Miguel Ángel Revilla y Dulceida, invitados en el último ‘Chester’ de la temporada

Miguel Ángel Revilla: «En mi pueblo nos enteramos de que terminó la Segunda Guerra Mundial un año más tarde»

Los tiempos han cambiado y Revilla lo sabe. Es sin duda, uno de los políticos más activos del panorama español actual y define así los cambios que ha vivido su generación: «Hace 50 años, un tupo de mi edad permanecía encorvado a la puerta de un establo, con un cigarro. Ahora con 74 años puede ser hasta presidente. Esa es la gran revolución de los últimos 100 años. En el 2050 nos moriremos a los 100 años. Somos la generación de los viejos» Recuerda también Revilla cómo su padre era «el único vecino de todo el vale que estaba suscrito a un periódico. De tanto en tanto llegaba al pueblo un caballo con más de 80 kilos de periódicos. No los traían de golpe, cuando se abrirán los caminos que la nieve incomunicaba»

De aquellos tiempos de incomunicación, a estos otros de comunicación en múltiples soportes, Revilla es todo un tuitero consumad, aunque con particularidades. Su teléfono dista mucho de ser un Smartphone de última generación. ¿Cómo se las ingenia para ser tan activo en redes sociales?

«Fácil. Llamo a mi hija y ella me los pone. Se los dicto. Y no comete ningún fallo. Lo hace perfecto. Tanto es así que jamás me han presentado una querella o he tenido que rectificar ninguno de los 60.000 tuits que habré escrito en mi vida».

Dulceida: «Hablar de mi sexualidad en redes sociales fue sacarme el mayor peso que tenía encima»

Su generación ha convertido las redes sociales en su hábitat natural. Se comunican, se expresan, polemizan e interactúan de manera virtual a imagen y semejanza de lo que antaño se hacía cara a cara. Y algunos afortunados, además, ganan dinero con ello. «Empecé en esto como algo que me gustaba, un hobbie. No esperaba todo lo que me ha pasado. Empecé a subir fotos, a compartir mi visión sobre la moda y un poco partes de mi vida, y me empezó a seguirme gente (…) Me acuerdo del primer evento que hice, con una tienda de Barcelona. Me dijeron: «Vienes a la tienda y te haces foto con todo lo que tú quieras. Era como mi sueño. Y además te pagamos. Aquello fue como: ‘Qué? Pero ¿por qué?’. No lo entendía ni yo misma».

Ahora, el imperio Dulceida se ramifica en extensiones que abarcan ya hasta su propia madre: «Le doy hasta consejos de cómo ser influencer», bromea. «Yo en Youtube siempre soy como soy. A lo mejor un día estoy mal y me apetece estar en la cama llorando, pero jamás a mis seguidores ni en mis redes sociales les voy a mostrar nada negativo. Me apetece mostrar como lo bonito, lo bueno» Incluso se atrevió a hablar abiertamente de su opción sexual: «Ahí estaba asustadísima porque no sabía lo que iba a pasar. En mi cabeza imaginaba que ninguna marca querría trabajar conmigo. No me esperaba que la gente lo aceptara tan bien. Fue sacarme el mayor peso que tenía encima»

Dulceida, incluso e atreve a hablar de política con Risto: «Me avergüenza que Trump esté donde está, como presidente de los EEUU. Pero es culpa de la gente que lo ha votado. Igual que pasa en España, creo… La mayoría de la gente no vota, o yo al menos conozco a más gente que no vota, que sí que lo hace. Y al final lo que sale puede no ser lo que realmente quiere España».