La muy indigesta despedida de Emma García en ‘Fiesta’ por culpa de un colaborador

Este domingo, Emma García pasaba un muy mal trago en ‘Fiesta’. Y nunca mejor dicho, pues la presentadora tuvo que contemplar, estupefacta, cómo José Ángel Leiras aceptaba beberse su propia orina como método para rejuvenecer. El programa vespertino de Telecinco dedicaba el tramo final de su emisión a debatir sobre las controvertidas terapias para mantenerse joven.

Una de ellas consiste, precisamente, en beberse la orina propia. Para conocer mejor cómo funciona esta supuesta terapia de rejuvenecimiento, ‘Fiesta’ conectaba con la terapeuta Suama Fraile. Emma quiso saber cuándo comenzó a practicar esta terapia. «Fue hace unos 7 años y somos miles las personas que lo hacemos. Esto es una medicina interna gratuita. Yo estaba llena de enfermedades y a día de hoy no hay ninguna. Además, me ha rejuvenecido sin haberme hecho nada en la piel. Pagamos miles de euros por cosméticos que llevan urea y tú la llevas contigo gratis», aseguraba la terapeuta.

Además, Fraile defendió que no eliminamos toxinas por la orina y también explicó que lo mejor es beberse la orina de la mañana: «Es la más recomendable porque es la que va más cargada de hormonas y minerales. Madonna practica la orinoterapia». Acto seguido, la invitada se bebía un vaso de su propia orina. «Este es el mejor licor que te puedes beber», añadía ante la total incredulidad de Emma García y el resto de colaboradores.

Emma García, a Leiras: «¿Se puede ser más tonto?»

La terapeuta también confesó que hace años tomaba mucho alcohol y cocaína, pero que ahora está sana. «Es que claro, si venías de ahí, más sana estás”, comentaba la presentadora. Sin embargo, para sorpresa de todos los presentes en el plató, el periodista y colaborador José Ángel Leiras aceptaba el reto de beberse su propia orina en directo. «¿De verdad que te vas a beber eso?”, le preguntaba en shock la conductora del programa.

Ni corto ni perezoso, el periodista lo intentó y, con cara de sufrimiento, conseguía darle un sorbo a su propia micción. Pero lo escupía inmediatamente, incapaz de tragarla. «¿Se puede ser más tonto?», le espetaba Emma García con mala cara antes de despedirse: «Espero que los espectadores hayan terminado mejor que yo, porque tengo el cuerpo revuelto».