Netflix ha estrenado este viernes 30 de diciembre 'Machos alfa', su nueva serie española y su primer proyecto junto a los creadores de 'La que se avecina', Laura y Alberto Caballero.
Los hermanos Caballero (Alberto y Laura) llevan entregándonos comedias desde hace ya veinte años. En estas dos décadas, han sido los artífices de ese clásico cultural que es 'Aquí no hay quien viva', su heredera 'La que se avecina', y esa crítica a la España vaciada que es 'El Pueblo'. Pero siempre de la mano de la televisión generalista en abierto, como Mediaset. Ahora, su nuevo trabajo, 'Machos Alfa', les quita las ataduras de la producción española. Porque su nueva comedia se estrena en Netflix y es creación de la propia plataforma. Y se nota.
Han sabido rodearse de un reparto de lujo, como siempre en sus producciones, y gracias a Netflix, todo luce mucho mejor que los decorados y la iluminación de otros de sus proyectos. Pero es que también se nota en la dirección, en el guión o en la duración de los episodios. 30 minutos. Estándar americano para una comedia como esta.
La abolición del patriarcado se acerca. En plena crisis de la masculinidad, cuatro amigos cuarentones están perdiendo su trono, privilegios e identidad. Años atrás habrían sido machos alfa al mando de sus relaciones, su trabajo y su vida... pero les ha tocado vivir en la era de la igualdad, en una sociedad con nuevas reglas que los golpea exponiendo su patetismo.
Machirulos deconstruidos
Así se llama el grupo de terapia con el que abre el primer episodio de la serie. Capitaneado por Santi Millán, todos los presentes deben presentarse al igual que en Alcohólicos Anónimos: Me llamo Luis y soy un machista. Ya desde ese primer momento se nos presentan los protagonistas a la perfección. Uno de ellos está muy entregado a la causa; otro le cuesta decirlo en voz alta; otro de ellos no tiene muy claro qué hace ahí y, el último, Raúl, se levanta y se va, negándose a admitir algo que está seguro de no ser. Y ya desde ese inicio, se ve que estamos ante una serie diferente a lo que nos tienen acostumbrados Laura y Alberto.
Con un buen montaje en paralelo, se nos van presentando las diferentes dinámicas que tienen los cuatro matrimonios: casados y con hijos pero con nula vida sexual; separados y con una hija; matrimonio de éxito que se viene abajo cuando el marido es despedido; y una relación estable que, una de las partes, quiere convertir en relación abierta. Cada una de esas parejas da pie a un humor que, por momentos, bordea lo rancio, pero acaba salvando y dándonos pinceladas de ese costumbrismo español que tan bien se nos da.
4 ases protagonistas
La clave para que 'Machos Alfa', la última serie de Netflix del año, funcione también es, sin duda, el reparto. Y, en este caso, los 4 protagonistas: Gorka Otxoa, Fele Martínez, Raúl Tejón y Fernando Gil. Los cuatro dan en el clavo con sus personajes, y se nota que, no solo los han pillado 'al dedillo', sino que lo disfrutan. No que disfrutan siendo unos machirulos, sino con el personaje con el que les ha tocado lidiar. Cada uno tiene sus más y sus menos, y cada uno tiene diferentes grados de machismo enquistado en su organismo, en su forma de pensar. Y es muy divertido ir viendo cómo cada uno se va adecuando a los tiempos en los que vivimos, espoleados siempre por sus mujeres.
Que nadie se equivoque. Esto no es 'Matrimoniadas'. No es una guerra de sexos. Laura y Alberto Caballero tratan de mostrar situaciones cotidianas y hacernos ver las dos caras de la moneda. Porque en 'Machos Alfa' hay machirulos de talla mayor. Pero también hombres que tratan de reconducir sus actitudes. Unas actitudes que tienen porque es la sociedad patriarcal la que les ha criado y dado de comer.
Es difícil elegir entre los cuatro protagonistas, ya que todos están a un nivel altísimo. Es muy sorprendente este Fele Martínez, con un personaje al que no nos tiene acostumbrados. Quizá el que más difícil lo tenga sea Fernando Gil, ya que su Pedro Aguilar es el más odioso de ellos. Y conseguir que puedas empatizar con un personaje que no te cae bien, es muy difícil. Raúl Tejón es una sorpresa en toda regla y sabe cómo mezclar a la perfección la ternura de su personaje con sus dejes arcaicos, sobre todo cuando su pareja le propone tener una relación abierta. Y Gorka Otxoa, que reproduce un poco su papel en la película 'Pagafantas', tiene un personaje que va in crescendo y que le va como anillo al dedo.
Ellas también están a la altura de la serie, pero es verdad que ahí sí que tenemos claro quién sería la ganadora: Raquel Guerrero. Se convierte en la más divertida, la más ocurrente y con un personaje 100% empatizable. Su respuesta a la profesora de su hijo cuando les dice que ha llevado un vibrador al colegio no tiene precio. La naturalidad de María Hervás ya es de sobra conocida, y está como pez en el agua, aunque es verdad que va de menos a más, y le cuesta coger un poco el tono de su personaje. Mientras que Kira Miró es, al menos en los primeros capítulos, la que menos presencia tiene de todas ellas.
'Machos Alfa' es humor al servicio de Netflix
El humor marca de los Caballero es de sobra conocido. Al igual que el de las comedias de situación de Netflix. Aquí se unen los dos, y aunque varios chistes no acaban de encontrar su sitio, sí que hay un equilibrio bastante conseguido, y que no veíamos por ejemplo en las últimas temporadas de 'La que se avecina'. Los 30 minutos de duración hacen maravillas, ya que eliminan tramas superfluas y que embarran el discurso, centrándose en las historias realmente importantes.
'Machos Alfa' no busca sentar cátedra o dar un discurso muy elaborado. Reproduce tópicos que hemos ido viendo a lo largo de nuestra vida en muchas de las ficciones españolas, y trata de darles una vuelta. Pero siempre desde un humor más blanco y cercano, más costumbrista. Pero tiene a su favor que invita a la reflexión, y que busca dar profundidad a todos los personajes que presenta. Aunque al término de esta crítica, solo hemos podido ver en prensa los 3 primeros episodios, 'Machos Alfa' puede convertirse en un éxito de Netflix.
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