Óscar Casas da 'El gran salto' en su carrera con una de sus interpretaciones más exigentes y transformadoras hasta la fecha. El actor se mete en la piel de Gervasio Deferr, el mítico gimnasta español que marcó una época al convertirse en campeón olímpico. La serie, producida por Atresmedia en colaboración con Buendía Estudios, cuyos 5 episodios ya están disponibles en la plataforma Atresplayer Premium, repasa la vida del deportista desde sus inicios en un barrio humilde hasta alcanzar la gloria olímpica, sin esquivar sus sombras personales y las secuelas de la presión de la alta competición.
Con una cuidada ambientación de los años 90 y 2000 y un ritmo narrativo atrevido, 'El gran salto' ofrece un retrato íntimo de uno de los iconos del deporte español. Óscar Casas, que ha entrenado durante meses para encarnar con credibilidad al gimnasta, asume un reto físico y emocional que le lleva al límite, mostrando no solo los momentos de victoria sino también las caídas, los excesos y las contradicciones de un joven que alcanzó el cielo antes de aprender a sostenerse en la tierra.
La serie no se limita a ser una crónica deportiva, sino que también explora los vínculos familiares, el sacrificio personal y la lucha por la identidad más allá de la gimnasia artística. La historia de Deferr se convierte así en una reflexión sobre el precio del éxito, el desgaste mental en el deporte de élite y la búsqueda de redención en la madurez. 'El gran salto' promete ser uno de los títulos más potentes del año, tanto por su carga emocional como por su factura visual.
Con Óscar Casas en estado de gracia y una dirección que mezcla realismo y emoción, la ficción se postula como un homenaje necesario a un campeón complejo y humano, cuya historia merecía ser contada. Así nos expresa el propio intérprete, con el que hablamos en exclusiva en esta entrevista en El Televisero y en la que el hermano de Mario Casas nos confiesa que su trabajo le ha llevado al punto personal de tener que dejar el alcohol.
Óscar Casas, interpretas a Gervasio Deferr en 'El gran salto', ¿te ha hablado él de esa faceta suya que no conocemos?
ÓSCAR - Mucho, más que el niño, que es el niño, porque el niño de todos creo que es la parte más honesta de cada uno, por eso se refiere al niño, es ese Gervi, es el que él es realmente, el que él a día de hoy, si tú lo conoces, es Gervi, no es Gervasio Deferr, el que tenía que convertirse, el killer, el que tenía que ser el mejor, el que por eso consiguió tres medallas en tres olimpiadas seguidas. Ese es ese Gervi, y ese es el que yo he ido descubriendo y, además de lo que él me ha ido contando, de todo lo que he leído, de todo lo que he visto de él, también lo he ido descubriendo durante la serie y viviéndolo, he ido entendiendo más a ese Gervi, a esa parte más honesta de él.
¿Sabías algo de la historia cuando te llegó el proyecto?
ÓSCAR - Yo había visto una entrevista de él en Jordi Wild, en 'The Wild Project', como un año atrás o así, un año y medio atrás, y había visto su entrevista, eso era lo último que recordaba de Gervasio, de su historia. Me acuerdo que me impactó, sobre todo él, como característica, como persona, me pareció muy interesante. Y entonces, cuando me llegó, pensé: "No me lo puedo creer, es este tío", es el que yo había visto. Encima, eran tres horas de podcast donde yo me sabía ya toda su vida antes de leerlo, entonces, mucha ilusión.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido de este proyecto? ¿Qué mensaje interior te llevas tú?
ÓSCAR - Me llevo muchos. Creo que cuando uno se involucra en un personaje, haces una introspección en el alma para intentar encontrar esos lugares parecidos a ese nuevo personaje y, a partir de ahí, te conoces mucho más. Entonces, lo que me llevo es, sin duda, un aprendizaje mucho más grande de mí, de mi persona. Y luego me llevo, por ejemplo, que dejé de beber desde antes de empezar la serie para ser honesto con él y a día de hoy todavía sigo sin beber y es algo que me parece que me ha aportado muchísimo, el no hacer off los fines de semana, sino estar on constantemente.
