Crítica 'La casa del dragón 2': Poniente recupera su esplendor y lo que nos hizo amar 'Juego de tronos'

Crítica 'La casa del dragón 2': Poniente recupera su esplendor y lo que nos hizo amar 'Juego de tronos'

Este 17 de junio llega por fin el estreno más esperado del año: la segunda temporada de 'La casa del dragón'. ¿En qué bando estás?

La casa del dragón 2
Alicent vs. Rhaenyra. ¿Quién conseguirá el Trono de Hierro? | MAX

'Juego de tronos' es una de las series más importantes e influyentes de la última década. Pese a su desliz al entregarnos un desenlace burdo y poco trabajado, la serie basada en los libros de George R.R. Martin sigue muy presente en el imaginario colectivo. Daenerys Targaryen, Jon Snow o Sansa Stark. Personajes que han trascendido la pantalla para convertirse en héroes y heroínas atemporales. Eso es lo que MAX pretende conseguir también con su serie precuela, 'La casa del dragón', que estrena este 17 de junio su segunda temporada.

Hemos tenido que esperar casi dos años para poder llegar a este punto. Actualmente las series tardan mucho más en rodarse y llegar a ojos del público. No solo hay mucha más cantidad debido a la proliferación de las plataformas de streaming, sino que los presupuestos se han multiplicado en la última década. Aunque en la primera temporada de 'La casa del dragón' no se notara en demasía, en este arranque de la segunda vemos que desde MAX han querido elevar las apuestas todo lo posible. Porque si había un crítica unánime a ese primer conjunto de episodios, era la mala iluminación en muchos momentos, y lo pequeño que resultaba todo comparado con 'Juego de Tronos'.

Sí, aunque quisiera distanciarse de la serie original, a 'La casa del dragón' le faltaba algo. Desperdiciaba demasiado todo el mundo creado por Martin, y en un lugar como Poniente, ese debería ser un pecado capital. En esta nueva temporada, Ryan Condal, creador junto al propio Martin, ha decidido escuchar, rectificar y, sobre todo, ampliar. Porque ahora así volvemos a tener la sensación de estar en un mundo salvaje y vasto. Poniente ya es Poniente. Sobre todo porque recibe oxígeno de sus secundarios. Alicent y Rhaenyra siguen siendo las grandes protagonistas. Sus dos bandos enfrentados nos van a llevar a la legendaria Danza de Dragones. Pero hay vida más allá de estas dos brillantes mujeres, y esa es precisamente la fortaleza de esta nueva temporada de 'La casa del dragón'.

De hecho, esa siempre fue la fortaleza de 'Juego de tronos'. Su plantel de secundarios, con un perfecto equilibrio entre todos. No solo para que pudiéramos identificarnos e incluso empatizar con ellos, sino también para que pudiéramos odiarlos. Esa sensación de conocerles a todos ayudaba a que cualquier atisbo de peligro sobre sus cabezas nos hiciera estar en tensión. Algo que 'La casa del dragón' aún no ha conseguido, salvo en contadas ocasiones de su primera temporada. Ahora parece querer corregir ese rumbo, y aunque necesitamos aún un poco de tiempo, ya sufrimos cada vez que pensamos en que le podría pasar algo a Alicent o a Rhaenyra.

La casa del dragón
Rhaenyra regresa en 'La casa del dragón'.

Porque esta serie es un show de mujeres que buscan dominar un mundo de hombres. Y lo aplaudimos abiertamente. Necesitamos más personajes como ellas. Con sus errores, con sus aciertos, con todas sus capas de tristeza emocional y venganza visceral. Olivia Cooke y Emma D'Arcy siguen brillantes y magnéticas en sus interpretaciones. Su duelo sigue gestándose con sus paralelismos, con la soledad a la que se enfrenta cada una en su propio mundo. Las dos luchan por ser escuchadas, y las dos pelean por defender a sus familias. Al final, aunque no lo parezca, lo que menos les importa es el Trono de Hierro. Porque son los hombres los que se ciegan con tal de tener un mínimo de poder, y eso vuelve a demostrarlo muy bien 'La casa del dragón'.

Pese a ello, aún debe encontrar su propio mensaje. Porque la serie de MAX sigue repitiendo esquemas que ya vimos en 'Juego de tronos'. La sorpresa ya se ha extinguido, pero sabemos, y podemos intuir, que aún hay varios ases bajo la manga. Sobre todo tras ver cómo se han derribado las claustrofóbicas paredes de la primera temporada, y la serie comienza a respirar por primera vez. Se tarda en recordar cómo terminó esta (los problemas de pasar tanto tiempo entre temporadas), pero en cuanto lo haces, ya estás de nuevo entregado a las intrigas palaciegas que acontecen delante de nuestros ojos.

Aegon II Targaryen, estrenándose como rey de Poniente.

'La casa del dragón' sigue potenciando los momentos que la convirtieron en la serie de 2022, superando las expectativas y derrotando en presencia a la todopoderosa 'Los anillos de poder'. Esos momentos siguen presentes, ya desde el primer episodio. Todos parecen ocultar algo, todos parecen tener segundas e incluso terceras intenciones. Y el equilibrio que se les quiere dar a todos los personajes rema a favor de la historia. Porque todos van a tener su momento para brillar. Porque también protagonizan escenas incómodas e incluso alguna muerte clave que centrará el resto de la temporada. Y ya desde los primeros minutos podemos ver esas ganas de exploración. Ese ansia por mostrarse en todo su esplendor al llevarnos al Muro de mano de un Stark.

Poniente no solo es Desembarco del Rey o Rocadragón. Hay mucho por explorar, que incluso no vimos en 'Juego de tronos'. Así que 'La casa del dragón' tiene esa misión. Que no es fácil, pero que puede conseguir si sigue un patrón claro, y es no encorsetarse. Buscar lo que hizo grande a 'Juego de tronos' y potenciarlo, potenciar sus puntos fuertes, dejando atrás las debilidades claras de la primera temporada de 2022. Y, sobre todo, subiendo a los hombros de esos dos portentos interpretativos que son Olivia Cooke y Emma D'Arcy'. 'La casa del dragón' empieza fuerte en su temporada dos, y claramente se va a convertir en la serie del verano.

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