La ambiciosa nueva serie de Telecinco, 'Ella Maldita alma', está generando gran expectación entre los seguidores de la televisión española. Actualmente en pleno rodaje en Conil de la Frontera, la ficción promete adentrarse en una trama intensa y conmovedora que aborda el amor, el conflicto y la lucha personal en tiempos difíciles.
La historia sigue a Fermín, un sacerdote interpretado por Maxi Iglesias, quien se ve envuelto en una situación que pondrá a prueba sus creencias y principios: enamorarse de la mujer de su primo Isaac, una ucraniana que escapa de la guerra en su país. La nueva producción de Mediaset, cargada de emoción y giros dramáticos, es un reflejo de las tensiones de la época actual y las complejidades de los sentimientos humanos.
Para conocerlo más de cerca, nos hemos trasladado hasta el pintoresco municipio de Conil, donde se encuentra el equipo de rodaje, para entrevistar en exclusiva a Maxi Iglesias, quien comparte con nosotros su visión sobre el personaje de Fermín. El actor, que se hizo popular en la mítica 'Física o Química', nos habla del desafío de interpretar a un hombre de fe atrapado entre sus deberes religiosos y su creciente pasión por una mujer marcada por el trauma de la guerra.
La trama, según Maxi Iglesias, explora los límites de la moralidad y la redención, mientras los personajes buscan su lugar en un mundo lleno de incertidumbre y dolor. La serie, que ya promete ser un éxito, profundiza en temas universales que cautivarán a la audiencia desde el primer capítulo. ¿Tiene el actor miedo a posibles críticas de organizaciones religiosas?
Maxi Iglesias, estamos en Conil de la Frontera, asistiendo al rodaje de 'Ella, maldita alma'. Además, hacemos esta entrevista justo en la plaza donde sucede toda la trama.
MAXI - Sí, sí, esta es la plaza y esta es la iglesia, la que es mi oficina, la oficina del personaje de Fermín. Contando todo un poco lo que sucede en las proximidades para relatar también esa presión que hay en el pueblo, las diferentes relaciones que hay en algo muy decisivo y muy determinante del hecho de que todo el mundo es consciente de todo, de todo lo que pasa y que enseguida se esparce por todos los grupos que hay.
Lo típico de los pueblos, que todo se sabe.
MAXI - Claro, entre la iglesia, el bar al que acude la mayoría de la gente, el ayuntamiento y luego las calles vecinas y la casa parroquial que está allí también, como que eso también hace que se transmita esa presión, esa tensión...
¿Cómo es el padre Fermín?
MAXI - El padre Fermín es un hombre que está contento, satisfecho con la vida que lleva y que de repente de la noche a la mañana se le complica. Entonces, bueno, en este caso lleva sotana, trabaja en la iglesia, pero le podría pasar a cualquiera.
Se complica porque se enamora siendo un cura, que esto lo tenemos que decir.
MAXI - Sí, al final es que yo sigo muchas veces en las entrevistas manteniendo un poco la incógnita y es lo primero que sale en el tráiler. Esto está permitido decirlo. Además, en el primer capítulo ya aparece. Sí, se deja ver.
¿Cómo es este triángulo amoroso que se ha formado aquí con el primo de Fermín y su mujer?
MAXI - Bueno, el conflicto viene de que Fermín percibe a Isaac como un hermano del que no pudo disfrutar más, ni cuidar lo que le hubiera gustado. Y el regreso a su vida y a vivir tan cerca el uno del otro con lo que eso conlleva es algo ya intenso, pero si encima le añades que se enamora de su mujer, Fermín está perdido. Fermín no es él. Fermín es el caballo perdedor, porque no puede agarrarse a nada. Está traicionando su fe, está traicionando al que es su hermano y me gustaba mucho el personaje justo por eso, porque quizá vengo de hacer personajes que estaban planteados como para ser los triunfadores o el que al final se acaba llevando a la chica, o llevado al ámbito que sea, pero que no le va mal. Y a este Fermín le va muy mal. En todo. Le va muy mal.
En el Festival de Cádiz contaste también un poco que te habías unido un poco a la fe.
MAXI - Bueno, intento transmitir el conflicto que tiene Fermín por la devoción que siente y hasta qué punto es capaz de sostener esa devoción.
Entiendo que te pones la sotana y ya te colocas de alguna forma.
MAXI - O sea, como cualquier otro uniforme, conlleva un respeto por esa profesión o esa responsabilidad que tienes. Y sin ser ningún superhéroe, pero es un poco, como decía Spiderman, "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Ese gran poder a Fermín le viene de la mano de Jesucristo, de Dios todopoderoso, y él se ve incapaz de ser ese nexo entre él y su grupo de feligreses. Esa gente que tanto, no te puedo decir a lo mejor admirado, pero sí le han respetado por lo que él ayuda a transmitir y trata de cohesionar a todos ellos, porque él al final intercede por todos. Es casi una labor más incluso política que eclesiástica. De hecho, en el capítulo 1 se dice en una chirigota, que le cantan: "Fermín presidente". No porque sea más bueno o más malo, sino por el hecho de cómo se esfuerza por la labor de todos los diferentes grupos que hay en el pueblo.
¿Tenéis miedo de cómo puede recibir el público que se hable de la fe, de un cura que de repente se enamora...? Más después de la que se ha liado con la estampita de Lalachus en las campanadas.
MAXI - Yo es que parto de la base de que en general hay mucha crispación. Entonces, yo estoy ayudando a contar esta historia. En cuanto empecé a preguntar, llegaron a mí muchos casos reales de situaciones parecidas o totalmente muy similares a lo que sucede en La Isleta con el padre Fermín. Entonces, dije: "Bueno, creo que estamos contando algo que por lo menos es real". Entonces, pues como todo, te podrá gustar más, te podrá gustar menos. Si no te gusta, siempre tienes la opción de dejar de verlo. Y si te apetece ver cómo esos personajes interfieren y desarrollan esas preocupaciones, pues adelante, creo que es una serie que da mucho para eso, porque sí que ahonda en cómo los diferentes personajes se relacionan y sufren también a nivel individual.
¿Cómo se está portando Conil de la Frontera con este rodaje?
MAXI - Yo, por lo que oigo y percibo, la gente está contenta de tener aquí un rodaje, hay mucha gente que se asoma cuando estamos en exteriores un poco a ver y al final, una de las cosas que más les sorprende es que somos muchos en el equipo y tenemos que hospedarnos, comer, trasladarnos y utilizar según qué medio de transporte. Eso es una economía que queda aquí y ojalá que después traiga a otra. Por eso siempre creo que al final los rodajes ayudan mucho a conocer o que apetezca descubrir esa localidad o incluso ese país.
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