Tras el éxito cosechado con la serie 'El Inocente' y con la película 'Los renglones torcidos de Dios', Netflix vuelve a apostar por el showrunner Oriol Paulo para dirigir la nueva serie que la plataforma estrena este viernes 25 de octubre: 'La última noche en Tremor'. Este thriller psicológico está basado en el best-seller homónimo escrito por Mikel Santiago y se centra en un músico y compositor atormentado por su divorcio que se recluye en un pueblo costero en el norte para terminar su última obra.
Javier Rey ('Fariña', 'Velvet', 'Mentiras'...) ha sido el actor elegido para meterse en la piel de Álex, el músico que vive una auténtica locura, literalmente, en cada uno de los trepidantes capítulos que componen la serie. Le acompaña Judi (Ana Polvorosa), una joven que regenta un pequeño hostal en el pueblo y que mantiene una relación sentimental especial con el personaje de Rey.
Sabiendo el grado de intensidad con el que trabaja Oriol Paulo, ¿les ha costado a Javier Rey y Ana Polvorosa salir de sus personajes tras el final del rodaje? ¿Qué pregunta se harían el último al otro? ¿Qué tema social que se trata en la serie dirían que es el que más les ha tocado emocionalmente? Hablamos con el actor y la actriz protagonistas, en exclusiva.
Javier Rey, Ana Polvorosa protagonizáis 'La última noche en Tremor'. No es el típico título que ya lo dice todo. ¿Cómo explicaríais vosotros que es 'La última noche en Tremor'?
JAVIER - Claro, porque es difícil de resumir (risas). Un poco todo lo que vas viendo a lo largo de estos capítulos, lo que vas conociendo del presente, del pasado, de lo que temen los personajes de su futuro, pues de alguna manera en esa última noche se purifica, se cierra y se coloca a todos los personajes en su lugar real. Nada es lo que parece.
ANA - La última noche es la noche definitiva para que todo se resuelva de alguna manera.
¿Qué os han dado estos personajes? ¿Os ha costado salir de ellos?
JAVIER - Fíjate, más que salir del personaje, porque lo de salir o llevarte el personaje es un tipo de expresión que yo no suelo utilizar, yo no siento que me pase eso a mí. Pero sí que es verdad que muchas veces, cuando las cosas son así de intensas, te vas con las sensaciones, es decir, esta cosa de que el cuerpo, de alguna manera, no entiende lo que tú le has generado con la cabeza. Y esa sensación que se fue agrandando a medida que íbamos rodando hasta terminar el rodaje, sí que es verdad que en mi caso ha tenido una desescalada lenta.
Pero a día de hoy, escucho dos o tres canciones de cosas y de repente no puedo escucharlas, ¿sabes? O me teletransporta a una sensación que es increíble o es terrible para mí. Yo creo que ya esta serie en algún lugar me ha marcado y entonces de alguna manera hay algo que ya se ha quedado en mí para siempre, de este personaje y de estas sensaciones que nosotros generamos para darle vida.
ANA - Bueno, ha sido un rodaje intenso y ha sido muy largo también. Y bueno, son historias complejas y traumáticas de los personajes. Es verdad que hay algo que se queda, pero bueno, también forma parte del proceso. Y está bien porque también te cura a ti en muchos aspectos a nivel personal. Es un viaje muy bonito. Pero como son historias tan intensas, por ahí se quedan como positos. Bueno, sí, yo después cuando terminamos el rodaje tuve unos meses de reconstrucción para mí misma. Bueno, reconstrucciones de este tipo hay cada dos por tres y son positivas, o sea que… Pero sí.
¿Cuál ha sido el tema que más os ha marcado de la serie? Los capítulos son largos y en cada capítulo se van tratando un montón de temas sociales
JAVIER - Mira, en mi caso, es tan heavy lo que le pasa que básicamente lo llevo al instinto más básico de la supervivencia de la propia especie de la protección del grupo, de la familia, de la gente que quieres, a lugares extremos. Porque nada para él ya tiene más importancia que lo que intenta, de alguna manera salvar. Entonces, todo lo demás es secundario. Lo llevo a algo extremadamente primario.
