'La Promesa' aloja a un inesperado visitante. Lope se encuentra con un hombre malherido e inconsciente en los alrededores de palacio y decide trasladar el cuerpo al interior de la zona de servicio. Es el hijo de Simona, pero ni el cocinero ni el padre Samuel ni Curro, que le encubren, saben aún que es el hijo de la cocinera, ajena a todo. El cura instala a Antoñito en su habitación.
Es todo muy extraño sobre la muerte de Jana y la desaparición del doctor Gamarra es muy inquietante. Curro quiere volver a indagar en ello y pretende comprobar que el médico no ha vuelto a Luján. Por eso, pide a Pía que le cubra. La doncella es consciente del peligro que corre, pues si finalmente no fue Cruz quien mató a Jana, el asesino estará al acecho.
Así, la sirvienta le advierte de que tenga mucho cuidado porque no le gusta ni un pelo los derroteros que está tomando la historia. Curro desafía al peligro y pone rumbo a Luján con la excusa falsa de que va a devolver al doctor un instrumento que se dejó en palacio cuando atendió a Jana.
La encerrona que le hicieron María Fernández y Samuel con Adriano es inadmisible para Catalina. Martina le insta a mover ficha con el campesino y contarle la verdad, pero ella se niega. Lo que sí hace es abroncar a María y al sacerdote y pedirles explicaciones, aunque ellos le prometen que no contaron que los gemelos que espera son suyos.
Alonso duda de si Manuel se ha ido realmente a Italia porque se dejó la mayoría de sus pertenencias en su habitación y Leocadia se propone para hacer averiguaciones con las amistades que tiene en común con Pedro Farré, el hombre que le había dado trabajo en Milán. Entretanto, Leocadia toma las riendas de La Promesa con el apoyo de Petra y Manuel sigue refugiado en la casa de Antonio y Ñica, asombrados al descubrir que fue su madre quien mató a Jana.
En paralelo, Martina y Jacobo se reúnen con el padre Samuel para ultimar la boda, pero entre los novios hay notorias discrepancias. El banquete será en La Promesa pero Martina quiere algo íntimo y Jacobo aboga por algo a lo grande como habían pensado inicialmente. La relación entre ellos comienza a resentirse.
La madre de Santos malmente a su hijo en contra Pía por el cambio de actitud de Ricardo y Petra comunica a María Fernández que está despedida por un nuevo despiste. Ella le dice que es una insensible y una persona sin entrañas. En mitad de la refriega, interviene la madre de Santos. Petra le dice que se marche y que no se entrometa en el asunto, pero ella se planta ante el ama de llaves y se niega a que siga humillando a la criada.
Por último, a La Promesa llega una muy inquietante noticia sobre el doctor Gamarra: no ha podido localizarle porque ha muerto en extrañas circunstancias. Su fallecimiento deja helada a la familia, pero sobre todo a Curro. Los peores presagios se confirman.
Avance de 'La Promesa' del capítulo 567 del martes 1 de abril
La inesperada noticia sobre la muerte del doctor Gamarra ha dejado helada a la familia, pero sobre todo a Curro, que intuye que hay algo más detrás. No es una muerte natural, es un crimen. Todo parece indicar que ha sido víctima de la misma persona que acabó con la vida de Jana.
Curro no lo sabe pero en su última conversación con el médico, en la que éste no descartó la posibilidad de que hubiera existido una intervención para provocar el empeoramiento de la difunta, alguien les escuchó. Y ese alguien fue el asesino, que más tarde decidió actuar para evitar que el doctor se convirtiera en un problema.
Ana empieza a apoyar a María tras enterarse de su situación tan dramática, y Santos descubre la afinidad entre su madre y la doncella. Generosa no ha sido nunca Petra, que sigue firme en su intención de despedir a María Fernández. Rómulo, con la ayuda de Ricardo, toca todas las puertas para intentar revertir la situación de la criada, pero no parece lograrlo.
Mientras, Catalina no cede en su posición con Adriano, pero Martina no se rinde e insiste a su prima en que dé al muchacho la oportunidad de explicarse. Explicaciones buscan todos ante la llamativa alianza entre Petra y Leocadia, que despierta inquietud en el servicio, sobre todo entre Rómulo y Ricardo.
Tras la misteriosa muerte del doctor Gamarra, Curro busca poner nervioso al asesino, que sería el mismo que mató a Jana, y Pía le dice que no es prudente. En el punto de mira está Lorenzo, sobre el que recaen sospechas, lo que no sabe Curro es que tanto agitar el avispero puede ponerle en peligro... incluso de muerte.
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