En nuestra televisión se han hecho series de todo, y se ha satirizado con todo. Porque nuestra historia da para mucho. Una de las últimas ha sido 'La vida breve', que ha retratado con gran ironía y humor surrealista el reinado de Luis I El Breve. O incluso algunos recordarán 'Moncloa, ¿dígame?' en la que se contaba el día a día del equipo de comunicación de la Moncloa. Y aunque ha quedado olvidada, se atrevió a reírse del Gobierno sin ningún tipo de cortapisas. Con más sátira y más mala leche nos encontramos a 'Su Majestad', que se estrena este 27 de febrero en Prime Video. Una ficción que da un paso más allá a referentes del género como 'The Crown': hacer comedia sobre la Corona.
En un proyecto que ha tardado cinco años en cristalizarse según sus creadores Borja Cobeaga y Diego San José -guionistas de la taquillera 'Ocho apellidos vascos'-, vemos críticas a ala situación política actual en España. En un país cada vez más polarizado, el rey se da cuenta de que ya no puede salirse con la suya como hacía antiguamente. Ya no le tapan sus escándalos y corruptelas. O, al menos, el pueblo ha despertado y no piensa seguir permitiéndole ciertas cosas que, según él, antes eran "normales, las de toda la vida". En el primer episodio se destapa el fraude a la Hacienda Pública que ha cometido y su equipo decide mandarle a Latinoamérica para esconderle del problema durante un tiempo. Y eso provoca que su hija, Pilar, tome el mando de la Casa Real.
Solo hay un pequeño contratiempo: Pilar no quiere ser Reina. Al menos, no por el momento. Acostumbrada a salir de fiesta y a vivir sin consecuencias, se niega a aceptar la realidad que, lamentablemente para ella, le ha tocado vivir. Ya no habrá líos con chicos que conozca de una noche, o intimidar a gente porque no haga lo que ella quiera. Ahora le va a tocar reinar. Le va a tocar coger el trono por los cuernos, como quien dice, y enfrentarse a todo aquello que no le gusta. Y de eso va 'Su Majestad', siempre con un ojo puesto en la realidad de nuestro país. Y el otro en la sátira y en la mala leche continua para poder darle una evolución satisfactoria a la protagonista. Eso sí, con un final abierto claramente a una segunda temporada.
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Todo comienza con una secuencia que retrata perfectamente lo que vamos a ver. El Rey y la Princesa, yendo a presidir la final de la Copa del Rey, en la que se enfrentan el Barcelona y el Girona. Ello supone una pitada monumental al himno, y la princesa no está por la labor de soportarlo. Y, en medio de la pitada, claramente en las cámaras de televisión se puede ver como Pilar, aguantando todo lo aguantable, se viene abajo y acaba insultando a todos los que están pitando. Así comienza ‘Su Majestad’, con un inicio brutal, y que muestra perfectamente al personaje como es.
Anna Castillo, por supuesto, es la piedra angular de la serie. Su interpretación de la joven Princesa es brutal y desternillante. Lo hace de una forma tan natural y divertida que cuesta creer que no haya nacido, al igual que la propia princesa que interpreta, para este papel. Por momentos 'Princesa por sorpresa' pero con mucha más mala leche, su Pilar es fiel reflejo de nuestra sociedad actual. Solo hay que ver el principio del segundo episodio, cuando amenaza (de forma nada sutil) a un humorista, interpretado por Florentino Fernández. La Princesa sigue sin darse cuenta de las consecuencias de sus actos. No entiende que ya no puede hacer las cosas "de toda la vida", sino que tiene que empezar a reinar, a hacer que la sociedad la entienda y vuelva a respetar a la monarquía.
Para ello contara con la inestimable ayuda del secretario Guillermo, interpretado por un muy contenido Ernesto Alterio. Poco a poco, los consejos que le irá dando le harán cambiar la forma de verlo todo. Desde su supuesta mejor amiga, Camino, de la que descubre que solo está usando su amistad para medrar y conseguir información privilegiada. Hasta sus avisos sobre el Tribunal Supremo y las consecuencias de la ley. Y, cuando escucha cierta conversación privada de su padre, dándose cuenta de la realidad, la Princesa empieza a cambiar, y decide usar su poder para, al menos, transformar el camino que estaba siguiendo su camino hasta ese momento. Incluso usando al comediante para evolucionar hacia delante.
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Uno de los elementos a favor de 'Su Majestad' es la duración de sus episodios. Porque cada uno de ellos no supera los 30 minutos y eso se agradece en el ritmo y el poso de la comedia. Ernesto Alterio está divertidísimo y la dupla con Anna Castillo marca toda la serie. Y, aunque no provoca carcajadas increíbles, sí que mantiene una sonrisa continua, algo similar a lo que pasaba con otra serie de los creadores, ‘Vota Juan’. En definitiva, la nueva serie de Prime Video es original y divertida, y se mete en terrenos novedosos que nunca habíamos visto de esta forma en una ficción televisiva hecha en nuestro país. Una ficción irreverente, surrealista por momentos, pero con un dúo protagonista que nos lleva de la mano hasta el satisfactorio final. Con mención especial a un cuarto episodio magistral del que no haremos spoilers.
De qué va 'Su Majestad'
España, año 2024. Pilar es una joven Princesa y futura Reina de España quien, de forma repentina y precipitada, se ve obligada a quedarse al frente de la institución tras un escándalo que salpica a su padre el rey Alfonso XIV que lo aleja de la primera línea pública durante unos meses. Pilar debe demostrarle al país que no es la irresponsable, insolente vaga e inútil que todos creen. Lo que pasa es que igual tienen razón.
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