Pablo Ojeda es un colaborador habitual de 'Más vale tarde'. Sin embargo, este lunes 5 de mayo, el nutricionista ha visitado el programa vespertino de La Sexta no como tertuliano, sino para hablar de su nuevo libro, 'Cuando me alimenté del juego', que sale a la venta este mismo miércoles. En él relata en el infierno que vivió por culpa de la ludopatía.
Durante la entrevista con Iñaki López y Cristina Pardo, Pablo Ojeda, que lleva rehabilitado diez años, se sinceró sobre cómo empezó a jugar con ""2 o 23 años”. De casualidad entró en un salón de juego donde quiso probar suerte con una tragaperras. Tres meses después se dio cuenta de que era un adicto. Su adicción llegó a un punto que incluso se llegó a plantear vender un riñón para saldar sus deudas.
El nutricionista reconoce que "al adicto se le desarrolla la imaginación de una manera tal que es capaz de ver dinero" donde no lo hay. Y eso le lleva a "hacer cosas para seguir manteniendo en el tiempo su mentira". Esa adicción le llevó a endeudarse. De hecho, cuenta que en los aparcamientos de los casinos "hay gente que ve tu cara absoluta de desesperación, sales blanco con ojeras", y preguntan cómo ha ido.
Pablo Ojeda estuvo a punto de vender un riñón para saldar sus deudas
Incluso le propusieron cosas absolutamente surrealistas. "Si necesitas… Y un día necesité. Y me dijeron: '¿Tú te has planteado alguna vez vender un riñón?'", recuerda Pablo Ojeda. "Lógicamente la primera vez dije que eso era una locura, pero cuando estaba enganchado hasta aquí, uno de los días que salí del casino le dije que bueno, que me informara de eso", comenta.
"Me pagaba creo que 60.000 euros", recuerda el colaborador de 'Más Vale Tarde'. Antes de la operación acordó un viaje a Madrid para informarse: "Yo creía que era una buena opción". Y es que, según pensó, con ese dinero pagaría sus deudas y se quedaría con un dinero para él, así es que creía que iba a ser "la jugada perfecta".
Finalmente decidió no vender el riñón. Y es que el día antes de viajar a la capital fue al casino, y tuvo una "mano azarosa" con la que ganó 6.000 euros. Con eso pudo afrontar los tres pagos que tenía pendientes. "No fui a Madrid. Entonces, por ahí me libré", confiesa.
"Con constancia y coraje se sale con éxito", asegura
Pablo Ojeda también reconoció en el programa de La Sexta que una de las cosas que más le ha atormentado es que hay capítulos en los que no se acuerda de episodios de su hija. "Hay un episodio, que lo tengo grabado, con el que siempre me desmonto. Recuerdo que me estaba duchando con mi hija pequeña, y un día mi exmujer me dijo que hacía lo mismo con mi hija mayor. Y en ese momento, yo estaba en rehabilitación. No me acordaba, no tenía recuerdos de mi hija mayor, y me puse a llorar. No me acordaba de esos momentos con mi hija por la mierda del juego", lamenta.
Además, tiene claro que "detrás de cada persona hay una historia". Por eso no quiere que su libro "sea de condescendencia". "El libro está escrito para que la gente vea que se puede superar con mucha dignidad una adicción donde se te han ocurrido cosas como vender un riñón, vender el coche de tu padre, vender joyas de tu madre, robar a tu padre, pedir dinero a tu abuela, engañar a tus amigos, falsear documentación y otras muchísimas cosas. Y aún así, con un buen proceso de rehabilitación y mucho coraje y constancia se sale con éxito", sentencia.
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