Pablo Iglesias se desdice ahora de su comentario machista sobre Mariló Montero

El líder de Podemos ha pedido perdón por su polémico comentario a la entonces presentadora de ‘La mañana de La 1’.

Pablo Iglesias tenía este jueves una cita muy importante en el Senado: la comparecencia en la comisión de financiación de los partidos políticos para responder sobre las causas que ya están archivadas sobre las acusaciones de financiación ilegal por parte de los regímenes venezolano e iraní. En las cuatro horas de la comparecencia, el líder de Podemos ha asegurado que su partido «no ha recibido dinero del Gobierno de Venezuela».

También ha aprovechado para desdecirse de algunas palabras que dijo en su día sobre el régimen de Venezuela. «No comparto algunas cosas que dije en el pasado. Rectificar en política está bien», expresaba con un tono conciliador.

Ya que se ponía a reconocer sus errores del pasado, Iglesias aprovechó también para pedir perdón por un polémico comentario machista que hizo sobre Mariló Montero que hoy califica como «imperdonable»: «Lo que uno puede hacer es pedir disculpas y decir esto lo hice mal«, afirmaba. Para este polémico comentario hay que retrotraerse a cuando la presentadora se hacía cargo de ‘La mañana de La 1’ y un mensaje de Telegram a su compañero Juan Carlos Monedero en el que aseguraba que «la azotaría hasta sangrar» que se filtró a la prensa.

En aquel momento, Pablo Iglesias se excusó en que se trataba de una broma, pero ahora con el paso del tiempo y en el año del metoo Iglesias ha querido pedir disculpas y asegurar que «A veces he hecho comentarios que cuando lees después dices ‘es impresentable’«.

Por el momento, Mariló Montero no se ha pronunciado sobre este perdón aunque si que hace unos días, la periodista aprovechando el resultado de las elecciones andaluzas escribió un artículo de opinión en el Diario de Sevilla en el que aprovechó para cuestionar los discursos políticos que se habían utilizado en la campaña refiriéndose fundamentalmente a VOX pero también a Podemos: «Partidos que crecen como setas a golpe de irascibilidad puntual pero sin un buen proyecto futuro. Políticos que desde su tribuna mienten cuando declaran que son feministas y desean azotar a periodistas hasta hacerlas sangrar, aplaudidos por feminazis».