El robo del reloj de Lorenzo ha puesto en jaque a toda La Promesa. El militar señala al servicio y han empezado las investigaciones para dar con el ladrón que se ha hecho con un objeto de tantísimo valor. Don Rómulo reúne a todos sus subordinados para pedir explicaciones.
Lorenzo exigirá averiguar quién cambio las sábanas de la habitación, cree que ahí está la respuesta. Recordarán que en el capítulo anterior Vera iba a ser la encargada de hacerlo, pero en el último momento fue María Fernández quien se las quitó de las manos para ocuparse ella.
Mientras, Jana y Manuel están más alejados que nunca y ella dice que tiene que aprender a querer a Abel. Precisamente el médico ha mantenido una misteriosa conversación con su padre en la que le dice que tanto él como su madre deberán hacerse cargo "del problema" solos y que deje de insistir llamando a La Promesa. ¿Pero de qué problema habla?
En paralelo, todos en La Promesa han disfrutado de un espectáculo de ilusionismo que une a la zona noble y a los criados, pero, a espaldas de todos, realmente se trata de una maniobra de distracción orquestada por el conde de Añil y Jerónimo de Gamboa para sacar las armas de palacio y hacer entrega del cargamento a Mr Cavendish.
Sin lugar a dudas, lo mejor del espectáculo ha sido la sorpresa que Pelayo le tiene preparada a Catalina. Y es que, en mitad del show de ilusionismo, ha confesado que su anhelo más profundo es casarse con Catalina y le ha pedido matrimonio delante de todos.
Avance del capítulo 276 de 'La Promesa' – Martes 23 de enero
Catalina no reacciona como todos esperaban ante la pedida de mano de Pelayo. Pero no es lo único sorprendente del evento, Margarita ve algo sospechoso entre el Conde de Añil y el mago… Candela comete la imprudencia de utilizar el teléfono de los señores con la mala suerte de ser descubierta por el propio marqués.
Abel no desiste en sus acercamientos hacia Jana y Manuel sigue alimentando la llama de su amor hacia la doncella. Jana está hecha un lío. Ahora que Petra ha recuperado a Feliciano, le agradece a Pía haber mediado ante su hijo. Los marqueses han pensado bien la proposición de Leonor de irse a Estados Unidos y acaban accediendo por el bien de su hija. Aun así, el enfado de Leonor con Martina continúa.
Las angustias de María Fernández no terminan tras su secuestro. El capitán la ha acusado de haber robado su reloj y, aunque todos creen en su inocencia, la marquesa tomará una decisión drástica que no admite vuelta atrás. María Fernández ha sido despedida para gran desconcierto entre sus compañeros del servicio.
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