Chicote regresa a cuatro de los casos más difíciles de la historia de 'Pesadilla'

El programa despide su temporada volviendo a cuatro restaurantes que más trabajo le dieron al chef para ver si cambiaron su forma de trabajo 

‘Pesadilla en la cocina’ despide su cuarta temporada este miércoles con una nueva entrega especial llamada ‘¿Qué fue de…?’. En este último programa, Alberto Chicote regresa a cuatro restaurantes que intentó salvar en temporadas anteriores y en est ocasión lo hace reencontrándose con cuatro de los casos más difíciles de la historia del programa, restaurantes que estaban rozando el precipicio y cuya solución se venía prácticamente imposible.

Chicote se reencuentra con las historias de “La Parrilla de Poli”, el “Cool Palace”, “La estación” y “El parador de Villa” y comprueba la forma en la que han seguido – o no – sus consejos para convertirse en lo que son hoy. ¿Qué pasó cuando las cámaras se apagaron y Alberto Chicote terminó su trabajo? ¿Habrán aprovechado la visita del programa para solucionar sus problemas? 

Cuatro historias con un denominador común: una situación insostenible

A lo largo de más de 50 programas, Alberto Chicote ha sido testigo de insólitas historias, de platos imposibles, de cocinas infernales. En este especial ‘Qué fue de…’, el chef visita cuatro de los restaurantes que más han marcado la historia del programa, debido a la insostenible situación económica en la que se encontraban cuando hicieron su llamada de auxilio. Cuatro complicados desafíos que el equipo de Pesadilla en la cocina y Alberto Chicote vivieron con extrema intensidad.
Alberto Chicote encontró en la “Parrilla de Poli”, en Madrid, la cocina más sucia de la historia del programa y un ambiente de gritos e insultos como espectáculo único. Es hora de comprobar si Poli, su dueña, consiguió encauzar tal desastre e interiorizar los consejos del chef para hacer del restaurante un lugar más limpio y amable.
El restaurante del millón de euros. Ese era el “Cool Palace”, un fastuoso local persa que nació para con la ambición de llegar a ser el más importante de Europa en su categoría y que, ante la falta de clientes, se había reconvertido en un extraño bar español de tapas. El complejo caso de un matrimonio acuciado por las deudas y desesperado ante la impotencia de caminar hacia la ruina. Alberto Chicote se reencuentra con sus dueños para comprobar si, con esfuerzo y tesón, fueron capaces de alcanzar su sueño o si éste se quedó en el camino.
‘Pesadilla en la cocina’ hace también parada “La estación”, un singular restaurante de Murcia ubicado en una antigua estación de tren y regentado por un ex militar del ejército expulsado por un enfrenamiento, incapaz de poner orden en su propio negocio. ¿Habrán limado asperezas dueño y jefa de cocina para conseguir un local de ambiente relajado y apetecible? ¿Se habrán convertido en marca de la casa los pequeños detalles y la buena atención o el desorden y los gritos continuarán transitando por la sala y cocina del lugar?
De vuelta a Madrid, Alberto Chicote se reencuentra con el dueño de “El parador de Villa” – rebautizado como Prost! -, aquel que decía haber aprendido a cocinar viendo Ratatouille y que confundía la rapidez en el servicio con la calidad. ¿Habrá conseguido fidelizar a la clientela universitaria de la zona, tan entregada el día de la reapertura? ¿O las prácticas del pasado habrán hecho estragos ante el nuevo concepto de restaurante?
El tiempo ha pasado para los cuatro restaurantes del segundo especial ‘Qué fue de…’ y es hora de saber qué ha sido de todos ellos. Tras sus cocinas se esconden hoy emotivas historias de éxito, de duro esfuerzo, de intentos desesperados. Pero también de dura decepción, de caídas que se han llevado por delante sueños e ilusiones e incluso de aventuras que a pesar de haber llegado a su fin, terminaron por todo lo alto.

Pesadilla en la cocina, cuatro temporadas cocinando el éxito 

‘Pesadilla en la cocina’ despide temporada con la mejor receta del éxito: más de 2,2 millones de espectadores de media han asistido a los rescates de Alberto Chicote en sus cuatro temporadas (un 11,5% de share). Convertido ya en marca de la cadena, el programa consolida una vez más su audiencia con una temporada en la que hemos visto al chef en algunas de las situaciones más complicadas de la historia de Pesadilla en la cocina. 
En estas cuatro ediciones hemos asistido a decenas de rescates de negocios al borde del cierre en cada temporada y hemos comprobado cómo, muchos de ellos, han salido a flote gracias al chef. El caso más seguido de la historia del programa fue el del restaurante Vivaldi en Barcelona, cuando ‘Pesadilla en la cocina’ marcó récord histórico con casi 3 millones de espectadores y un 16,3% de share, datos con los que lideró su franja.  
‘Pesadilla en la cocina’ estrenó esta cuarta temporada en plena forma y superando los registros de su anterior temporada (11,7%). Así, su primera entrega congregó al 11,6% de cuota y 2.265.000 espectadores y la segunda alcanzó un 14,2% y 1.854.000 seguidores, en este caso líder de su franja. La media de ambos programas fue de un 12,8% y 2.038.000.

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