Crítica ‘Cardo 2’: Un acertado retrato sobre la reinserción social y la adicción a los antidepresivos

Atresplayer Premium estrena este 12 de febrero los dos primeros capítulos de ‘Cardo’, la serie revelación de Ana Rujas.

Sé que lo decimos muchas veces, pero nuestra ficción vive un momento muy dulce desde hace varios años. La llegada de las plataformas de streaming a nuestro país ha supuesto un antes y un después para nuestros creadores. La aparición de nuevos nombres como Los Javis han dado impulso a otros jóvenes a poder dar rienda suelta a su creatividad. Algo parecido a lo que ocurrió con el boom de las webseries pero sin ataduras, más dinero y con mucho más empuje. Series como ‘Auto-defensa‘ ahora pueden verse en televisión, o como ‘la que vamos ‘Cardo’, que acaba de estrenar su temporada 2 este 12 de febrero.

La primera temporada fue una de esas grandes sorpresas de 2021. Alzándose con el Premio Feroz a Mejor Serie Dramática y Mejor Actriz, la serie de Ana Rujas y Claudia Costafreda consiguió el apoyo tanto de la crítica como del público. Aunque los proyectos de ATRESplayer se queden en un nicho más pequeño, sobre todo porque es una plataforma aún poco conocida, ‘Cardo’ consiguió trascender un poco más (hasta colarse en la lista de mejores series de Variety). Y con razón ha conseguido esa tan ansiada a veces segunda temporada.

María, tras salir de la cárcel, está dispuesta a recuperar el tiempo perdido y con la firme intención de rehacer su vida. Quiere alejarse de ese camino de excesos que tantos problemas le han causado y encontrar un trabajo estable. Pero muy pronto descubre que la vida no es fácil para una exconvicta y que la relación con sus amigas ya no es lo que era. Se ha quedado sola.

Claudia Costafreda, co-creadora de la serie, deja claro que esta segunda temporada se va a centrar en la culpa. Pero también en la redención personal. «María da un giro personal completo. Tiene que lidiar con la culpa. Lleva esa palabra tatuada». Mientras que Ana Rujas, que no solo ha creado la serie, sino que además la protagoniza, ahonda en cómo va a vivir María su reinserción en la sociedad. «Empezar de cero cuando estás marcada es muy complicado y María está marcada. Quiere buscarle un sentido a su vida para redimirse”.

Un trabajo muy completo

Ya desde el primer momento de esta temporada 2 de ‘Cardo’, vemos que estamos ante una serie diferente. No solo del resto de producciones a los que estamos acostumbrados, sino de la propia ‘Cardo’. Con un brillante resumen de la primera temporada, con voz en off y un partido de fútbol, encontramos a María en su último día en la cárcel. Y sí, como nos adelantó Costafreda, vemos la culpa marcada a fuego en la expresión de Ana Rujas. Perdón. De una EXCELENTE Ana Rujas.

La intérprete ha refinado mucho su actuación tras la primera temporada, y con una mirada, con un cambio de expresión, somos capaces de leer muchas cosas. Nos muestra cómo ha sido para ella todo ese tiempo en la cárcel. También tendremos flashbacks desordenados a lo largo del capítulo. Y con ello nos vamos haciendo a la idea de que, para poder superar su ansiedad y sí, su culpa, se ha refugiado, a su manera, en la religión, como tantas otras ex-convictas.

Uno de los aciertos grandes de esta segunda temporada es que trata de alejarse lo máximo posible de la primera. Es decir, si la primera tanda de episodios se nos vendió como un retrato generacional, esta segunda busca todo lo contrario. Todo está impregnado de una soledad que asusta. Y trata de centrarse en otro tema diferente. Aunque, al final, acabe siendo el mismo. La soledad. Y, en este caso, la soledad del ex-convicto, que tiene que enfrentarse a una sociedad que le rechaza o que le mira con recelo. ¿La reinserción? No hay cosa más complicada. Y Ana Rujas lo muestra a la perfección.

Arrieta Villa, el gran descubrimiento

El punto a favor de este tipo de producciones más viscerales e independientes es que ayudan a descubrir nuevos talentos. En este caso, tenemos a Arrieta Villa, una joven de 18 años que interpreta a Yasmín. Malhablada, cansada de la vida, viviendo con una tutora a la que no soporta… Arrieta le da una personalidad propia y nos da una actuación muy interesante que va creciendo con el paso de los capítulos. María, el personaje de Ana Rujas, se obsesiona con ella, y no descubrimos hasta el final del primer episodio la razón. Y será precisamente esa relación la que vertebre esta segunda temporada.

Con Santa Teresa de Ávila con hilo conductor para las acciones de María (con paralelismos muy buscados), la temporada 2 de ‘Cardo’ es una muestra más de cómo la religión ha afectado a toda una generación de jóvenes. Pero a diferencia de otras generaciones más mayores, aquí han hecho suya la religión y sus enseñanzas, y la han aplicado a la vida diaria a su manera. Santa Teresa de Ávila fue feminista y luchó contra la jerarquía eclesiástica. No se ha elegido su figura en vano para representar el via crucis de María en su vuelta a la sociedad.

Aunque esta temporada 2 de ‘Cardo’ nos entrega otra cosa diferente, sigue teniendo presentes los elementos que hicieron de su primera temporada una de las mejores series de su año. Rujas y Costafreda saben lo que quieren contar y lo hacen, dejándose sorprender y guiar por el personaje de María. También juega mucho a su favor la duración de los capítulos, entre 20 y 30 minutos, que hacen que la serie se vea de forma ágil, casi sin altibajos.

Giros de guión algo arriesgados, como el del final del capítulo 3, permiten que el interés no decaiga. Y el trabajo del reparto está a la altura. Desde la propia Rujas o el descubrimiento de Villa, hasta la interpretación de Nur Olabarría, que da vida a la única amiga real de María, tanto en la cárcel como en su vida. Recurre mucho a ella, en forma de flashbacks.

Así que la temporada 2 ‘Cardo’, que promete ser el cierre final a la historia, es una muy digna secuela, y un brillante retrato sobre la soledad y sobre la adicción a los antidepresivos. Pero también sobre la culpa y la redención, ya no con la sociedad, sino con uno mismo.