Patricia Highsmith fue una de las grandes escritoras de género policiaco de la historia de la literatura. Toda su obra se centra en torno a la culpa, la mentira y el crimen. En su haber cuenta con clásicos como 'Carol', 'Extraños en un tren' o la saga centrada en Tom Ripley, que comenzó con la brillante 'El talento de Mr. Ripley', publicada en 1955. Esta última ha sido adaptada en un par de ocasiones al cine. La primera de ellas con Alain Delon como protagonista en 'A pleno sol'. La segunda, y quizá la más recordada, 'El talento de Mr. Ripley' de Anthony Minghella, con Matt Damon en la piel del célebre estafador.
Estrenada en 1999, tuvo 5 nominaciones a los Oscar, y lanzó las carreras del propio Damon, que venía de triunfar con 'El indomable Will Hunting' o de Jude Law, al que estableció como el actor más guapo de Hollywood. Ahora le toca el turno a Andrew Scott en la serie de Netflix 'Ripley', que ha estrenado sus 8 episodios desde el 4 de abril.
Dirigida y adaptada por Steve Zailian, ganador del Oscar por el guion de 'La lista de Schindler', la nueva serie de 'Ripley' llega precedida por una gran expectación. No solo por el material que adapta, o por el propio Zailian (que también estuvo detrás de esa infravalorada miniserie que es 'The Night of'. Sino por su trío protagonista: Andrew Scott, al que conocimos en 'Sherlock' dando vida a Moriarty, pero que ha triunfado con 'Fleabag' o 'Desconocidos'. Johnny Flynn, que protagonizó la serie 'Lovesick' y actualmente acaba de estrenar 'Los niños de Winton', interpretando a un joven Anthony Hopkins. Y Dakota Fanning, la niña de 'La guerra de los mundos' o 'El fuego de la venganza', o Jane Volturi en la saga 'Crepúsculo'.
Con una fotografía increíble en blanco y negro, obra de Robert Elswit, 'Ripley' es la adaptación más fiel que hemos tenido del personaje creado por Patricia Highsmith hace casi 70 años. Ocho episodios que, pese a tener un ritmo más pausado, son una oda al clasicismo. Una oda al cine negro de los cincuenta y, en definitiva, a la historia del cine. Puede que estemos ante una de las mejores series del año.
¿De qué va 'Ripley'?
Mr. Greenleaf, un millonario americano, le pide a Tom Ripley que intente convencer a su hijo Dickie de que regrese al hogar. Tom acepta el encargo –de paso pone tierra por medio a posibles problemas policiales– y encuentra a Dickie y a su amiga Marge, con quienes establece una turbia relación que desemboca en el crimen y el engaño.
Síndrome de Stendhal
'Ripley' adapta el libro a la perfección, sin dejarse ni un matiz por el camino. El trabajo de Zailian con el material original es digno de aplaudir. Se toma su tiempo en contarnos una historia que no solo destaca por su trama en sí, sino por todo el aspecto visual que la acompaña. El trabajo de Robert Elswit (ganador del Oscar por 'Pozos de ambición') es encomiable y eleva cada plano a categoría de arte. Un Síndrome de Stendhal en vena. Elswit ya tiene experiencia con fotografía en blanco y negro. No en vano, fue nominado por su trabajo en 'Buenas noches, y buena suerte', dirigida por George Clooney. Y aquí se explaya, porque la serie le deja su tiempo para recrearse. Para crear cada secuencia de forma detallada y meticulosa.
También hay que mencionar la banda sonora de Jeff Russo ('Fargo' o 'Picard'), que acompaña continuamente al personaje de Ripley por las calles del pueblo italiano. Todo se cuece a fuego lento, y que una plataforma como Netflix se permita ese lujo es de aplaudir. En una época en la que prima el consumo rápido y los estímulos continuos, este 'Ripley' nos deja tiempo a respirar. Y no por ello se convierte en una serie aburrida, ni mucho menos. Cada mirada, cada gesto, cada nota musical tiene una razón de ser, y van creando el ambiente para que todo vaya explotando hacia la segunda mitad de la temporada.
Andrews Scott se mimetiza a la perfección
Pero si hay que hablar de alguien en 'Ripley', es de Andrew Scott. Porque nos da un Ripley perfecto, un Ripley que no habíamos visto en otras ocasiones. Porque tiene ese mirada en la que podemos notar que ya está maquinando lo que va a suceder en los siguientes cinco meses. Una mente privilegiada y Scott nos lo demuestra con pocos gestos, en una actuación muy comedida y calculada. Sin desmerecer a otras encarnaciones del personaje (sentimos debilidad por la de John Malkovich), podemos decir que se ha ganado estar nominado a todos los premios del año por su interpretación.
Johnny Flynn quizá no esté a la altura del Dickie Greenleaf de Jude Law, pero Dakota Fanning sí hace honor a su Marge Sherwood, con una expresión de continua sospecha hacia Ripley. La joven actriz lleva demostrando muchos años la gran intérprete que es, y aquí, una vez más, vuelve a dar una lección de presencia en pantalla.
Pese a algunos cambios a lo largo de la temporada, y quizá un par de momentos que no acaben de funcionar del todo bien, 'Ripley' es un acierto. Es la gran serie del año, y eso que estamos en abril. Hay que acercarse con ganas de sumergirse en la historia. Con ganas de no tener prisa, y vivir en ese pequeño pueblo italiano que es Atrani (Mongibello en la novela original).
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