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Crítica de 'Escándalo': El relato de una obsesión escalofriante con una sublime Alexandra Jiménez que atrapa

Crítica de 'Escándalo': El relato de una obsesión escalofriante con una sublime Alexandra Jiménez que atrapa

Analizamos el primer capítulo de 'Escándalo: relato de una obsesión', la nueva ficción de Telecinco que tanto ha dado que hablar antes de su estreno y que ahonda en la problemática de la violencia y la depresión

De toda la vida nos han advertido que no podemos saber si algo nos gusta o no hasta que no lo degustamos. Y no sólo es que nos lo hayan dicho, sino que además es una cosa que parece lógica. ¿Cómo podemos afirmar si nos gusta la lechuga si no la hemos comido nunca? Es como el que presume que no ha visto 'Titanic' y asegura que nunca lo hará porque de todos es sabido que el barco se hunde. Algo más o menos parecido ha ocurrido con el estreno de 'Escándalo, relato de una obsesión', la nueva serie de Telecinco.

Mediaset publicaba hace unos días un tráiler de su nueva gran baza de la temporada y las redes sociales se llenaba de comentarios ofensivos e insultantes hacia este producto sin ni siquiera haberse estrenado, llegando a acusar a la cadena de incitar a la pederastia y la pedofilia. Tanta controversia generaron esas imágenes que Telecinco, aprovechado la polémica, se apresuró a lanzarla cuanto antes para garantizarse así una buena audiencia, algo de lo que últimamente está algo sedienta.

Una trama peliaguda y delicada

Pero adentrémonos a fondo en esta ficción. ¿Es para tanto todo el revuelo producido? La trama principal de 'Escándalo, relato de una obsesión' es, admitámoslo, algo peliaguda y delicada. Protagonizada por Alexandra Jiménez y Fernando Líndez, narra la historia de Inés, una mujer de 42 años cuyo marido le ha pedido divorciarse y quedarse con la custodia de su hija. Empujada por la soledad y el aislamiento que siente, Inés se adentra en el mar con el propósito de quitarse la vida. En ese momento interviene Hugo, un adolescente de 15 años que la salva de morir ahogada. A partir de entonces ambos se dejan llevar por la pasión y comienzan una relación prohibida.

"Escándalo es una serie que apoya la pederastia". En los últimos días se han multiplicado críticas así de demoledoras de usuarios en redes que no habían visto ni un minuto del episodio piloto. ¿Cómo vociferar algo así sin conocer los detalles de la trama ni cómo se iba a enfocar esta historia? A lo ya de por sí escandaloso de una historia que presenta un caso de pederastia, se sumaron las imágenes explícitas y la música intrigante, propiciando así que la ficción de Telecinco se convirtiera en algo que nadie había visto pero de la que todo el mundo hablaba.

Magistral fuerza interpretativa de Alexandra

¿Pero a qué hemos asistido realmente tras visionar su primer capítulo? 'Escándalo, relato de una obsesión' empezó sin pelos en la lengua y nos mostró en los primeros minutos el rescate de Inés y las explícitas escenas de sexo con su salvador. Eso es arrancar por todo lo alto y mostrando sin tapujos lo más arriesgado, para situar al espectador ante lo que se va a enfrentar.

Ha sido entonces, cuando haciendo empleo del flash back, el resto del capítulo ha contextualizado cómo y por qué hemos llegado hasta aquí. Se nos presenta la historia de Inés y Antonio, una pareja convencional en la que ella sufre ciertos trastornos y un aborto. Su marido, lejos de comprenderla, es seco y distante con ella, y retrata en la ficción a un maltratador psicológico de manual. Así, Inés entra en una depresión que le lleva al mar, y es ahí cuando irrumpe Hugo y se comienza a desencadenar su romance turbulento.

Porque 'Escándalo' es, ante todo, una serie de denuncia social sobre la violencia psicológica, machista y vicaria, tan tristemente de actualidad en nuestro país. La relación sexual que está en entredicho ocurre en un contexto concreto de desesperación llegando a ocupar un papel secundario en el ideario general de la ficción. ¿Forzado? Quizás.

Mención aparte merece la enorme interpretación de Alexandra Jiménez, confirmada ya como una de las grandes actrices de nuestro país. En los apartados más técnicos, la fotografía y ambientación de 'Escándalo, relato de una obsesión' son más que correctas y cierran una gran calidad visual.

Demasiada publicidad

¿Un error menor en la emisión pero no menos importante? Siguiendo la política que rige actualmente en las emisiones de Mediaset, es un gran hándicap no fijar en pantalla algún hashtag, que sume a la conversación social sobre la serie, que ya de por sí ha sido intensa y, sorprendentemente, positiva. ¿Qué decíamos sobre criticar algo que no hemos visto? Pues eso.

¿Otro fallo? Desproteger su estreno ubicando dos pausas publicitarias en sus primeros treinta minutos. Eso no ayuda a enganchar a nuevos públicos e incita a que el espectador acabe inevitablemente zapeando en otros canales. Pero, por si esto fuera poco, sumamos dos bloques publicitarios más adelante, haciendo prácticamente imposible hacer un seguimiento cómodo. En Telecinco no han aprendido esa táctica de la competencia de blindar los estrenos de sus productos.

En definitiva 'Escándalo', sin lugar a dudas, hace honor a su nombre por los ríos de tinta que están corriendo contra ella. Un tema escabroso y polémico que no alude a algo que no hayamos visto con anterioridad en la sociedad española. Una ficción, repetimos, ficción, que ahonda en la violencia psicológica contra la mujer, una denuncia social en un país en el que la violencia de género está en auge y que en la serie ha visto un amor prohibido como vía de escape. Un piloto bastante digno que deja al espectador con ganas de más a falta de conocer el discurrir de los acontecimientos que prometen ser muy interesantes.

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