Tania Llasera se ha convertido en uno de los mayores altavoces para luchar contra la gordofobia y la defensa de todo tipo de cuerpos. Su última campaña viene de la mano de la cadena Lidl y de su línea de ropa, Esmara, con la que pone de manifiesto que no hace falta estar delgadas para ejercer como modelos. Ella siempre se ha sentido muy orgullosa de su cuerpo.
Con motivo de esta campaña, la que fuera presentadora de Telecinco ha concedido una entrevista a Beatriz Cortázar para 'Informalia', en donde se sincera sobre su etapa televisiva. Y, también, sobre cómo ve los cambios que se han suscitado en Telecinco en los últimos meses y que no han gustado demasiado a la audiencia, a la vista de los resultados.
Tania Llasera reconoce que "en el momento que dejé de trabajar confieso que empecé a ver menos Telecinco. Están sufriendo un cambio, no sé si para mejor o para peor, y supongo que es algo cíclico que suele ocurrir pero imagino que volverán a ser lo que fueron". Ahora mismo, ella está feliz centrada en sus redes sociales: "Estoy con mi podcast, con mi trabajo en televisión y además soy opinóloga en las redes sociales".
Además, asegura que le gustaría hacer "un canal para mujeres con temas que no se suelen tocar como la menopausia, el sentimiento de culpa por dejar a los niños en la guardería, la violencia a las mujeres que ha subido casi un 40% desde el año 2017 y nadie lo dice…".
Tania Llasera recuerda su peor momento en Telecinco: "Me quedé en tetas"
Sobre cuál es el mejor recuerdo que tiene de la televisión, Tania Llasera reconoce que "el equipo. El de presentador es un gremio muy solitario y lo que suelo añorar es tener un montón de gente alrededor y hablando de nuestras cosas. Esa es la salsa de la vida".
En cuanto al peor, recuerda cuando "se me vio un pecho en televisión. Ese momento 'Sabrina' lo llamaron 'Taniagate' y lo recuerdo algo muy desagradable. Estaba en una piscina de barro en el programa 'Resistiré' y Yola Berrocal y Kiko Hernández me estaban desabrochando los corchetes del vestido para quedarme en biquini. Como me quité el pinganillo no oí a la directora que dijo que no siguiera. De pronto en el último momento desataron todo y me quedé en tetas. Fue muy desagradable a mis 29 añitos esa falta de control. A partir de entonces ya daba igual lo que hubiera hecho antes porque ya todo era mi teta", lamenta.
Aunque Tania Llasera deja claro que no se enfadó con nadie, salvo "conmigo misma. Me quité en pinganillo porque me pudo las ganas de meterme en el barro y fue una falta de profesionalidad. Reconozco que me implico tanto y quiero disfrutar lo que hago que esa vez se me fue de las manos".
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