Este lunes, 27 de octubre, ha sido una noche muy especial para 'El Hormiguero'. Y es que el espacio conducido por Pablo Motos en Antena 3 celebró su programa número 3.000. Y lo hizo arrasando en audiencias, con un gran 19,2% de share y 2.189.000 espectadores, frente al 11,4% y 1,3 millones de 'La Revuelta' de Broncano en La 1.
Para celebrar un día tan importante, el programa recibió a Laura Pausini. Aunque, antes de entrevistarla, Pablo Motos quiso dedicar unas palabras de agradecimiento a la audiencia que les ha seguido todos estos años: "Muchísimas gracias a todos por seguirnos cada noche, es alucinante, es alucinante estar aquí". Acto seguido, se sinceró con la audiencia sobre una "historia íntima y personal" acerca de los comienzos del formato, que no fueron nada fáciles.
"Cuando nos contrataron para hacer el primer 'Hormiguero', yo en la tele había sido guionista y, en realidad, tenía el sueño de hacer en la tele solamente un sketch porque no me gustaba mucho la tele", empezó recordando el presentador sobre los comienzos de 'El Hormiguero'. Fue en el año 2006 en las tardes de Cuatro, cuando Pablo Motos aparecía colgado del revés contando un monólogo sobre su profesión.
"Explicaba que, para la gente del mundo del espectáculo, los guionistas somos como una rata con un folio y que cuando entregamos el folio, ya nadie te hace caso porque todo el mundo piensa que eres un fantasioso y que ves el mundo del revés. Lo que yo defendía en este sketch es que los que veían el mundo del revés eran ellos, porque el mundo real sí que es fantasioso", continuó explicando el comunicador valenciano.
Pablo Motos confiesa sus temores a que les cancelaran 'El Hormiguero'
Con ese alegato con el que dio el pistoletazo de salida a 'El Hormiguero', Pablo Motos sintió que, en aquel momento, "ya había hecho todo lo que quería hacer en la televisión". "Siendo muy sincero, en mi cabeza tenía el miedo de que nos iban a echar pronto, porque en la televisión, el 90% de los programas fracasan, que es una cifra muy alta", confiesa el presentador, sobre sus temores en aquel momento. Tras alcanzar la friolera cifra de 3.000 entregas, él tiene claro cual es la clave del éxito: "La única manera de hacer este programa es ser auténtico. Probé a intentar ser un presentador guay, me copiaba de otros presentadores… No me salió".
Asumiendo que "hay gente a la que no le gusto", confiesa que "no tiene mucha importancia. De hecho, la mayoría de la gente ni siquiera se gusta a sí misma". Antes de concluir, quiso mandar unas cariñosas palabras a la audiencia: "Lo que sí os puedo decir de corazón es que este he sido el viaje profesional más hermoso que he tenido en mi vida. Muchísimas gracias a todos. Es muy emocionante estar aquí después de 20 años", sentenció.
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