Crítica de ‘La pasión turca’: Atresmedia acierta con un remake actualizado al siglo XXI

‘La pasión turca‘ es uno de esos clásicos literarios de nuestro país. Escrito por Antonio Gala a comienzos de los 90, tuvo una adaptación firmada por Vicente Aranda, con una Ana Belén magnética y arrebatadora como protagonista. Nominada a 12 premios Goya (y ganadora de dos galardones), fue un auténtico éxito en taquilla, además de aupando la novela original en las listas de ventas. Aunque su autor no participó en la película, además de estar en contra del final, diferente al del libro. Esta nueva versión llega a Atresplayer Premium el 24 de marzo, y actualiza la historia para darle un halo diferente que le sienta muy bien.

Esta adaptación de ‘La pasión turca’ la ha llevado a cabo Iñaki Peñafiel (‘El tiempo entre costuras‘), encargado de dirigir todos los capítulos. Además, los guiones corren a cargo de Irene Rodríguez y Esther Morales, ambas guionistas de ‘Beguinas‘, serie que prepara Antena 3. Pero los nombres importantes los encontramos en el reparto. Maggie Civantos (‘Vis a vis’) es la encargada de sustituir a Ana Belén como la protagonista Olivia. E Iker Kaleli, conocido actor turco, cuyo papel más famoso fue en la telenovela ‘Poyraz Karayel’ (‘Por mi hijo’), interpretando al protagonista Poyraz a lo largo de tres temporadas.

Completan el reparto Ainhoa Santamaría (‘Isabel’), Yasemin Sannino , Fernando Andina (‘El comisario’), Laura Pamplona (‘Los misterios de Laura’), Arlette Torres (‘HIT’), Burak Hakki y Mariona Terés (‘Paquita salas’), entre otros. ¿Cumple esta nueva adaptación de ‘La pasión turca’? ¿Está a la altura del clásico de Vicente Aranda? La respuesta fácil es un sí, pero a medias.

¿De qué va ‘La pasión turca’?

Olivia, una profesora española de Bellas Artes con una brillante carrera profesional, despierta de un coma en un hospital de Estambul después de haber intentado suicidarse. Allí responde a las preguntas de una inspectora que investiga la colaboración de Olivia en una red de contrabando de obras de arte junto a Yaman, su amante turco. Para librarse de la cárcel y conseguir la protección de las autoridades, Olivia debe volver junto a Yaman e informar a la policía de sus movimientos. Un acto tan valiente como desesperado: ¿actúa Olivia para salvarse a sí misma o para salvar a Yamam y su historia de amor?

Una pasión del siglo XXI

‘La pasión turca’ de Atresplayer comienza con la protagonista, Olivia, despertando de un largo coma en un hospital en Estambul. Cuando despierta, su ex está frente a ella y le dice algo que despierta nuestro misterio: «estás detenida, y la única forma de salir de esto, es que les cuentes todo lo que sabes». Y, tras aparecer la investigadora de la policía turca, volvemos al pasado, para descubrir por qué la protagonista está detenida. ¿Qué ha ocurrido?

Visualmente, ‘La pasión turca’, luce como una gran postal de Estambul. Porque se nota que Atresmedia se ha dejado dinero en crear algo precioso. Dan ganas de irse a vivir a Turquía unos meses. Sobre todo en ese piso que tiene la protagonista, con unas vistas increíbles. Su historia comienza con la llegada de sus mejores amigas, muy al estilo ‘Valeria’. Es decir, híper emocionadas por todo, y siempre tratando de decir la frase definitiva o la más graciosa. No hay silencios que valgan. No hay conversación absurda sobre el tiempo. Y, al parecer, todo el mundo habla castellano allí, porque en un momento, la amiga interpretada por Mariona Teres sube en lo alto de un banco de un ferry en el Bósforo, empieza a recitar Espronceda, y todo el mundo la aplaude. Quizá allí también conozcan ‘La canción del pirata’.

Cuando están tomando algo en una cafetería, también se acerca una mujer que le lee el futuro a nuestra protagonista. Y, por supuesto, también habla castellano. Estos toques son los que nos sacan de la historia. Además de que no dejen de decir lo inteligente que es el personaje de Olivia y las decisiones absurdas que toma en estos dos primeros episodios (los que nos han mostrado a prensa).

¿Supera Maggie Civantos a Ana Belén?

«Es una serie que va a dar mucho de qué hablar. Aunque mucha gente conoce la historia, tiene una visión totalmente diferente, actualizada de una mujer que lo que busca es la libertad y sentir». Esas son las palabras de Maggie Civantos para describir ‘La pasión turca’. Y precisamente eso es lo que comentábamos que choca más sobre su personaje. Sí, no es una mujer sumisa a un matrimonio que le aburre y le agota, como en la novela original. Aquí es una mujer independiente, con una carrera profesional increíble a sus espaldas, y experta en arte bizantino.

Pero claro, aparece el personaje de Yaman y le trastoca todo. Vuelve a Olivia totalmente confiada y tomando decisiones muy absurdas, confiando en alguien que, claramente, no es de fiar. ¡Si es que hasta escucha a una mujer en una cita por videollamada! Pero da igual, mientras haya buen sexo, ¿quién se pregunta cosas?

‘La pasión turca’ busca fomentar mucho esas escenas con erótico resultado. Aunque tampoco muestra más allá de lo permitido. Quizá pensando en su estreno en abierto, quién sabe. Pero siendo precisamente lo más interesante que debería ofrecer la serie, se queda a todas luces corta. Sí que deja mimbres de un misterio que puede enganchar a los espectadores. Y viendo cómo cuenta su historia, vemos que Olivia no acaba de contar toda la verdad.

Maggie Civantos es una buena protagonista, por supuesto. Pero sale perdiendo al compararla con la Ana Belén de mediados de los 90. Ese magnetismo no está. No aparece por ningún lado. Salvo la continua expresión de estar perdida en la historia. Es una muy buena elección para esta adaptación, desde luego, pero se queda en algo mediocre para lo que podría haber sido. Y quizá ese sea el problema de ‘La pasión turca’. Que es una serie correcta, acertada, perfectamente pensada para el público de Antena 3, y precisamente por eso, tiene cero riesgo.