Lydia Lozano deja de una sola pieza a Jorge Javier con su indigestísimo corte en ‘Sálvame’

Jorge Javier Vázquez ha ido a buscar a Lydia Lozano a su casa tras amenazar con dejar ‘Sálvame’ pero el recibimiento no ha sido el esperado.

Una semana después de que se destapara el escándalo y se revelara que Lydia Lozano habría acudido a un local de intercambio de parejas junto a su marido y días después de decir que abandonaba para siempre ‘Sálvame’; Lydia Lozano ha sido la gran protagonista del regreso del ‘Ding Dong’, la sección en la que Jorge Javier Vázquez visita casas de anónimos y de famosos.

Así, Jorge Javier Vázquez iba en busca de Lydia Lozano después de tres días sin aparecer por el programa. «Toca un ding dong muy especial. Me voy a presentar en casa de la persona que es protagonista de la última semana. Una persona que se ha visto envuelta en muchísimas polémicas y vamos a intentar establecer conexión con ella y saber cómo se encuentra y cómo se ha enfrentado a la crisis en la que se ha visto envuelta», aseveraba el presentador.

A la vuelta de la publicidad, Jorge Javier Vázquez revelaba que se trataba de Lydia Lozano y llamaba al timbre. Enseguida, salía Lydia Lozano con el abrigo puesto y dispuesta a abandonar su casa para dirigirse al plató. Pero su primer encuentro con Jorge Javier Vázquez ha sido tenso. Y no ha dudado en darle un corte que dejaba planchado al presentador.

«Como está Mediaset ahora, ¿no? Que me viene a buscar el presentador«, soltaba Lydia Lozano de primeras. «¿O es la mala conciencia?«, añadía la colaboradora dejando completamente descolocado a Jorge Javier. «¿La mía?», se preguntaba el presentador. «Yo no tengo ninguna mala conciencia, yo creo que has ido a lugares de intercambio si vamos por ahí. ¿Por qué sales tan chula?», le recriminaba Jorge Javier.

«No me das dos besos. ¿Quién te ha aleccionado?», le soltaba entonces Jorge Javier. «Mira vamos a hacerlo como tú eres, venga vuelve a entrar», le animaba el presentador llamando al telefonillo de nuevo. Tras ello, Lydia Lozano hacía el paripé y volvía a salir. «Hola Jorge, ¡qué alegría que me vengas a buscar!», decía con sorna. «Era otra la que ha salido», aseveraba. «Era otra, pero esta ya eres tú», le comentaba el catalán provocando que Lydia se echara a llorar.

En ese sentido, Jorge Javier le decía que la gente quiere ver a la «Lydia de siempre» . «Me había propuesto no llorar, se lo había prometido a mi madre», reconocía Lydia. «Pues te ha durado poco el compromiso», le replicaba Jorge Javier. «Llevo llorando sin parar desde el viernes. Tengo que tener cuidado que sino me va a dar un infarto como dijo ayer mi amiga Carmen Alcayde», recalcaba dejando claro que estaba muy dolida y decepcionada con Carmen Alcayde.

«Todo dios me ha dicho que deje ‘Sálvame'»

«He pasado un fin de semana horroroso. Porque además todo el mundo opina. Me han dicho que deje el trabajo. Si tu a mi me cuentas que tienes un problema en el trabajo nunca te diría que dejes el trabajo sino que te escucharía», se quejaba Lydia Lozano. «¿Quién te ha dicho que dejes el trabajo?», se preguntaba Jorge Javier. «Todo dios», respondía ella aludiendo a sus amigos.

«Todo el mundo tiene problemas en los trabajos. Y encima diciendo ‘pero si estás forrada para que necesitas ir a trabajar’. Que a mi me encanta trabajar. Yo tengo 62 años, ¿por qué me tengo que jubilar?», se preguntaba Lydia Lozano molesta por cómo habían reaccionado gente de su entorno.

«Unos se cogen una baja y yo me he cogido tres días. Ya está, que no he dejado ningún programa estancado, porque yo soy muy generosa. Y si yo remo a favor de obra, pero yo todos los juegos no me los sé», sentenciaba después de lo que dijo Carmen Alcayde de que ella lo único que había hecho era jugar a ‘Sálvame‘.

Tras ello, Jorge Javier le preguntaba si «¿Tienes ganas de volver?». «Por una parte sí, pero estoy muy nerviosa», contestaba ella. «Yo soy muy feliz en el trabajo. Disfruto y me lo paso muy bien. Si tengo que ir 4 días voy, nunca me quejo. Me dijeron haz el Mediafest y lo hice, me fui porque tenía dolor físico no porque no me gustara», concluía Lydia.