Hay un largo historial sobre penosas adaptaciones de anime a acción real. Todas acaban siendo denostadas tanto por crítica como por público. ¿Y por qué siempre sale mal? Porque adaptar anime siempre es complicado. Hay que captar muy bien su espíritu, y lo que puede funcionar en animación no tiene por qué hacerlo en acción real. Los cánones, las directrices, todo es diferente. Y puedes, o querer parecerte demasiado y acabar cayendo en el ridículo, o tratar de diferenciarte mucho, por lo que se convierte en un híbrido que no contenta a nadie. 'Death Note', 'Dragon Ball', 'Caballeros del zodiaco'... la lista es larga. Pero llega 'One Piece' para ser la excepción.
'One Piece' quizá sea el anime y el manga más famoso de la actualidad (y uno de los más famosos de la historia). Eichiro Oda lleva escribiendo y dibujando historias protagonizadas por Monkey D. Luffy 25 años ininterrumpidamente. Más de 1000 episodios. Una historia inabarcable, más grande que la vida misma. Así que la expectación es brutal, sí, pero también lo es el miedo a la decepción. Y podemos decir sin atisbo de duda que Netflix ha acertado de lleno. 'One Piece' tiene madera de éxito... una vez más.
El creador de 'One Piece' ha estado totalmente ligado a la adaptación de su historia. Y el reparto que ha conseguido Netflix es perfecto para dar vida a los personajes principales. Ahora, la pregunta es: ¿merece la pena? ¿Hace falta haber visto el anime para disfrutar de la serie? Sí, merece la pena. Y no, no hace falta haber visto (o leído) 'One Piece' con anterioridad para poder disfrutar de la adaptación de Netflix. Y, a continuación, os vamos a dar las razones por las que debéis darle una oportunidad a las aventuras de los Sombreros de Paja.
¿De qué va 'One Piece'?
Monkey D. Luffy, un joven pirata optimista que sueña con encontrar el One Piece (el tesoro escondido por el Rey de los Piratas), parte en busca de la tripulación leal que necesita para navegar por los vastos océanos. Su viaje comienza cuando ayuda a Koby, un marinero forzado a la servidumbre, a escapar de una situación indeseable. Mientras está en Shells Town, Luffy conoce a Roronoa Zoro, un famoso cazador de piratas, y Nami, una maestra ladrona, y los tres forman una frágil alianza.
El reparto
El primer punto a favor del 'One Piece' de Netflix es, claramente, su reparto. No tiene caras conocidas, y ni falta que le hace. El proceso de casting fue costoso y largo, pero ha merecido la pena. Empezando por Iñaki Godoy, que da vida al iluso pirata Monkey D. Luffy. Su casting es perfecto. Ya podíamos intuirlo por entrevistas y promociones de la serie, y es una pena que la huelga de guionistas nos prive de más momentos de Godoy. Él es Luffy. Ya no podemos imaginar a otro igual. Su sonrisa, sus expresiones, su forma de andar, su voz... todo en él destila Luffy por los cuatro costados. Y lo impresionante es que lo es desde el primer segundo que aparece en pantalla hasta el último minuto del capítulo 8.
"Creía que el mayor desafío sería encontrar al actor que interpretaría a Luffy — no esperaba encontrar a alguien como Iñaki Godoy. Dibujé a Luffy como un chaval muy energético, normal por fuera pero no tanto en el interior. Iñaki era como la persona que había dibujado", explicó Eichiro Oda al New York Times.
Junto a Godoy, también tenemos a Mackenyu (Roronoa Zoro), Emily Rudd (Nami), Jacob Romero (Usopp) y Taz Skylar (Sanji). Juntos forman la tripulación del Going Merry, deseosos de conseguir el gran tesoro del Rey de los Piratas. Cada uno funciona en su papel como si hubieran nacido para ellos. Sí, les dan su propio toque, y en algunas cosas difieren de los personajes originales. Pero da igual cuando funcionan tan bien juntos. Según van llevándose bien y confiando los unos en los otros, la emoción es palpable.
Además, completan el reparto Vincent Regan, Ilia Isorelýs Paulino, Morgan Davies, Aidan Scott, Langley Kirkwood, Jeff Ward, Celeste Loots, Alexander Maniatis, McKinley Belcher III, Craig Fairbrass, Steven Ward y Chioma Umeala.
El ritmo
Otro de los puntos a favor del 'One Piece' de Netflix es un ritmo endiablado. Es verdad que hay que recortar mucho cuando adaptas un anime. Los arcos argumentales duran muchos episodios, y en estos suele haber bastante relleno. Pero en una serie de acción real, las cosas no funcionan igual. Y menos aún en el mundo del streaming. Así que, por ejemplo, en el primer episodio, se condensan varios del anime original. Eso juega a su favor, y al del público. Ya desde el minuto 1 están pasando cosas, y si no hay acción en pantalla, hay información en los diálogos.
'One Piece', como buen pirata, no se detiene, y va in crescendo hasta su capítulo final (el 8). Es difícil mantener el ritmo todo el tiempo. Sobre todo cuando los episodios duran una media de una hora. No siempre lo consigue, pero tampoco hay un bache especialmente grande como para que desconectemos de la historia. Los guiones son ágiles y las escenas de lucha muy bien coreografiadas. Hay momentos en el que el CGI desluce un poco el resultado final pero, salvo en contadas ocasiones, realmente sientes estar viendo un anime.
El mundo
Si hay algo que destaque en 'One Piece', es el vasto mundo creado por Eichiro Oda. Con 4 grandes océanos divididos por la Grand Line, en los 8 episodios de la primera temporada descubrimos un sinfín de diferentes sitios y personajes. Algo que merece mucho la pena explorar, y te dan ganas de saber más y más. Desde payasos asesinos, hasta hombres con manos de hacha, monstruos marinos o ciudades más futuristas. Todo cabe en 'One Piece', y esta primera temporada nos va acercando a ese imaginario tan extravagante.
Porque si hay una palabra que defina a 'One Piece' es extravagante. Ya desde los poderes que tienen los grandes piratas. La primera vez que Luffy usa su poder elástico puede chocar. Es algo a lo que no estamos acostumbrados. Pero si te dejas llevar, vas a disfrutar mucho más de ciertas peleas, como la que tienen con el payaso Buggy.
El final de la primera temporada nos deja con ganas de más. De mucho más. Y está claro que Netflix va a seguir tirando la casa por la ventana si funciona la serie. No en vano, es la serie más cara de su historia.
Eichiro Oda
El autor de 'One Piece', Eichiro Oda, es otra de las razones por las que debéis ver la adaptación de Netflix. Durante muchos años se negó a llevar su obra a acción real. Y esta adaptación lleva 7 años en proceso. Pero la buena noticia es la implicación de Oda en todo el proceso. No ha descansado hasta ver su creación en buenas manos, y se nota cómo ha supervisado cada detalle del guión, cada detalle de la trama.
El corazón y el alma de 'One Piece' traspasan la pantalla, y convierten esta adaptación en un éxito. Una serie de aventuras con suficiente surrealismo como para ser divertida y contentar a los fans del anime original.
Sigue toda la información de El Televisero desde Facebook, X o Instagram