ANA - No sabría qué decirte. A ver, hay un tema principal, obviamente, con el personaje, y que es importante, muy importante, y que, obviamente, no sé, te vuelve a estructurar de alguna manera las ideas preconcebidas que ya tenemos, o te transforma. Pero bueno, por ejemplo, también la relación que tienen Judi y Álex también es una forma de inspiración para tu vida. Esa forma que tienen de relacionarse tan particular y tan suya, también es algo que también me he llevado.
¿Os ha pasado alguna vez el tener de déjà vu?
JAVIER - Yo soy bastante escéptico en general, entonces si tengo un déjá vu pienso que es un fallo del cerebro, porque lo he leído mucho, pero no le doy más historia.
ANA - Practicidad, ante todo. Yo soy un poco lo contrario. Bueno, tampoco lo contrario, pero sí que es verdad que soy más… pienso 'Ah, pues esto debe tener un significado'. Soy un poco más fantasiosa.
¿Qué pregunta os haríais el uno al otro después de este rodaje tan largo?
JAVIER - Yo le haría una pregunta, pero para que la respuesta la escuchara la gente, porque realmente yo sé la respuesta. No sabría cómo estructurarla, porque no me dedico a ello, evidentemente, pero lo que ha tenido que hacer esta mujer en el capítulo 4 es orfebrería interpretativa.
ANA - Qué exagerado (risas).
JAVIER - Bueno, estoy hablando yo. (risas) Es brutal. Te juro por Dios, yo estaba allí. Hay varios días clave en el capítulo 4 donde yo, como compañero, estaba nervioso porque veía que la magnitud de tener que hacer eso era muy difícil, muy difícil. Y yo tampoco ayudaba básicamente porque le decía cosas como "Ostras, esto probablemente sea incluso lo más jodido que tengas que hacer en tu vida a nivel interpretativo".
Yo estaba como un fan temeroso de "¿Dios mío, cómo vas a hacer eso?". Y lo hizo. Entonces, lo hizo, fue la hostia. Y claro, yo haría alguna pregunta relacionada con cómo alguien puede dar vida a esa cosa tan descomunal para que la gente pudiera entender que no es aprenderse un texto, decirlo de una manera, sino que ella lo hizo desde un lugar vivencial descomunal. Entonces, no sé qué pregunta sería, pero sería "¿cómo carajo hiciste eso?"
ANA - Me da muchísimo pudor (avergonzada). Pues yo no le contestaría a lo que me está preguntando o que me está comentando. Yo lo que le diría, claro, es que al final hemos sido muy buenos compañeros el uno con el otro y nos hemos cuidado mucho, nos hemos ayudado mucho, nos hemos transmitido mucho, nos hemos dado mucha fuerza el uno al otro y mucha seguridad. Y creo que también de ahí han surgido las cosas que han surgido. Y se ve lo que se ve, el tipo de relación que se ve en los personajes.
El alucine era mío porque yo, al fin y al cabo, desde mi lugar, yo tenía este capítulo en concreto que se profundiza más en el personaje y demás, pero realmente el hilo y el eje principal de toda la historia es el personaje de Álex. Y qué va, yo lo que pienso y reflexiono es acerca de la magnitud y la complejidad de abordar un personaje como este, en el tiempo, con todos estos momentos temporales, y con todo este raccord emocional con el que había que ser súper preciso.
Bueno, no sé, esa cantidad y esa multitud de cosas por las que tiene que pasar me parecía… Porque no sé, yo al fin y al cabo, lo mío lo veo mucho más concreto, más específico. Sucedió esto, pero su viaje lo veo como que no acaba nunca. Va de aquí para allá y es como infinito. Y lo veo muchísimo más difícil de abordar porque es mucho más grande.
JAVIER - ¿Pero la pregunta que te acabo de hacer?
ANA - Bueno, igual que tú el tuyo. Yo creo que los dos hemos tenido muchísimo compromiso y mucha dedicación, nos ha apasionado lo que hemos hecho, nos apasionaban las historias y hemos querido adentrarnos en lo más profundo de estos personajes. Entonces, lo hemos hecho con compromiso y con responsabilidad. Y con mucho amor y compañerismo.
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