Tamara Falcó se mostraba este jueves muy contundente a la hora de hablar de su físico y las críticas que ha recibido en las últimas semanas. Desde 'El Hormiguero', la marquesa trataba el asunto e incluso contestaba a aquellos como Ana Rosa Quintana o Alessandro Lequio que han comentado su aspecto físico. "¿Se han metido contigo por tu peso?", empezaba preguntándole Pablo Motos.
La colaboradora respondía muy clara y no dudaba en señalar a aquellos que se dedican a comentar su físico: "Están todo el día diciéndome que si voy a perder diez kilos antes de mi boda y yo siempre respondo: Piérdalos usted. Pero, ¿yo por qué? Estoy en mi normopeso".
Asimismo, Tamara Falcó negaba que quisiera perder 10 kilos de cara a su boda con Iñigo Onieva del próximo mes. "Puedo estar más delgada o menos delgada, pero, ¿por qué? Si el traje me lo están haciendo a medida. ¿Por qué tengo que perder diez kilos porque a algunos les apetece? ¡Pues no!", exclamaba la madrileña.
La hija de Isabel Preysler también comentó que "nadie le ha preguntado a Iñigo si él va a perder diez kilos...". Era entonces cuando Juan del Val intervenía en la conversación para señalar que "en estos temas siempre se va a por vosotras. En general, de los hombres esto no se dice. Me parece muy mal lo tuyo y lo de Íñigo".
Quien también se pronunciaba a favor de Tamara Falcó era Cristina Pardo: "Me parece lamentable los términos en los que se han referido al peso de Tamara. Al final, eso que empieza como una frivolidad, puede terminar en algo más dependiendo en el momento de tu vida en el que estés. Eso puede provocar una anorexia porque todo el mundo te estás diciendo que eres gordo. Creo que con ese tipo de asuntos deberíamos ser más cuidadosos".
Tamara Falcó también quiso comentar el detalle que tuvo 'Sálvame' con ella de mandarle unos santeros. "¿Os acordáis de que hablamos de la mala suerte el otro día? Pues no sé qué cadena me mandó dos santeros a casa para quitármela", explicaba ella misma a sus compañeros a la vez que cuanta como se dio cuenta cuando abrió la puerta a un repartidor.
"Yo, de repente, abro la puerta y digo: ¿Por qué huele a incienso? En ese momento mi hermana me preguntó si había visto lo que estaba pasando. Al verlos, me puse a echar agua bendita por todas partes, llamando a los sacerdotes preocupadísima. Quería saber si eso podía tener algún efecto", relataba la marquesa.
Sigue toda la información de El Televisero desde Facebook, X o Instagram