El presentador de Telecinco se abre y revela su grave problema con el alcohol en sus noches de fiesta y desenfreno.
Jorge Javier Vázquez ha hecho este miércoles una sorprendente reflexión: sus problemas con el alcohol. Una adicción que le ha traído muchos quebraderos de cabeza al presentador de 'GH VIP', según ha contado este miércoles en su blog de Lecturas.
El presentador ha recordado que comenzó a beber cuando empezó a salir por locales gays: "Como me daba ansiedad entrar a un bar, nada más traspasar el umbral, me dirigía a la barra y me pedía una copa. Solo así lograba calmar el nerviosismo que me producía estar rodeado de homosexuales como yo".
"Ya la segunda o la tercera copa me la tomaba por aburrimiento", reconoce el catalán, bien "porque no encontraba con quién ligar o porque el que me gustaba pasaba de mí".
Pero, lejos de tirar la toalla e irse a casa, Jorge Javier seguía bebiendo a la espera de "una sorpresa que apareciera en el último instante". "Para la noche siempre he sido inasequible al desaliento", reconoce. "Por lo general, la sorpresa no aparecía y volvía a casa solo y desamparado. Y borracho. Pero como siembre he sido muy optimista volvía a salir, y a beber", explica el presentador.
Jorge Javier Vázquez: "Volvía a casa solo, desamparado y borracho"
Jorge Javier recuerda la peligrosa espiral en la que entró en su momento de mayor popularidad en televisión: "Durante los años en los que el trabajo ocupó la mayor parte de mi tiempo, usé el alcohol como ansiolítico".
"Era tal el nivel de adrenalina que soportábamos en los platós que llegaba el fin de semana y nos desmadrábamos. Fue una época divertida, no nos vamos a engañar. Nos iba bien y, luego, lo celebrábamos en almuerzos que se alargaban hasta bien entrada la noche, o en cenas que terminaban en desayunos", reflexiona.
El presentador de 'Sálvame' también lamenta las malas pasadas que le jugó el alcohol después de que fuera pillado en estado ebrio varias veces. "Existen numerosísimos testimonios gráficos en los que se me ve incluso dormido en el sofá de una discoteca. La gente se fotografiaba delante de mí como si fuera un animal de una especie en extinción", menciona.
"Muchas personas me envían esa fotografía para avergonzarme, pero la realidad es otra: vergüenza debería haberles dado a esas personas que no tuvieron la delicadeza de despertarme", critica el catalán, situación que provocó los disgustos de su madre. "Ya me dice mi madre: 'Ay, Jorge, es que yo no quiero que bebas para que no se rían de ti'. Y ahora, a mis 49 años, he pensado en lo importante que es reírse con uno y no de uno. Eso y el miedo", afirma.
"También he pensado mucho en el miedo. Cuánto tiempo he pasado pensando que un móvil indiscreto me ha cazado en una actitud bochornosa. Cuántas mañanas de remordimientos, de complejos de culpa, de arrepentimientos. Cuánto tiempo desperdiciado", concluye el presentador.
Sigue toda la información de El Televisero desde Facebook, X o Instagram