Petra Martínez confiesa el alto precio que paga por ser actriz de 'La que se avecina': "Me pareció muy..."

La actriz Petra Martínez ha reconocido que personas cercanas a ella le hicieron el vacío por trabajar en 'La que se avecina'.

Para la gente joven, hablar de Petra Martínez es hablar de doña Fina de 'La que se avecina'. Un papel que le ha dado muchísimas alegrías, pero también le ha llevado por el camino de la amargura, como así ha reconocido ella misma. Ahora, la actriz atraviesa un excelente momento profesional que podría culminar con el Goya a la Mejor actriz por ‘La vida era eso’ de David Martín de los Santos.

Precisamente con sus rivales en la categoría, Emma Suárez y Blanca Portillo, charló en un encuentro organizado por la Academia de cine en Valencia. Durante la charla, la actriz reconoció el rechazo que sufrió por parte de sus más allegados cuando decidió aceptar el papel en la comedia de Telecinco. Según contó, dos personas muy cercanas a ella le retiraron la palabra tras conocer que estaría en 'La que se avecina'.

"Yo lo que quiero es divertirme. Tengo dos amigos que no me hablan por trabajar en 'La que se avecina'. Me dijeron: '¿No te da vergüenza?'. Les respondí que no y me contestaron: 'Pues debería dártela’. Yo tampoco les hablo a ellos, claro. Me pareció muy divertido hacer una serie así, en la que hago lo que quiero. Soy mala sin necesidad de ser mala. Ser mala porque sí no me había pasado nunca", explicaba Petra, con total naturalidad y la ironía que la caracteriza.

El papel que podría hacerle ganar el Goya a Mejor actriz

A sus 77 años, fue hace dos cuando le dieron por primera vez un papel de protagonista, en el debut de David Martín de los Santos. Ahora, el papel de Josefina en ‘La vida era eso’ le podría hacer ganar su primer goya. Así define Petra a su personaje: "Es un personaje que está como dormido, con una vida cotidiana monótona y dura. Para mí es una campeona porque es una de esas mujeres que están acostumbradas a tirar del carro, a no ser nunca el centro de atención y a que nadie les dé las gracias. Está muy bien reivindicar a esa gente anónima".

"Creo que muchas veces nos comunicamos mejor desde el silencio y, en este caso, mi compañero, Roberto Álamo también estaba de acuerdo. Así que, en las escenas que rodábamos juntos, muchas veces planteábamos al director que algunos diálogos eran innecesarios, y él aceptó nuestra propuesta", concluye la actriz.