María Eugenia Yagüe lanza la pregunta que muchos se hacen sobre Bárbara Rey y su 'De Viernes'

Adela González le ha pedido a María Eugenia Yagüe en 'Mañaneros' que se mojara sobre la entrevista de Bárbara Rey en Telecinco, hablando de su relación con Juan Carlos I como nunca antes y del famoso chantaje. Y la periodista y colaboradora no se ha cortado un pelo: "No contó nada nuevo, siguió mintiendo, ha mentido mucho, mucho, y lo encontré de una desfachatez asombrosa". Así ha sentenciado el testimonio de la vedette ante Santi Acosta, autor del scoop.

Acto seguido, aprovechando la participación del periodista y escritor Javier Chicote, conocedor del tema y uno de los autores del libro 'El jefe de los espías' sobre el archivo secreto de Emilio A. Manglano, consejero del rey emérito y Director del CESID, Yagüe ha lanzado una pregunta que muchos se hacen.

"A mi me llama la atención que en todos esos años no se haya tenido en cuenta por parte del Estado, del Gobierno o de las autoridades pertinentes que esta señora había cometido un delito que está tipificado en el Código Penal, que es la extorsión. ¿Nadie pensó en algún momento en denunciarla?", ha planteado María Eugenia Yagüe sobre ese chantaje que ella admitió utilizando la palabra "préstamo".

Por otro lado, la tertuliana de las mañanas de TVE ha puesto sobre la mesa la comisión de un fraude fiscal y ha criticado que esta cuestión no se planteara en la entrevista que Santi Acosta le hizo a Bárbara Rey. "Estoy segura de que no tributó a Hacienda por los 600 millones de pesetas que recibió, que ese también es un delito grave. ¿Cómo eso ni se mencionó ayer ni se tuvo en cuenta?", ha cuestionado.

Ante estas preguntas de María Eugenia Yagüe, Javier Chicote ha explicado que no se tomó la decisión de denunciarle porque "esas fotografías habrían salido a la luz y habría sido un escándalo". "Entonces, decidieron taparlo todo con pagos en lugar de denunciarla para evitar el escándalo", ha aclarado.

Respecto a la segunda cuestión, Chicote ha apuntando que "como mínimo hay un primer pago de 50 millones de pesetas que llevan dos agentes del CSID que no se tributan a nadie". "Hay un fraude fiscal evidente, pero el resto del dinero ya se recibe blanqueado con sociedades pantalla en las que amigos del rey y empresarios pagan contratos publicitarios de los que el 80% acaban en manos de Bárbara con apariencia de legalidad".