Belén Esteban remata a Carmen Borrego por lo que afirma de ella y la dirección de ‘Sálvame’: «Hubo…»

Carmen Borrego, que cogió las riendas de ‘Sálvame’ en la primera entrega del programa del año, ha recibido la dura crítica de Belén Esteban.

El pasado martes 2 de enero, ‘Sálvame‘ tuvo un programa de lo más especial para Carmen Borrego. La hija de María Teresa Campos cogía las riendas del programa y se convertía en la directora, como ya hizo en su momento con ‘Día a día’. Por suerte, las audiencias le han acompañado en un día tan duro, pero eso no ha evitado las críticas de sus compañeros.

Una media de 1.217.000 personas seguían el ‘Sálvame limón’, promediando un 11,4%. La cifra era aún mejor en el ‘Sálvame naranja’, que subía hasta los 1.309.000 espectadores y el 13,4%. Pese a ello, Carmen Borrego recibía ayer duras críticas por parte de sus compañeros, que señalaban al programa por tener en exceso temas relacionados con las Campos.

«Dirigir un programa no solo es estar en el control. Fue endogámico y casposo, como dijeron los críticos«, le soltaba Kiko Matamoros a Carmen Borrego. Al novio de Marta López no le gustaba nada el programa que hizo la ahora de nuevo colaboradora, de la misma forma que a Miguel Frigenti, que se atrevía hasta a ponerle nota: «Siendo generoso le doy un 5».

Tras ellos iba Belén Esteban, que también se mostraba muy dura con su compañera. Eso sí, desde el cariño que le tiene: «Sabe que la quiero un montón, pero fue excesivo el tema Campos. Era el 90% de las Campos. Lo primero es que me alegro de la audiencia, pero tengo que ser sincera». Por su lado, Carmen Borrego lejos de aceptar la crítica se ponía a la defensiva y le pedía que le numerase todos los temas.

Pero los colaboradores no eran los únicos que criticaban a Carmen Borrego y analizaban su programa. La experta en televisión, Diana Aller, también lo hacía: «De los contenidos es lo mismo lo bueno y lo malo, porque lo que ella hizo es tirar de los temas con los que está segura. Esto tiene sus sombras y sus luces porque fue un poco empacho. Apelar a la nostalgia se queda para un público viejuno».