Carla Barber, novia de Diego Matamoros, ha hecho acto de valentía al explicar el angustioso momento que vivió
Carla Barber ha dejado en shock a todos sus seguidores al revelar uno de los episodios más sobrecogedores de su vida que ha vivido hace apenas unas horas.
La novia de Diego Matamoros ha contado a través de sus stories de Instagram el violento asalto que sufrió al volver a casa tras salir del trabajo. Incluso se llegó a quedar inconsciente por el ataque recibido de dos individuos que le asaltaron.
Pese a todo, la doctora estética está feliz porque ha logrado conseguir datos muy valiosos y reconocer a sus agresores. "Anoche al entrar en mi portal, dos chicos me estaban esperando dentro, escondidos", comenzaba explicando Carla, todavía angustiada por la situación.
Cuando se dirigió a la puerta de su hogar, "al subir las escaleras", los dos agresores la cogieron por la espalda y le practicaron lo que se conoce como "la llave del mataleón". Se trata de una técnica muy violenta de estrangulación en la que el atacante coge a su víctima por el cuello desde atrás. Y, rodeándola fuertemente con sus brazos se la inmoviliza y se la intenta privar de oxígeno.
Carla llegó a estar inconsciente "algo más de un minuto". Ya que le llegaron a cortar el riego sanguíneo al cerebro, al presionar sobre la arteria carótida. Cuando Carla volvió en sí, lejos de quedarse paralizada, la adrenalina que invadía su cuerpo hizo que se mantuviera serena. Incluso pudo conseguir datos valiosos para ayudar y reconocer a sus agresores.
"Salí corriendo a la calle gritando sin parar. Me indicaron por dónde se habían ido los asaltantes, los alcancé y conseguí memorizar la matricula, modelo y color del coche", ha escrito la médica en sus stories de Instagram, que ha ambientado con la música de Carmina Burana.
Carla tiene "lesiones en cuello y legua"
Tras su espeluznante relato, Carla ha querido tranquilizar a todos sus seguidores. Pese el susto, se encuentra bien, aunque con "lesiones en cuello y lengua", que le producen "dolor al tragar y al habla".
Además del dolor físico, los agresores le extrajeron joyas y el bolso, donde tenía su móvil y otros enseres personales. "Carece de importancia, al fin y al cabo es solo dinero", reconoce. Aunque admite que "el miedo" está todavía muy presente y es muy real "al recordar lo sucedido y la angustia de pensar que puede volver a pasarme".
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