Escapar de la tele en abierto para tocar el cielo: de 'La Mesías' a 'Sálvese quien pueda'
La televisión convencional se ha convertido en un lugar decadente cuando dos productos como ‘La Mesías’ y ‘Sálvese quien pueda’ ya no tienen sitio en ella.
La televisión convencional se ha convertido en un lugar decadente cuando dos productos como ‘La Mesías’ y ‘Sálvese quien pueda’ ya no tienen sitio en ella.
La televisión estos días nos ha recordado que sigue siendo útil cuando el pulso de la actualidad late, pero también que su capacidad para retorcer la verdad sigue intacta cuando le interesa deformar los hechos.
La moral ya no se difunde desde los púlpitos eclesiásticos, ahora se esparce desde los platós de televisión. La derecha ha tomado el control de la mayoría de espacios y cuesta encontrar voces discordantes con el discurso hegemónico.
TVE ya no va a remolque, ahora es ella la que marca el paso. Con la presión añadida que supone tener que rendir cuentas con el pueblo, la cadena pública ha sabido arriesgar e invertir en una programación con sello propio. Una oferta que combina sin sobresaltos el entretenimiento más nostálgico con formatos que rompen con los modelos establecidos.
Son muchos los opinadores que han encontrado un filón en lo de Daniel Sancho para hacerse un hueco en los programas de televisión, la mayoría de veces para hablar de la nada o para decir obviedades.
Nada ha funcionado este verano en Telecinco. No se puede decir que no lo hayan intentado con una batería de estrenos cuantiosa en volumen, pero tremendamente estéril en productividad.
Entrevistas con Pablo Motos, Ana Rosa, Carlos Alsina, Wyoming o Piqueras: Pedro Sánchez se ha enfangado en terrenos pantanosos para captar adeptos poco dados al progresismo.
Acaba ‘Sálvame’, y con ello se pone fin a una vida, a un universo propio que se ha abierto cada tarde al mundo para que los espectadores tuvieran acceso directo a las emociones de sus protagonistas.
¿Por qué termina ‘Sálvame’? Esa es la gran pregunta que nos hacemos todos. Analizamos las decisiones tomadas y sus consecuencias, con el replanteamiento de un nuevo modelo de televisión que ya nace fallido.
Han pasado ya algunos días desde que el programa de TV3 ‘Està passant’ decidió hacer un gag con la Virgen del Rocío. Lo sé, ya no se habla prácticamente del tema, pero como la actualidad televisiva de esta semana tampoco ha dado para mucho y yo el domingo pasado estaba de vacaciones, no he encontrado mejor momento para abordar la polémica.