En los años 80 existían tres grandes culebrones que lo cambiaron todo. Estaba 'Dallas', 'Falcon Crest' y 'Dinastía'. Tres series cortadas por el mismo patrón (familia de ricos norteamericanos con grandes imperios y continuas peleas y romances inesperados). Todas ellas triunfaron, aunque algunas más que otras. Por ejemplo, en España tuvieron más éxito las dos últimas, pero hay que admitir que su fama fue internacional. Y, en 'Dinastía', encontramos el germen de las llamadas 'peleas de gatas', que tan común se volvieron en las telenovelas colombianas. Esa moda fue iniciada por dos actrices: Joan Collins y Linda Evans, y aupó la serie a unas audiencias millonarias.
"Eran escenas muy divertidas de rodar... Además, las peleas nos daban grandes datos de audiencia", declaró Linda Evans a MujerHoy. Y esas peleas han llegado hasta nuestros días en forma de meme. Porque sus coreografías, sus jarrones volando y sus tirones de pelo se convirtieron en marca de la casa. De ahí surgió una gran amistad entre ambas actrices. Aunque también una fama tan grande que fue difícil de manejar. En cuanto terminó 'Dinastía' (tras 9 temporadas y más de 200 episodios), Linda Evans decidió retirarse de la actuación y del mundo de Hollywood. "Era una vida muy excitante: viajaba y la gente me conocía en todo el mundo. Aunque era un sentimiento maravilloso, me di cuenta de que esa no era la forma de sentirme realizada. Faltaba algo. Así que me fui y nunca miré atrás".
Krystle Carrington, el papel de una vida
No deja de ser irónico que la actriz, que ya tiene 81 años (comenzó en 'Dinastía' recién entrada en los cuarenta), encontrara la paz en la filosofía new age y en despojarse de lo material. Porque su personaje era todo lo contrario. Al final, era una auténtica mujer florero, casada con un millonario magnate. El personaje de Joan Collins era una mujer independiente y con personalidad. Totalmente opuestas. Quizá ese fuera el secreto del éxito, y lo que llevó la serie a esas audiencias estratosféricas. Pero la llegada al mundo de la interpretación de Linda Evans fue de la forma más casual (y trágica).
"Mi padre murió de cáncer cuando yo tenía 15 años. Para mi familia, tuvo un impacto tremendo, mi madre se vio forzada a pedir ayudas de la seguridad social... En el colegio, era tan tímida que no era capaz de leer en alto. Mi profesora me dijo que si no hacía teatro, me suspendería. Me obligaron, aunque yo lo pasaba tan mal que siempre terminaba vomitando. Luego, cuando tenía 15 años, acompañé a una amiga al cásting de un anuncio y terminaron dándomelo a mí. Si mi padre hubiera vivido, nada de eso hubiera sucedido y nunca hubiera hecho ese anuncio. Hubiera tenido otra vida".
Con el paso del tiempo, Linda se ha convertido en una persona casi diametralmente opuesta al personaje que interpretó. De hecho, tras finalizar la serie, solo la hemos podido ver en contados proyectos en estos treinta y cinco años. Por ejemplo, apareció en 'Revenge', la serie protagonizada por Madeleine Stowe y Emily VanCamp, una ficción claramente heredera de la propia 'Dinastía'. O en la película independiente 'Swan Song', que podemos encontrar en Filmin y por la que afirma, no le pagaron ni un duro, pero que aceptó por estar impresionada por el guion y la historia.
Pero no todo fue bueno en su retiro del mundo de la interpretación. A mediados de la década de los 2000, comenzó a sufrir severos dolores de espalda que la llevaron a cuatro cirugías y a unos dolores crónicos que acabaron en depresión. "El dolor era demasiado fuerte", confesó en una entrevista para People. Pero el tiempo le ha hecho ver toda esa época oscura de su vida con mayor perspectiva. ·No hay nada en la vida que no sea una oportunidad. Nos concentramos demasiado en lo malo. Claro que a veces hay que andar en la oscuridad y experimentar el dolor y no todo es 'lalalá', pero si aprendes de la experiencia sales reforzado".
Actualmente, Linda Evans vive en Tacoma, en su rancho, y es la propietaria de una cadena de gimnasios. Rodeada de su familia, de sus amigos, y siendo fan incondicional de 'Downton Abbey'. Atrás quedó la opulencia de su época en 'Dinastía', de sus cardados imposibles y codearse con la realeza de Hollywood (Rock Hudson fue uno de sus mejores amigos). La vida da muchas vueltas, y Linda Evans las ha dado todas para llegar a donde está, un equilibrio espiritual y vital que muchos querríamos. También es verdad que, con dinero, todo es más fácil en esta vida...
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