Mariló Montero llama «enfermo» a Gonzalo Miró en ‘Espejo Público’ por lo ocurrido en directo

Mariló Montero y Gonzalo Miró han vuelto a enzarzarse en ‘Espejo Público’ por enésima vez y, en esta ocasión, la comunicadora navarra ha llegado a llamarle «enfermo de Pedro Sánchez» sin reparos, aunque él ha preferido no entrar al trapo en este ataque personal y le ha replicado con elegancia.

Todo se ha desencadenado a propósito de un informe de Sanidad poniendo en solfa y alertando de la ineficacia de las terapias alternativas o pseudociencias. Miró ha ensalzado la elaboración de estos informes para que la población que recurre a ellas se conciencie, pero Mariló tenía una opinión diferente, calificándolo de «pseudoinforme» y llamando «ociosa» a la ministra Mónica García al considerar que es un informe estéril «porque ya hay leyes que regulan estas cosas de la homeopatía».

Mariló Montero, que muchas veces demuestra que le tiene ganas a Gonzalo Miró por ir a contracorriente de lo que ella piensa y de lo que en general se dice en ‘Espejo Público’, se ha desviado del tema que se estaba abordando y ha decidido atacarle por su férrea defensa del Gobierno y, en particular, del presidente.

«A ti lo que no te gusta es que yo critique cualquier cosa del gobierno porque eres tan enfermo de Pedro Sánchez», le ha espetado la periodista a su compañero, dejando caer una especie de obsesión enfermiza y de idolatración por el dirigente socialista. Sin embargo, no se ha quedado ahí, y Mariló ha proseguido: «Estamos preocupados por ti, la sociedad entera está preocupada por ti».

Con estas palabras, Mariló Montero se creía con la potestad de afirmar que «toda la sociedad» española discrepa con las manifestaciones u opiniones de Gonzalo Miró en defensa del Gobierno de Pedro Sánchez como si hubiera sometido a los 48 millones de ciudadanos a un sondeo en ese sentido.

«¿En qué momento desviaste tu camino? Vuelve a nosotros, vuelve al sentido común», ha sentenciado, intentando dejar en evidencia a Miró ante los espectadores y atreviéndose a sentenciar que su posición no es de sentido común y que es un desviado del buen criterio que, a su juicio, ella posee, pues no es la primera vez que se erige con la posesión de la verdad absoluta. Por su lado, Susanna Griso, hastiada, les ha frenado en seco, lamentando que todo «se acabe politizando».