Al borde de que finalice este extraño verano de mal tiempo y si eres de los que aún no ha hecho vacaciones, te habrás dado cuenta que la alternativa de quedarse en casa matando las horas viendo la tele tampoco ha sido un gran plan. Y es que la nostalgia de una verdadera programación veraniega me ha invadido sin remedio. Y sin ninguna solución. ¿Qué fue de las series de verano?
Recuerdo que en mis años de juventud, al terminar las clases, se presentaba un largo verano de playa, piscina, cuadernillos Rubio y series en la tele. La mayoría de ellas ya las teníamos más que vistas, pero sin duda alguna era el aliciente de las vacaciones. Dawson crece; Xena, la princesa guerrera, Buffy cazavampiros; Los vigilantes de la playa; Lois y Clark; El príncipe de Bel-Air. Hasta Verano azul. Horas y horas delante de la pantalla disfrutando de aventuras ya conocidas, aunque siempre se colaba algún capítulo que no habíamos visto.
Desde hace unos años, esta programación veraniega se ha acabado. Cadenas como Telecinco, Antena 3, Cuatro o La Sexta, incluso la mismísima Tve1, han dejado de ofrecer un respiro a sus programaciones en verano. Continuamos con los mismos programas que el resto del año, dándoles a los presentadores de los talk shows vacaciones y colocando a sustitutos. El programa de Ana Rosa o Espejo público pasan a ser El programa de verano o Espejo público de verano. Incluso los fines de semana, en lugar de aportar contenidos más frescos, estas cadenas se limitan a reponer programas del prime time de días anteriores.
El hecho de que la mayoría de programas hayan sido grabados previamente, permite concentrar las grabaciones para disponer de capítulos suficientes para todo el año. Por eso tenemos Mujeres y hombres y viceversa todo el año, al igual que La ruleta de la suerte o De buena ley. Sin novedades. Sin refrescar la programación. Sin series de verano. Simple y llana programación enlatada.
La única alternativa para disfrutar de una programación más amena y entretenida, huyendo de los convencionalismos de las cadenas generalistas, es recurrir a la cada vez mayor oferta de los canales temáticos de la TDT. Aún así, esta nueva oferta también difiere de lo que recordamos y anhelamos como programación de verano. No es que estas nuevas cadenas no se nutran de series nostálgicas y queridas por los espectadores, pero la tendencia es cada vez más o ofrecer contenidos muy concretos: programas de reformas del hogar, de cupcakes, de cambio de estilo, de vestidos de novias, de cómo se construye algo, de fobias...
¿Entonces, qué nos queda a los espectadores en verano? La tendencia es aprovechar el tiempo libre para disfrutar de las series americanas que no hemos podido seguir al día durante el resto del año. Juego de Tronos, The Walking Dead, Orange is the new black, Homeland, Girls, True detective nos esperan. Pero siempre quedará en el recuerdo aquellos veranos llenos de series míticas que ya no volverán.
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