La ficción juvenil de Netflix regresa con su segunda temporada más ambiciosa que nunca, unos personajes asentados ya conocidos por el espectador, que todavía esconden muchos secretos y que con esta nueva tanda de episodios se multiplicarán.
‘Élite’ comienza su segunda temporada dándonos aquello que nos prometió y cumplió en su primera temporada. El “universo” que han creado Carlos Montero y Darío Madrona sigue siendo efectivo y la trama continúa siendo adictiva en cada escena. A pesar de la resolución injusta del asesinato que nos mantuvo pegados a las pantallas, la serie de Netflix se renueva con los recuerdos del asesinato de Marina y continúa esa adicción con una extraña desaparición.
Romper tabús, tratar temas cercanos a los jóvenes y saltarse los esquemas son los ingredientes de ‘Élite’, todo ello rodeado de lujo y de problemas presentes hoy día en la sociedad. Esto engancha al público, pero si además le añades unos escenarios de lujo, con salones de 100 metros cuadrados, reservados de discotecas y mucho brilli brilli consigues que ese efecto de dependencia. Y así es, ‘Élite’ consigue que si ves el primer capítulo, vas a querer más.
La serie se sabe renovar de una forma correcta, las ventanas se abren y el aire se renueva con los nuevos alumnos que comienzan su andadura en Las Encinas, además saliendo más de las paredes del famoso colegio. Los nuevos escenarios aportan más dinamismo y rompe con el agobio que se podría dar si las tramas se quedasen en el colegio.
En esta segunda temporada la “Élite” sigue siendo ella, sin embargo aquellos tres alumnos que entraron en esta atmósfera el curso pasado lucharán por seguir siendo fiel a sus principios y a sus valores, enfrentándose a lo que venga y viéndose entre la espada y la pared en muchas ocasiones. Algo que les puede costar mucho.
La banda sonora, los flashes y las luces neón de la discoteca siguen deslumbrando al espectador y por ello, pase lo que pase el espectador va a querer seguir disfrutando de la serie. Ya no solo es demostrar ese universo de ricos, que de por sí es efectivo en pantalla, además a eso hay que añadirle el misterio que temporada tras temporada nos da ‘Élite’.
Y para que todo ese misterio y lujo consiga una fórmula de éxito juega con esas pausas de silencio, esos planos de un bosque y las miradas culpables, además esos retrocesos en el tiempo y las cuentas atrás hace que estemos más enganchados a las tramas. Sin olvidarnos de Marina, el personaje interpretado por María Pedraza sigue estando presente y ese recuerdo sumado a la injusta sentencia hace que esa trama abierta en la primera temporada siga siendo un arma para volver a engancharnos esta segunda temporada.
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