Crítica de la semana: Telecinco fuera de control

ANÁLISIS | Semana del 29 de noviembre al 5 de diciembre de 2021

En televisión hay buenas y malas decisiones, como en todos los negocios, pero hay algunas que pasarán a la historia por cambiar el devenir del mercado audiovisual español. Como el día en que alguna mente pensante en los despachos de Mediaset consideró que era mejor no pagar los derechos de 'Pasapalabra' y prescindir del formato. Ese día no solo terminó la andadura de un formato por la parrilla de Telecinco, sino que empezó un cambio de ciclo en el liderazgo de audiencias televisivas.

Antena 3 fue el pasado noviembre la cadena más vista en España. Y no es un fenómeno puntual, ya lo fue también en septiembre. Tras años de liderazgo ininterrumpido de Telecinco, ahora la cadena ve el trono amenazado por su principal competidor. Cuesta encontrar un formato de Telecinco que supere actualmente los dos millones de espectadores, mientras que en Antena 3 cada día alguno de sus espacios consigue rebasar esta cifra.

"Como un animal herido, Telecinco va dando bandazos sin terminar de encontrar la manera de recuperar el favor del público"

Como un animal herido, Telecinco va dando bandazos sin terminar de encontrar la manera de recuperar el favor del público. Se han probado ya varios formatos y estrategias para recobrar el terreno perdido, pero lejos de encontrar la fórmula, la cadena parece alejarse cada vez más de su audiencia. Estrenos atropellados sin demasiado aire de por medio, cambios de registro innecesarios de formatos clásicos y movimientos bruscos de programación son algunos de los tropiezos más sonados de Telecinco en lo que va de curso.

Esta semana los más puristas del medio se echaban las manos a la cabeza por el tratamiento del caso Biondo en manos de Mediaset. Tienen razón en parte; no veo del todo desacertado recuperar el caso, pero sí que me chirría, por ejemplo, ver a la viuda en la intimidad de un funeral. Pero más allá de lo apropiado o no de abordar el deceso, lo que veo del todo innecesario es que ‘Sálvame’ tenga que recurrir a la crónica negra para rellenar su escaleta. No le hace falta. Por favor, que no vuelva más ese señor con aspecto y discurso de sepulturero llamado David Aleman, cada vez que aparece metido con calzador dan ganas de cambiar de canal.  

‘Sálvame’ puede ser salvaje, divertido, surrealista e incluso lacrimógeno, lo que nunca puede convertirse nunca es en una morgue con aires oscuros y discursos grandilocuentes. Viendo los datos de audiencia, tanto del Deluxe como el diario, los días que han abordado el caso Biondo no han gozado especialmente del favor del público. Si en algún momento hay que decir adiós al formato, que espero que sea más tarde que pronto, mejor que se vaya siendo fiel a tu esencia. Probablemente no liderará todas las tardes, pero no puede perder su razón de ser, esa que le convierte en rey de los memes día sí, día también.

Por muchos experimentos innecesarios que se hagan en ‘Sálvame’ o movimientos continuos en la parrilla nocturna de la cadena, el talón de Aquiles de Telecinco sigue siendo el hueco dejado por 'Pasapalabra'. Hay que probar y equivocarse las veces que hagan falta, pero el principal esfuerzo de Mediaset debe estar centrado en recuperar ese terreno perdido. Teniéndolo todo, Telecinco pecó de soberbia. ‘Pasapalabra’ le aportaba a la cadena no solo el liderazgo en una franja de máxima audiencia, sino también la afluencia de un público alejado del universo Telecinco. Un tipo de espectador que probablemente no tenía ni idea de quién era Pepi Valladares, pero que aprovechando su visita diaria a la cadena podía verse atrapado con la promo de una nueva serie o talent show de la cadena.