La segunda temporada de 'Respira', el drama médico de Netflix, ha llegado este viernes, 31 de octubre cargado de emociones, tensiones y secretos que amenazan con poner al Hospital Joaquín Sorolla patas arriba. Blanca Suárez retoma su papel como la Doctora Jessica Donoso, cuya pasión por salvar vidas se ve desafiada por los cambios radicales en la gestión del hospital y por decisiones que podrían poner en riesgo su carrera y su ética profesional. Además, tras el final de la primera temporada, su vida corre peligro.
Manu Ríos, en el papel de Biel, se encuentra en el centro de un triángulo emocional complicado que parece que se resolverá, mientras lidia con su vocación médica y los conflictos personales que emergen con la oncóloga Sophie y la presión de un hospital en transformación. La serie promete explorar cómo estos dilemas afectan tanto a la vida personal como profesional de los jóvenes médicos, poniendo a prueba sus límites y sus valores.
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Por su parte, Alfonso Bassave, como director del centro, tendrá también que enfrentarse al enorme desafío que supone que el Joaquín Sorolla pase de ser público a privado. Con historias entrelazadas de amor, ambición y ética profesional, esta temporada de 'Respira' promete mantener a la audiencia al borde del asiento, mientras los protagonistas navegan los dilemas más complejos de la medicina moderna y la sanidad pública.
En esta segunda temporada, el hospital pasa de ser público a privado. ¿Cómo han llevado esto vuestros personajes?
MANU - Es complejo. En esta serie se muestran muy bien los entresijos de un hospital y las relaciones personales y estas decisiones de altos cargos que se rigen más por unos intereses políticos, económicos o se dejan llevar más por la ambición que por la vida de las personas. Y vemos muy claramente cómo afecta esto al ambiente laboral, a una falta de recursos enorme y a un estrés. Por mucha vocación que puedas tener como médico, hay momentos en los que esta situación es insostenible. Creo que hace una reflexión muy importante en eso, más allá, siempre repetimos, de lo que pueda entretener a la gente o lo que pueda ser más ficticio, hay algo muy real y creo que nos vamos a poder identificar mucho como espectadores en experiencias personales y en experiencias también cuando vamos al médico, estas largas esperas, que todo eso tiene un motivo y todo eso viene de este núcleo, que es donde surgen las decisiones y donde deberíamos poner más el foco y más atención y más cuidado. Cuidar al que nos cuida, básicamente.
Blanca, ahora vas a tener el corazón dividido, ¿cómo has vivido esta trama?
BLANCA - Ha sido muy intenso, todo el inicio de la temporada yo llegué muy mentalizada y llegué muy preparada a sufrir. Es curioso que de tanto teorizarlo y prepararlo en casa, llegué al set de rodaje como muy vulnerable y muy blandita, porque creo que era un buen punto de partida como para afrontar lo que le pasaba a mi personaje. Entonces, yo viví durante semanas encamada y venía a verme Biel (Manu Ríos)...
MANU - Hay algo muy heavy de Blanca, y que es que tiene una serenidad rodando... para la trama que tienes tan intensa y con tantas emociones y de tanto sufrimiento. Es admirable de ver cómo entre tomas sigue concentrada, pero está serena, está tranquila, de repente te hace alguna broma y luego vuelve a este estado tan difícil de mantener. Un rodaje son muchas horas. Y gestionar la energía y ser inteligente también. Creo que hay que tener también mucha preparación y un bagaje que evidentemente tienes, pero es sorprendente. Yo flipaba cada vez que te veía en escena, te lo juro. Es admirable.
Alfonso, ¿cómo vamos a encontrar a tu personaje?
ALFONSO - Mi personaje es una víctima directa de la privatización y del nuevo gestor del hospital. A nivel actoral es muy interesante que te propongan eso, salir del sitio en el que el personaje está seguro y tiene el control a todo lo contrario. La falta de recursos de un sitio como un hospital incide directamente en sus trabajadores, en cosas muy heavies. Tú piensas en un rodaje, en un rodaje hay menos pasta y bueno, pues a lo mejor la chaqueta que te van a poner porque no es tan buena, pero cuando se trata de la sanidad...
Se habla en la serie del cáncer de mama, justo ahora estamos viendo lo que está ocurriendo en Andalucía con los cribados. ¿Qué reflexión hacéis sobre esto?
BLANCA - A lo mejor tenemos el poder que tenían los Simpson de predecir cosas. ¿Te imaginas? No, no, coincidencias absolutas. Pero al final creo que en la serie no teorizamos, no nos inventamos cosas, simplemente cogemos realidades que están pasando en el mundo, en España, porque tampoco nos vamos muy lejos. La trama se sitúa en un hospital de la Comunidad Valenciana, porque tiene las mismas problemáticas que cualquier otro hospital público de este país. Entonces, cogemos informaciones, cosas que están pasando en la realidad de nuestro día a día, en las noticias que vemos todos los días en los telediarios y se las exponemos al espectador. Lo que pasa es que sí que es verdad que se lo exponemos a miles de personas, que cogen esa información y entiendo que se forma su opinión propia. Intentamos no ser partidistas, intentamos no aleccionar y no adoctrinar absolutamente a nadie. Simplemente de alguna manera intentamos que el propio espectador amase esa información y la coloque dentro de uno como quiera y donde le apetezca. Pero la realidad es que están pasando muchas cosas. Y en el tema que nos compete, que es la sanidad, la gestión de los hospitales, la salud física, mental, a todos los niveles de nuestros sanitarios, es que están pasando cosas y está bien que el público las vea y que opine y que se forme una opinión al respecto.
Hace poco vimos el caso de una influencer que criticaba duramente la sanidad pública. Poco después le diagnosticaron cáncer de mama y se tuvo que volver a España a curarse.
ALFONSO - Y en el caso de Estados Unidos, es como el extremo contrario. Mi pareja es americano y lo sé por su familia y es espeluznante. Allí la gente ahorra para su vejez, y ahorra para que en cualquier momento le pase algo y la gente se va a la ruina por una enfermedad que aquí irías, te hospitalizarían cuatro días y chao. Y allí, no sé, una noche de hospital a lo mejor son 15.000 dólares, entonces si tienes que estar un mes pues ya te has arruinado. Hay que ser conscientes de lo que tenemos. Creo que hay mucha gente que a lo mejor, o a lo mejor gente joven o no sé, gente inconsciente que no es consciente de lo que tenemos aquí, incluso con los seguros privados, que también son baratísimos. Entonces, la tranquilidad que tenemos aquí de que al drama de una enfermedad no hay que sumarle el drama económico que eso puede suponer, pues sí, es la joya de la corona absolutamente. Y por eso está tan bien que esta serie hable de esto y que reforcemos la atención a este tema.
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