de un nuevo justiciero en una sociedad en constante cambio. Diego de la Vega es elegido para ser el nuevo Zorro, pero su único propósito es desenmascarar a los asesinos de su padre y llevarlos ante la justicia. A medida que asume el papel de Zorro, Diego no solo lucha por la justicia en Los Ángeles, sino que también descubre los desafíos de ser un héroe y cómo su papel afecta a California en el siglo XIX.

Un comienzo prometedor

El ‘Zorro’ de Prime Video empieza fuerte, muy fuerte. Con un inicio que nos plantea la situación de esa California de finales del siglo XIX. En ella, las guerras de bandas campan a sus anchas, y tiene que ser un justiciero enmascarado el que imparta justicia, más allá del Gobernador y sus secuaces, que solo buscan defender a los suyos. Vemos a Luis Tosar empuñando una espada y luchando como si fuera un esgrimista profesional, sorprendiéndonos con su versatilidad. Y que nos sorprenda Luis Tosar a estas alturas, es de agradecer. Una brillante secuencia de inicio, con un Zorro encarnado por Cristo Fernández, y que tiene ese aire de cine de aventuras pulp de los años 40 y 50. Pero algo sobrevuela todo el rato: la sensación de proyecto pequeño, de Terra Mítica con algo más de dinero.

Pese a ello, la nueva ficción (solo hemos podido ver la mitad de capítulos), se articula sobre una base mucho más interesante: la apropiación cultural. El fichaje de Miguel Bernardeau fue muy polémico y muy comentado. ¿Un Zorro caucásico, con ojos azules y rubio? ¿Dónde se ha visto eso? Sobre todo en la actualidad, en la que se busca mucho mejor la representación que en épocas pasadas, en las que el hombre blanco hollywoodiense lo dominaba todo. Pero precisamente esa polémica se convierte en parte central de la trama.

El personaje de Diego De la Vega ha sido elegido por los espíritus para ser el nuevo Zorro. Obviamente en contra de su voluntad, y ni él ni el resto de nativos quieren verle como ese justiciero tan venerado. Porque no se lo merece. ¿Qué hace un rico defendiendo a los pobres? ¡Va en contra de lo que supone el Zorro! Y precisamente todo eso genera un debate muy interesante que eleva la serie a otra categoría mucho más interesante. Incluso podríamos encontrar ciertos paralelismos con ‘Avatar’ y el rechazo de la tribu de los Omaticaya a Jake Sully.

Espectacularidad a medio gas

Miguel Bernardeau se defiende como puede como el nuevo Zorro. Va de menos a más, pero no acaba de alcanzar el carisma de otras interpretaciones del héroe. Porque al final, Bernardeau está un poco falto de carisma, y el resto de personajes secundarios acaban opacándolo. Sobre todo un soberbio Paco Tous, que roba cada escena en la que aparece. O un maravilloso Rodolfo Sancho como uno de los villanos principales de la serie. Aun así, cumple como un Diego De la Vega ingenuo pero que busca venganza, y le da un nuevo aire a un personaje con más de 100 años de historia.

Aunque ese medio gas también lo encontramos en la escenas de acción. Porque la espectacularidad que se le presupone al ‘Zorro’ de Prime Video nunca llega a deslumbrar. Todo el rato tenemos la sensación de estar en un mismo escenario. Mas bien parece ‘Westworld’ que una California ‘real’ del siglo XIX. Pocas persecuciones, y coreografías bien diseñadas pero cumpliendo expediente, lo que da una sensación de oportunidad perdida.

No sabemos si habrá segunda temporada, pero por momentos estos primeros diez episodios se sienten más como una introducción y un primer acercamiento al personaje. Y sí, el conjunto funciona, claro que sí. Sobre todo si buscas una serie de aventuras como las de antes. Sin muchos alardes técnicos, pero con corazón detrás de cada escena. No es la revolución que algunos esperaban, pero tampoco es el desastre que otros auguraban. Es simplemente una nueva versión del ‘Zorro’, con todo lo que nos hace amar al personaje presente. Aunque se eche de menos un poco más de riesgo.