Jesús Vázquez habla en estos inapelables términos de Paolo Vasile ante su salida de Mediaset

Hablamos con Jesús Vázquez sobre el estreno de ‘Para toda la vida: The bachelorette’, el nuevo dating que llega a Telecinco.

Telecinco estrena este lunes ‘Para toda la vida: The bachelorette‘, su nuevo dating show presentado por Jesús Vázquez en el que Sheila Martori tratará de encontrar al hombre de su vida entre los 20 jóvenes solteros que están dispuestos a conquistarla a través de las citas y de esta romántica aventura que les llevará a lugares tan exóticos como Estambul, Miconos o la Capadocia, entre otros.

Con ‘Para toda la vida: The bachelorette’, Jesús Vázquez se mantiene ligado a los dating show y a los programas de búsqueda del amor tras presentar la última etapa de ‘Mujeres, hombres y viceversa’, ‘First Dates Crucero’ y el fugaz ‘First Dates Café’.

Con motivo del estreno de este nuevo espacio basado en el exitoso formato ‘The bachelor’ hablamos con Jesús Vázquez en esta entrevista. El presentador gallego nos cuenta cómo ha sido trabajar codo a coco con Sheila, cómo ha sido ser su ‘hermano mayor’ y sobre la salida de Paolo Vasile y la nueva etapa que se abre en Mediaset.

Son muchos años haciendo televisión y aún se ve como mantienes la ilusión con cada proyecto que haces.

Cómo no voy a mantener la ilusión, mi trabajo es maravilloso. Más allá de trabajo son experiencias increíbles. Y además he tenido la suerte de que a lo largo de mi carrera he podido ir haciendo check a programas que tenía muchas ganas de hacer al menos una vez en mi vida. Y dentro del terreno de los dating, ‘The bachelorette’ es el gran programa. Yo veo mucho tele de EEUU y este formato lo tenía fichado. Y siempre decía «bueno, no sé si lo haré ya, pero si volviera a hacer un dating me gustaría que fuera The Bachelor». Entonces el día que me llamaron para proponérmelo ni lo pensé, es una satisfacción personal y a la vez profesional.

Sheila, la protagonista del programa, es una chica independiente, de éxito, guapa, etc. ¿Qué hace que, hoy en día, una persona así haya tenido problemas para encontrar el amor?

Pues no lo sé, supongo que la vida que vivimos tan loca, tan ajetreada, tanta red social, tanto móvil, tanto virtualismo… Con todo eso, se ha perdido un poco. Yo que ya tengo una edad soy de la época de antes de las aplicaciones, ahora la gente entra a Tinder o Grindr y hace un match, quedan, echan un polvo y se van a su casa y casi ni han hablado. Entre el estrés, la vida, el ligar se ha convertido en una cosa como old fashion y a la gente le cuesta encontrar el amor. También encontrar el amor es jodidamente difícil, no es una cosa que se encuentre cada fin de semana. Tampoco pasa nada por no encontrarlo, hay que vivir, hay que disfrutar, hay que relacionarse, hay que tener historias.

Hablas de que ligar es algo old fashion, ¿te ha llamado la atención algo de como han tratado de conquistarla los solteros?

Ellos lo hacen muy bien, pero no sé si están tan entrenados como estábamos antes [ríe]. O quizá es que esta chica les gusta mucho y les impresiona. Porque Sheila tiene algo que de verdad impresiona cuando estás con ella en las distancias cortas. Cuando se plantaba con ellos, ellos se derrumbaban, se desesperaban y lloraban más que ella. Sheila es una persona que va con toda la emoción dentro, pero que te aguanta la mirada. A veces, incluso eres tú el que dice “no me mires así, que me estoy poniendo nervioso”. Y ella juega muy bien con esa baza.

En este programa además de presentar haces de consejero del amor y ‘hermano mayor’, ¿cómo has llevado esa parte?

Me ha gustado mucho porque ella es una niña estupenda. Y como cuenta ella en el programa ha tenido algunas experiencias bastante negativas a nivel afectivo que le han marcado mucho y que hicieron que cerrara su corazón. Pero cuando intimas un poco con ella ves que detrás hay una niña de 26 años con muy buenos valores, con muy buenos principios y con muy buen corazón a la que, en el fondo, le encantaría volver a enamorarse. Y para mí esto es un bombón. Una chica así, cariñosa, simpática, inteligente, empoderada… Vamos, es el sueño de cualquier gay como mejor amiga (risas).

Y es verdad que tuvimos mucha química desde el minuto uno. Suena a tópico, pero es cierto que es difícil que entre una mujer y un hombre heterosexual se cree esto porque siempre está la barrera sexual y la tensión que se pueda crear. Entonces como en mi caso eso es imposible, desde el principio entablamos una relación muy bonita. Ella me lo cuenta todo. De hecho les conozco a todos mejor que sus madres (risas).

Se habla mucho de que este programa ha sido una experiencia vital, ¿En la televisión hay más verdad de la que parece?

