Kiko Hernández y su marido, Fran Antón, están atravesando uno de los peores momentos de su vida. El pasado martes, el actor y empresario anunció en redes que se había encadenado a las puertas de su local en el puerto de Melilla, tras ser clausurado por la Policía Local y no permitirle entrar a trabajar.
Fran aseguró que contaban con licencia, por lo que no entendían esta medida. Por tal motivo, decidió comenzar una huelga de hambre y encadenarse frente al establecimiento. Aunque en un primer momento solamente fue el empresario quien se encadenó, este miércoles Kiko Hernández se sumaba a su marido. Así lo ha comunicado él mismo durante una llamada a Carlota Corredera en 'No somos nadie'.
"¿Estás llorando? Solo te estoy escuchando yo", ha comenzado diciendo la presentadora gallega, antes de poner en contexto a la audiencia. "Tú tienes licencia hasta 2036 y se ha vendido el puerto a unos mexicanos que os quieren echar de allí", ha explicado la periodista. Además, ha contado que, aunque la ley está de su lado, puede pasar mucho tiempo hasta que los den la razón, y que en ese tiempo el local permanezca cerrado.
En ese momento, Carlota escuchaba cómo Kiko Hernández rompía a llorar. "Iros de allí, por favor", le pedía a su compañero, aunque sin explicar el motivo por el que le rogaba que se marcharan. Ante estas palabras de la presentadora, el resto de los colaboradores se mostraban muy preocupados, por lo que querían conocer más la situación de Kiko y Fran.
Kiko Hernández denuncia haber recibido "amenazas de muerte" de políticos
Ya algo más tranquilo, el colaborador explicó que los dos están encadenados y en huelga de hambre, hasta que les den una solución a su problema. "Ayer cogí el último avión y estamos juntos, pero han aprovechado que yo no estaba aquí", ha contado Kiko Hernández, quien pedía a Carlota Corredera que se conectara el altavoz para hablar de su situación públicamente.
Dicho y hecho. La presentadora ponía el altavoz para que el resto de colaboradores y la audiencia pudieran escucharle. "Yo he recibido amenazas muy fuertes de una persona muy importante de aquí. Son amenazas de muerte. Hoy no me ha dado tiempo, pero mañana iré a la Policía Nacional", ha revelado, señalando que no son solo amenazas hacia él, sino también hacia toda su familia.
Kiko Hernández se ha vuelto a romper al hablar con sus compañeros, a los que ha agradecido su apoyo. "Estamos con vosotros. Sé que Fran se siente responsable, pero no hay culpables", le ha intentado animar la presentadora. Sin embargo, él ha entonado el mea culpa: "La culpa la tengo, porque si fuera Perico el de los palotes no pasaría nada, pero esta gente tiene miedo a perder las elecciones", ha explicado entre lágrimas, dejando claro que detrás de esta campaña hay homofobia y racismo.
Kiko se niega a abadonar Melilla porque sería darles la razón
El exgran hermano ha explicado que él colaboró en varias ocasiones con el anterior gobierno local. Pero al cambiar el gobierno la situación se volvió muy complicada: "Lo estoy pagando". Incluso ha revelado haber recibido amenazas por parte de políticos: "Hay tres personas a las que adoro, son mis pequeñas y mi marido, a la mínima que haya riesgo, nos vamos de aquí y ya lo hay". Entre otras amenazas, le han dicho que le van a mandar a una persona para que cruce la frontera y no lo encuentren.
Pese a estas palabras de Kiko Hernández, desde el gobierno de Melilla aseguran que la licencia no es válida, ya que fue obtenida en 2013 y no se ha producido un cambio de titularidad por lo que el local no se puede mantener abierto. Al escuchar a su compañero tan roto, los colaboradores de 'No somos nadie' le han brindado todo su apoyo, y le han pedido que se marchara de la ciudad para ponerse a salvo. Sin embargo, él considera que eso sería darles la razón y dejar que se salgan con la suya, algo que no está dispuesto a permitir.
Sigue toda la información de El Televisero desde Facebook, X o Instagram




