La esperada nueva serie de Netflix, 'El club de la medianoche', se ha estrenado este viernes 7 de octubre, y reafirma a Mike Flanagan como el gran maestro del terror moderno
Mike Flanagan está de vuelta, y eso siempre es una buena noticia. ¿Que quién es Mike Flannagan? Lo sabéis. Solo tenéis que hacer un poco de memoria. Si os digo 'Misa de medianoche', su última ficción, quizá os suena. ¿No? Probemos con 'Hush', una película género home invasion. ¿Tampoco? Vale, seguro que si os digo 'La maldición de Hill House' o 'La maldición de Bly Manor' ya sabéis de quién os hablo. Flanagan es uno de los directores de terror más interesantes de los últimos años y ya tiene nuevo proyecto a tiempo para Halloween. Netflix estrena este viernes, 7 de octubre su nueva serie 'El club de la medianoche' ('The Midnight Club') y vamos a desgranarla poco a poco.
La premisa de la serie podría ser una mezcla entre la española 'Pulseras rojas' y la clásica 'El club de medianoche', una serie de terror con la que muchos crecimos:
“La serie 'El club de la medianoche' cuenta la historia de un grupo de adolescentes en un internado para enfermos terminales. Ilonka, una joven que acaba de cumplir los 18 años, es diagnosticada con un cáncer terminal, pero no se rinde ante la muerte y, buscando una solución, acaba en Brightcliffe, un internado con adolescentes como ella. La primera noche sigue a su compañera de habitación y descubre que todos sus compañeros se reúnen por la noche en el sótano de la casa para contar historias de miedo y hacer un pacto: el primero que muera, tiene que contactar con los demás desde el Más Allá”.
Una base perfecta para construir una serie repleta de sustos y situaciones de tensión continua. El primer acierto que encontramos en la serie de 'El club de la medianoche' es el tono. Como siempre en todas las historias de Flanagan, el tono es muy importante. No se recrea en el terror fácil. De hecho, las historias de miedo que cuentan sus protagonistas están cargadas de críticas al cine de terror: sustos gratuitos, situaciones inverosímiles, decisiones de los personajes bastante cuestionables… Aquí no son importantes los jump scares (y los hay), sino crear la ambientación y tensión suficientes para que, cuando los haya, signifiquen el doble.
El internado donde se encuentran todos los protagonistas, como siempre, es el gran vertebrador de la historia, y ayuda tanto a mantener el tono como a reflejar muchas otras historias del director. La casa donde transcurre la acción siempre es importante. Lo era Hill House, lo era Bly Manor, lo era la iglesia de 'Misa de medianoche', y lo es el internado de Brigthcliffe. Porque con ellas consigue reflejar cómo son los protagonistas, y cómo es la trama. Laberíntica y terrorífica, escondida en una mansión perfectamente cuidada, con una fachada impoluta.
Un reparto joven y desconocido
Otro punto a favor de la serie 'El club de la medianoche' es, sin duda, la construcción de personajes. Flanagan sabe elegir a su reparto, y cada uno casa a la perfección con el personaje que le ha tocado interpretar. La gran revelación es la protagonista, Iman Benson, que interpreta a Ilonka. Su personaje es el que se encargará de guiarnos por una trama que va de menos a más. Y aunque a veces le falta la fuerza y la belleza de otras obras del director, sale bastante airoso. Y es sobre todo gracias a las interpretaciones del reparto.
Porque consiguen que nos interesemos por ellos, que suframos con cada contratiempo, y que deseemos que ninguno de ellos muera, que todos superen sus enfermedades. Otra de las interpretes a tener en cuenta es Ruth Codd, que interpreta a Anya. Quizá ella sea el alma del grupo. Su rebeldía y fuerza la convierten en el personaje más interesante. Relegada a una silla de ruedas debido a su enfermedad, es borde y malhablada, pero poco a poco Ilonka se irá ganando su admiración y respeto.
Flanagan no está solo
Eso sí. Avisamos desde aquí: va a haber lágrimas. Y también muchos momentos de terror, que va in crescendo hasta los episodios finales.
No es tan macabra como 'Misa de medianoche', y tampoco cuenta con una explosión sangrienta como esa última creación de Flanagan. Y es probable que se deba a que, pese a destacar su nombre en todos lados, no sea el único creador de la historia. Sí, escribe 9 de los 10 capítulos, y dirige dos de ellos. Pero también encontramos el nombre de Leah Fong como co-creadora y guionista. Ya trabajaron juntos en la brillante 'La maldición de Bly Manor' y Leah fue guionista de 'Érase una vez'. Esta dupla hace que crezca el tono juvenil de toda la serie, y que se aleje un poco del resto de proyectos de Flanagan (pero no demasiado).
Porque al final estamos hablando de uno de los maestros modernos del terror. Y se nota mucho en cómo añade a la propia trama principal otras historias menores pero que dinamizan el relato. Sí, estamos hablando de los historias de miedo que cuentan los protagonistas en su club de medianoche. Unos mejores. Otros peores. Pero como hemos dicho antes, no solo sirven para dinamizar, sino también para lanzar de cuando en cuando críticas a los tropos del cine de terror.
En resumen, 'El club de la medianoche' es otro notable proyecto de Flanagan, que no falta a su cita anual con el terror. Y aunque no esté a la altura de otras de sus creaciones, es un espectáculo maravilloso para ver los días previos a Halloween.
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