Los tweets entraron en la casa de GH VIP 7 y desataron la guerra.
No salió muy bien parada Alba Carrillo en la noche de este domingo. Una vez más, el debate presentado por Jordi González estuvo protagonizado por los tweets de los espectadores, que los concursantes pueden ver y comentar acerca de ellos.
Los de ayer especialmente iban dirigidos a Alba Carrillo, aunque no eran precisamente palabras de apoyo. La modelo pudo ver de primera mano lo descontenta que está la gente con su concurso, tachándola de mala persona y de hacer sentir inferiores a sus amigas. Esto último hacia referencia a Irene Junquera, una de sus íntimas amigas en la casa y a quién en los últimos días hemos visto recibir los ataques de menosprecio de la Carrillo. Irene Junquera se encuentra en una posición de inferioridad respecto su supuesta amiga y esto el público no lo perdona.
"Hay amistades que te vienen mal porque me deja quedar como algo que no soy. Estoy quedando como una puta mierda y no me interesa", proclamaba Alba Carrillo al borde del llanto, mientras Irene la intentaba consolar (sin mucho éxito) e intentando hacerle entender que ella en ningún momento había querido dejarla de mala ante la audiencia. Estas palabras no fueron suficientes para la modelo, que prefería optar por separarse de la periodista ya que su amistad "no me hace ningún bien en el concurso".
Irene Junquera, completamente hundida
Fue ahí entonces cuándo ambas desbordaron, y una vez terminado el programa, marcharse cada una por su lado. Mientras que Alba Carrillo se encerraba en el confesionario, Irene Junquera se refugiaba en algunos de sus compañeros, visiblemente superada por la situación: "lo último que quiero es hacerle daño a alguien. Todo pensáis que lo estoy haciendo mal, así que prefiero irme de aquí".
Su salida del concurso parecía inminente, pues se la veía totalmente convencida tras la situación que había vivido con su ya ex-amiga, aunque finalmente no fue así. Irene asumió que la penalización del programa por abandonar voluntariamente era demasiado elevada como para poder encargarse de ella, así que pese a su pleno convencimiento de marcharse debía quedarse en la casa.
Esto propició, por otra parte, un acercamiento con Adara, la cual le mostró su apoyo. ¿Cómo le sentará esto a Alba, quién ya puso el grito en el cielo cuándo la periodista se acercó a Kiko Jiménez, otro de sus grandes enemigos en la casa? Lo que sí es seguro es que las últimas horas serán vitales para saber cómo termina esta historia, si las dos miembros de las "pijigitanas" continuarán su amistad o por otro parte cada una seguirá su concurso separada de la otra.
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