Ana Rosa toma una dura decisión que afecta al futuro de su programa en Telecinco: «Es algo necesario»

Ana Rosa Quintana ha anunciado en su programa de Telecinco las medidas de seguridad adoptadas a partir de ahora por la cepa británica.

La tercera ola del coronavirus sigue su expansión imparable. Y en parte, es la cepa británica, mucho más contagiosa y que en un principio parecía tener un impacto marginal, la que está propiciando que ese ritmo de contagios se incremente exponencialmente. Con una tasa de incidencia muy superior a la media europea. Por esta razón, Ana Rosa Quintana comenzaba su programa anunciando medidas drásticas.

Medidas de seguridad, por precaución, que se van a adoptar a partir de ahora en su matinal. Hay que recordar que desde el inicio de la pandemia en este y en la inmensa mayoría de espacios de televisión, se prescindía de público. Del mismo modo que parte del equipo de los programas pasaba al teletrabajo.

Pues bien, a esto hay que sumar lo que Quintana ha explicado a su audiencia este lunes. Y es que, a raíz de esa variante británica que parece ser mucho más transmisible y más resistente incluso a los anticuerpos, se ha tomado la drástica decisión de contar con menos colaboradores en la mesa del debate.

«A partir de ahora verán esta mesa más vacía de lo habitual»

También se ha acordado ampliar las distancias con los intervinientes en el plató y evitar las reuniones previas con el equipo y en redacción. Además de que fuera del trabajo deben tener el más mínimo contacto con el entorno personal; ni siquiera en fin de semana. Ana Rosa explicaba el por qué de todo esto.

«A partir de ahora verán esta mesa más vacía de lo habitual, y es porque vamos a extremar las medidas de seguridad, porque es algo necesario ante la cepa británica, que es mucho más contagiosa», empezaba destacando y mostrando su gran preocupación por los datos de la nueva ola en España.

Y ha continuado: «Esto es lo más cerca que me verán de Patricia Pardo, porque tenemos que protegernos. Ella es mi sustituta si yo no puedo venir, por lo que con ella extremamos todavía más las precauciones, ni siquiera acude a la redacción o a las reuniones para no estar en contacto con más personas. Si una falla, tiene que estar la otra, por lo que incluso ni los fines de semana podemos ver a nadie, aunque resulte doloroso».

En ese momento, Patricia Pardo tomaba la palabra y suscribía lo que su compañera estaba afirmando. «Es cierto, tenemos que tener muchísimo cuidado con todo el material, incluso con los micrófonos o los ordenadores, y cada uno utiliza solo el suyo para cuidarnos. Hasta cuando estamos haciendo algo fuera, como el otro día en la conexión en el ‘parking’, tenemos que tener muchísimo cuidado con todo», insistía.

Acto seguido, Quintana recordaba las medidas que ya se habían tomado con anterioridad detrás de las cámaras. «Ya saben que el 40% del equipo está trabajando desde sus casas desde el inicio de la pandemia. Tenemos muchos menos cámaras, no hay público en el plató. Pero hay que dar un paso más y extremar las medidas. Hay que cuidarse, que cumplir con las medidas, hay que ser más cívicos que nunca», sentenciaba.

Ana Rosa defiende el hospital Isabel Zendal: «Me niego a que se critique»

En otro orden de cosas, Ana Rosa se ha mostrado un tanto crispada cuando los pocos colaboradores que han participado en la mesa de su programa han vuelto a arremeter duramente contra el hospital Isabel Zendal que el gobierno de Isabel Díaz Ayuso ponía en marcha hace varias semanas.

Unas instalaciones creadas en tiempo récord con el propósito de acoger a todos los pacientes covid que no podían albergar los hospitales de la Comunidad de Madrid por una presión hospitalaria creciente. Todo ello sin exención de polémicas por la mala gestión, la falta de personal y sobre todo de recursos.

Así, Ana Rosa hacía esta férrea defensa: «Criticar que se haya hecho un hospital público… Tendrá problemas, claro, acaba de ser construido, un día no funcionará un baño, se atascará una tubería… Pero es alucinante que se critique, sobre todo porque van a abrir el tercer pabellón. Es más, si yo me pongo mala, que me lleven al Zendal».

Un tono que ha ido aumentando conforme se abría y encendía el debate entre los tertulianos que colaboraban este lunes. «Si el Zendal está evitando que haya enfermos en los pasillos de otros hospitales, bien hecho está. Me niego a que se critique un hospital público. Es una barbaridad«, ha zanjado la presentadora de las mañanas de Telecinco.

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