TVE estrenaba el pasado fin de semana 'D Corazón', su nueva apuesta para los fines de semana con Anne Igartiburu y Jordi González como dúo de presentadores. Tras 27 años, el mítico formato de crónica social de La 1 se ha renovado con una versión extendida y con dos conductores por primera vez.
Además, para dar un repaso a la actualidad de la prensa rosa de una forma mucho más profunda y con debate en plató, se ha fichado a un equipo de colaboradores que en algunos casos es más propio de un espacio de Telecinco. Está conformado por Carmen Lomana, Omar Suárez ('Sálvame'), Alba Carrillo, Euprepio Padula, Pelayo Díaz, Rosa Villacastín, Marina Bernal o Susana Jurado, entre otros.
Si bien, el lanzamiento de 'D Corazón' el pasado 20 de enero dio lugar a numerosas reacciones en redes sociales. En su mayoría, esta nueva versión con Jordi González y Anne Igartiburu al frente parecía convencer a la audiencia por recuperar de alguna forma el espíritu de los programas de Telecinco. Sin embargo, la redes no lo son todo y los números dicen lo contrario.
El debut anotó un pobre 6,1%. Al día siguiente, el domingo 21, subió tímidamente a un 6,5%; cifra similar a la cosechada el sábado 27. El problema es que este domingo la última entrega emitida de esta nueva era se ha desplomado a un 5,4%. Son resultados realmente catastróficos e inadmisibles. 'Socialité' le dobló en Telecinco con un 10% y 'La Ruleta de la suerte' en Antena 3 le arrolló con casi un 18% de share.
De manera que esta reformulación de 'Corazón' con una mayor duración no está cuajando y las cifras llevan a pensar que urge a volver a la anterior versión, que se movía métricas en torno al 8% y dejaba mejor arrastre al 'Telediario' de TVE. Y es que ese es otro de los efectos negativos del cambio de rumbo del programa de Anne Igartiburu y Jordi González.
Para que se hagan una idea, este fin de semana la edición de mediodía del informativo ha perdido dos puntos (10,3%) respecto a lo obtenido el fin de semana del 13 y 14 de enero cuando se colocaba por encima del 12% de cuota. Con todo, RTVE ha de actuar antes de que sea demasiado tarde y abra un agujero demasiado hondo en esa franja.
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