¿Cómo te afectó a la hora de meterte en el personaje? ¿Tuviste como un cambio?
ÓSCAR - No era una persona que bebiera mucho, pero lo típico que bebes una vez cada dos semanas o cada sábado, épocas que bebes cada fin de semana, un sábado, lo único que me ha aportado no es ningún tipo de necesidad de beber, sino al revés, me ha aportado el empezar a escucharme más, al entenderme más. Al final, cada fin de semana, de alguna manera u otra, te desinhibibes y te sube la dopamina, y al día siguiente, tienes resaca, como que son dos días donde no has estado contigo, sino has necesitado a otro ser para poder estar. Entonces, el quitarme de esto me ha dado como más enseñanza de quien soy, que no es que lo haya dejado, y de esto habla 'El gran salto', no es todo o nada, no es "no voy a volver a beber alcohol". No, es ser consciente de por qué, cuándo y de qué manera uno bebe alcohol.
Tú esto se lo dices a Gervasio y, ¿qué te dijo?
ÓSCAR - Que muy bien, que hacía muy bien y que más joven, porque es verdad que cuanto más pasan los años, más se va quedando el alcohol a las espaldas y lo vio muy bien, claro.
Esta serie también habla del éxito o fracaso y del todo o nada, que creo que también se da un poco la mano en vuestra profesión.
ÓSCAR - Más bien, es cómo canalizar el que un día puedes estar arriba y un día puedes estar abajo. Eso es lo que más me llevo. El que uno pueda estar o no estar es así y es un hecho. La cosa es cómo canalizar y cómo estar cuando estás arriba y cómo estar si no estás. No te pongas muy feliz cuando pasen cosas buenas ni te pongas muy mal cuando pasen cosas malas. Creo que va ahí y creo que es parte de lo que yo me llevo de 'El gran salto' y de Gervi, de su historia, el intentar vibrar, intentar estar en una balanza bastante en el medio, para no desestabilizar, para no tocar el cielo, nunca mejor dicho, y tocar fondo. No es necesario, porque ni tocar cielo es bueno, ni tocar fondo, obviamente, es bueno. Lo bueno es estar en un lugar entre medias.
¿Te ha pasado alguna vez esto?
ÓSCAR - No a estas escalas, que es verdad que en lo de Gervi estás 12 horas al día entrenando y con el deporte desde que eres pequeñito y, de repente, un día lo dejas y es nada. Pero bueno, esto de los actores es lo mismo, constantemente, estás cuatro meses grabando una serie, una peli y, luego, estos tres meses que no, pero es eso, intentar tener la capacidad de pensar que cuando uno no está actuando no significa no hago nada, cuando uno no está trabajando, tienes tiempo para trabajar en ti, en tus cosas, en tu deporte, en tu familia, intentar constantemente estar en una línea como normal, que no haya esas subidas y bajadas, creo que eso es lo peligroso y creo que es de lo que habla esta serie y de lo que habla Gervi, esas subidas y bajadas constantes.
He leído que has ganado 11 kilos en el rodaje. ¿Cómo ha sido también esto mentalmente?
ÓSCAR - El ganarlo fue brutal, o sea, comer, entrenar a full, y me encanta el deporte, y luego entrenando en el Centro de Alto Rendimiento. Fue fácil, la verdad. El tiempo va más lento, pero muy bien, lo disfruté mucho. El bajar... ahí sí que se sufre más. El bajar es muchísimo más duro.
¿Has llorado con esta historia?
ÓSCAR - Muchas veces. En general, soy bastante sensible. Soy bastante moñas. Entonces, he llorado bastantes y a mi madre le lloraba una y otra vez, sí.
¿Qué relación crees que vas a tener con Gervasio a partir de ahora?
ÓSCAR - Siento que estamos unidos para siempre. Lo quiero mucho y es un querer muy específico, como cuando quieres a una madre, quieres a un padre, a un hermano. Son amores específicos. A Gervi lo quiero de una manera que posiblemente nunca más vuelva a querer a alguien de esa manera, así que espero que haya una relación en esta vida y en otras, eso espero.
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