Crítica de 'And Just Like That': la secuela de 'Sexo en Nueva York' recoge su espíritu en búsqueda de nueva identidad

Analizamos el remake de la mítica 'Sexo en Nueva York', que se ha estrenado este 9 de diciembre en HBO MAX

¿Quién nos iba a decir que íbamos a volver a ver más historias de Carrie Bradshaw, la primera it girl que conocimos? Ya ha pasado mucho desde que se estrenó la serie original, a mediados de los 90. Las cosas han cambiado, tanto en la televisión como en la propia sociedad que nos rodea. Pero es justo recordar que 'Sexo en Nueva York' fue pionera hablando sin tapujo sobre sexo femenino. La sociedad ha evolucionado y se le ha criticado mucho a la serie su falta de diversidad e inclusión tanto LGTBI como étnica. ¿Han mejorado esto los nuevos capítulos? Atentos a nuestra crítica (con spoilers) de 'And Just Like That'.

Un mundo diferente sin Samantha

Nada más comenzar el primer capítulo, nos hace sentir que volvemos a estar en la serie de siempre. Miranda sigue tan ácida y cínica como siempre; Charlotte, ingenua y más preocupada por las apariencias; y Carrie tampoco ha cambiado nada, siendo el pegamento que une a todas. Pero falta Samantha. Se la echa de menos. Los problemas personales entre Kim Catrall y Sarah Jessica Parker han hecho mella en la relación entre las cuatro, y Catrall decidió no participar en el proyecto de HBO.

Sí, nos gustaría verla de nuevo, pero es verdad que ellas tres funcionan muy bien, siguen tan compenetradas como siempre. Hay algún dardo envenenado hacia Kim ("pensaba que para ella era más que un cajero automático") pero hablan con ella desde el respeto, pero también desde el dolor. Porque tanto Carrie como nosotros, pensábamos que las cuatro serían mejores amigas para siempre.

Y ese nuevo mundo sin Samantha es extraño para nuestras protagonistas. La sociedad ha evolucionado y es difícil seguirle el ritmo. Miranda lo descubre en su primer día en un máster rodeada de veinteañeros que han crecido rodeados de nuevos términos que ella ni siquiera controla. Le cuesta acostumbrarse, y quizá eso sea lo más chocante de este regreso. Tanto Miranda como Carrie están algo 'descaracterizadas'. Es decir, Miranda nunca sE habría comportado como se comporta con su nueva profesora. Y Carrie, que ahora participa en un podcast sobre experiencias sexuales, nunca se habría cortado a la hora de hablar de masturbación femenina.

Nuevos personajes, nuevos problemas

Los nuevos personajes son interesantes y pueden dar buenas tramas a esta temporada de 'And just like that'. Tenemos a Sara Ramírez, personaje no binario y que interpreta a Che Díaz, conductora del podcast en el que participa Carrie. También la Dr. Nya Wallace, interpretada por Karen Pittman. O a Lily, Rose y Brady, los hijos de Charlotte y Miranda, cuyas tramas también pueden dar mucho juego.

Los diálogos siguen funcionando como antiguamente, aunque es verdad que la serie se empeña demasiado en ser woke, en estar a la última, en respetar todo e incluir a todos. Y hay veces que se le ven las costuras, sobre todo cuando lo hace de una forma tan forzada. Aún tiene que encontrar su ritmo, su nueva identidad, y para eso hace falta tiempo. Habrá que esperar para saber qué opina el resto de crítica de 'And just like that...'.

Un giro final inesperado

Lo que nos ha dejado con la boca abierta, desde luego, han sido los últimos diez minutos de ese primer episodio. No solo por la escena maravillosa del recital de Lily en la que cada personaje vuelve a brillar como antaño. Sino por ese giro final y esas últimas palabras: "and just like that... Mr. Big died" (y así de repente, Mr. Big murió). Todos esperábamos que llegara esto en algún momento... una muerte de alguno de los personajes principales. Eso no ha impedido que se nos rompa el corazón al ver a Carrie bajo la ducha tratando de salvar al amor de su vida.

La serie contará con 10 episodios y, poco a poco, irá encontrando su nueva identidad. Y este episodio es un buen primer paso en la buena dirección.