Si en la televisión no hay verdad, la cosa no funciona. Yo lo digo siempre: llevo 32 años haciendo tele, y cuando no siento que lo que estoy haciendo es verdad, casi siempre pasa que el producto no funciona. Y aunque la gente se crea que no, que todo esto está inventado, cuando juegas con sentimientos y emociones y uno pone la carne en el asador, sale la verdad. No hace falta que sea el amor para toda la vida, hay otro tipo de emociones compartidas que son verdad en la televisión. Nosotros podemos intentar hacer un guion, pero cuando la gente pone el corazón, los sentimientos, las ganas y la pasión encima de la mesa, no hay guion que lo resista.

De hecho, nosotros hacíamos nuestras quinielas, nuestros guiones y nuestras escaletas en base a lo que se había podido ver en las citas, pero luego llegaba Sheila y hacía cosas que no nos las esperábamos. De repente se rompe el programa porque no solo no le ha dado la rosa a quien nosotros nos esperábamos, sino que se ha cabreado con otro y dice que no sigue la ceremonia. Entonces todo lo que pasa es muy de verdad.

¿Cómo ha sido el equilibrio de implicarte en las historias pero a la vez estar al margen siendo el presentador?

Ese ha sido mi juego. En la presentación se dijo que se me iba a ver en otro perfil. Y a ver yo soy el de siempre haciendo el payaso igual que siempre y siendo igual de empático que siempre, porque siempre me pongo en la piel del otro y pienso cómo lo estará pasando e intento ayudarle. Pero en este programa me sujetaban todo el rato las riendas. Me decían ‘no te mezcles tanto. Tú eres el maestro de ceremonias, tú eres el coach de todos por igual, no puedes tomar partido, no puedes que te de más pena uno que otro’. Entonces había momentos en los que yo no me podía meter, porque era cosa de ellos. Es algo que me ha costado. He trabajado mucho para contenerme, estoy muy maduro y muy parcial.

¿Cómo ha sido tu relación con los pretendientes? ¿Ha habido alguna historia que te haya llamado la atención?

Pues es que detrás de cada uno de los 20 hay una historia. Yo he hecho programas de todo tipo, pero en los talents no te da tiempo a ver quién está detrás de una voz maravillosa. Haces un pequeño vídeo, pero más allá de eso no sabes nada más. Aquí no. Aquí descubres personas, y todas las personas tenemos una historia detrás. Una historia de desengaños, de lo que nos ha costado salir adelante, de familias desestructuradas, de problemas con tus padres… Y entonces claro que se establecen vínculos con ellos.

¿Has sufrido cuando alguno era descartado?

Claro, porque los conoces, y también te cuentan. Para ellos también es difícil porque uno siempre se protege en el amor. Cuando uno nota que el corazón le empieza a latir piensa que va a hacer el ridículo porque le va a decir que no, que se va a tener que ir a su pueblo y todo esto lo tenían ellos en la cabeza. Nuestro trabajo era decirles que abriesen el corazón, que nosotros les íbamos a proteger, a cuidar y que se iban a ir yendo uno por uno, porque al final ella iba a elegir a alguien o a nadie. Y te da pena, porque pasas tiempo con ellos y hablas y te cuentan. Esto es más que un programa de TV, es una experiencia vital de la que me siento muy orgulloso de participar.

Sin saber cuál es la decisión final de Sheila, ¿estás de acuerdo?

Me gusta muchísimo cómo acaba el programa y estoy totalmente 100% de acuerdo con su decisión. Ella es más feliz después de terminar el programa que antes de llegar y eso es sobre todo lo más importante.

Desde tu experiencia personal, ¿cuál dirías que es la receta para un amor para toda la vida?

No hay recetas, cada uno construye su historia de amor como puede y como le va saliendo en la vida. Hay recetas que funcionan para unos y para otros no. Yo creo que hay que tener mucha tolerancia, mucha empatía con tu pareja, mucho ponerte en su piel porque a veces tu pareja hace cosas que a ti no te gustan, pero cuántas veces haces tú cosas que a tu pareja le revientan y no lo dice y te cubre. Hay que pensar todo el rato eso porque es así. Y luego creo que hay que regar todos los días un poquito, todos los días hay que hacer una pequeña cosa, una cosa que rompa la rutina. Por ejemplo un WhatsApp, un emoticono, mándale una rosa, hay que echarle un poquito de agua porque es como las plantas, sino se secan.

Lo que si es para toda la vida es tu idilio con Mediaset. ¿Cómo afrontas la nueva etapa y la marcha de Paolo Vasile?

Es un tema del que prefiero no hablar mucho. Me remito a que Mediaset y yo vivimos una larguísima historia de amor. Con Paolo he hecho los mejores programas de mi vida.  Y eso es algo que nadie ni nada va a cambiar pase lo que pase a partir de ahora y es algo que le debo. Siempre estaré en deuda con Paolo porque es el que trajo a España ‘Gran Hermano, ‘Supervivientes’, ‘La Voz’ y el que me dio ‘Operación Triunfo’. Todos los programas en los que yo he crecido como persona y como profesional, todos me los ha traído él, incluso ‘The Bachelorette’. Ahora viene un cambio de ciclo, y bienvenido sea, pero que quede constancia de todo esto.

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